Los procesos para sementar la publicidad online no dejan de evolucionar, y desde que tenemos un smartphone en prácticamente cada bolsillo del planeta su importancia ha subido un par de peldaños. Con Google a la cabeza, vender publicidad se ha convertido en la principal fuente de financiación de multitud de servicios que, de otra forma, no podrían ser gratuitos. Aunque nunca lo son, pagamos con nuestros datos.
De ahí que las cookies hayan sido, y sigan siendo, predominantes durante bastantes años. Formas de rastrear qué hacemos en la web, de forma que podamos recibir publicidad adecuada a nuestros gustos que maximice su impacto. Pero estas cookies podrían pasar a la historia en un futuro cercano, pues ya hay científicos que han descubierto cómo identificarnos sin emplearlas. ¿Cómo? Analizando nuestros gestos.
Un método más eficiente que las cookies
El manejo de los teléfonos móviles cambió con la llegada de las pantallas táctiles, y poco a poco éstas fueron reemplazando cualquier método de interacción con nuestros dispositivos. Hasta el punto de que incluso los teclados físicos, la seña de identidad de BlackBerry, quedaron relegados a un par de teléfonos al año.
Ahora, según un equipo de científicos, resulta que la forma en que interactuamos con las pantallas táctiles es poco más que una firma digital. Algo que hacemos de una forma única y que, con el debido tiempo, puede servir para identificarnos estemos donde estemos, y por tanto enviarnos publicidad personalizada a cualquier dispositivo que tengamos entre las manos. Bien cuando escribimos en un teclado deslizante, o cuando nos movemos por las aplicaciones, o cuando usamos los gestos que el dispositivo pone a nuestra disposición.
Los datos recogidos por los científicos provienen de la API Android MotionEvent, aunque en iOS hay APIs similares para detectar los movimientos del dedo por la pantalla. Según este equipo de investigadores, después de algún tiempo de interacción con la pantalla se nos puede identificar con una precisión del 98,5%.
Este sistema se convertiría en un método de segmentación de la información más avanzado que el de las actuales cookies, que dependen de un inicio de sesión y quedan atrapadas en un dispositivo concreto durante cada uso. Con la detección de gestos, un sistema, o un aplicación, sería capaz de identificarnos en cualquier dispositivo que estuviésemos usando. Y todo a base de patrones de uso personales que repetimos de forma inconsciente.
Por el momento no se conocen casos de que este tipo de identificación personal para usos publicitarios se esté empleando, pero la investigación ya es pública y ahora sabemos que es posible. No hacen falta claves, ni micrófonos que nos escuchen ni cámaras que nos reconozcan. La forma de tocar la pantalla de un teléfono es suficiente para reconocernos.
Vía | Scendo
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