Hoy mismo se ha anunciado que USB 3.1 'Type-C' pasa a ser la nueva interfaz para Thunderbolt 3, un importante paso adelante para Intel que, por otro lado, era de esperar. USB, la interfaz más universal, supo cómo reinventarse presentando esta nueva versión 'C' en el pasado mes de agosto, y todas las críticas están siendo muy positivas.
Su llegada al mercado está siendo tímida. Apple dio el primer paso con el Macbook (2015) que cambió todos sus puertos por un único USB-C - lo que, a su vez, levantó bastantes críticas -, y más recientemente ASUS ha presentado estos días un tablet con USB-C. Mientras USB 3.1 Type-C continúa creciendo y haciéndose ese hueco tan necesario, ¿cuál será su impacto en el mundo smartphone?
Adiós a microUSB, hola USB 3.1 Type-C
MicroUSB es el estándar actual, y hemos de dar las gracias a la UE quien obligó a los fabricantes a utilizarlo a partir de 2011. Una evolución que todos vimos con muy buenos ojos, y que nos permitió olvidarnos de los cables propietarios de cada fabricante para centrarnos en uno para todos los móviles y tablets del mercado. ¿Uno? Bueno, ya sabemos que Apple va a su ritmo y en vez de conexiones tiene adaptadores a microUSB. Eso es otro debate.
Pero no debemos olvidar que microUSB es un estándar que data de 2007, ya ocho años de antigüedad. Y eso es un enorme trecho en el mundo de la tecnología, que avanza a pasos agigantados. Desde su presentación el 4 de enero de 2007 hemos conocido USB 3.0, USB 3.1 y el más reciente USB 3.1 Type-C, que pretende ser una revolución en el sector.
Las mejoras de USB 3.1 Type-C
Creo que todos coincidiremos en que USB-C es una evolución muy notable y significativa, con varios cambios para mejorar las anteriores versiones del clásico estándar USB. ¿Y cuáles son?
La más característica es que USB-C pasa a ser reversible, de forma que ya no importará en cuál de sus dos lados lo conectemos porque funcionará igual. El habitual movimiento de intentar insertarlo y que no lo haga... y media vuelta, no volverá a ocurrir.
Además de las diferencias a nivel físico también trae consigo las mismas velocidades de transferencia que USB 3.1: hasta 10 Gbps, unos 1.280 MB/s de tasa máxima y en principio más que suficiente para los teléfonos móviles. Pero hay otra mejora muy sustancial e importante: USB 3.1 también soporta una carga eléctrica mayor, hasta 15 vatios de potencia por cable, frente a los 2.5-4.5 vatios de USB 1.0, 2.0 y el más reciente 3.0.
Android M y Windows 10 lo soportarán
Si hablamos de software ya hay varias grandes empresas que han anunciado que sus respectivos sistemas soportarán USB 3.1 Type-C: Microsoft y Google.
Tanto para el Windows 10 de la primera - incluyendo su versión para teléfonos - como el Android M de la segunda, que en el reciente Google I/O 2015 lo ha hecho oficial ya han anunciado oficialmente que proporcionarán soporte para la nueva interfaz, y podrán funcionar de forma nativa.
Una vez el software esté listo - Windows 10 llegará a escritorio el 29 de julio y su versión para teléfonos a finales de 2015; Android M está previsto para octubre o noviembre - el siguiente paso está claro: ¿cuándo llegarán los teléfonos con USB 3.1 Type-C?
Su implantación casi no ha empezado. Casi
Y es que éste es quizá el hito más difícil de realizar. A día de hoy apenas hay dos dispositivos que incluyen USB 3.1 Type-C, y por supuesto es un aspecto que deberá mejorar hasta llegar a la implantación plena.
Por un lado está el Nokia N1, el tablet de Nokia con Android que apenas hemos visto en España, y que incluye el USB reversible tan deseado.
El otro dispositivo que ya incluye la nueva interfaz proviene de un fabricante desconocido para la inmensa mayoría: LeTV presentó tres móviles con USB 3.1 Type-C. No será fácil conseguirlos desde España, pero la realidad es que ahí están.
Junto a estos smartphones, ordenadores como el ya mencionado Macbook (2015) o la segunda generación de los Chromebook Pixel de Google disponen de la nueva interfaz. Es poco, muy poco, pero es un inicio que nos abre el camino de lo que esperar durante los próximos meses.
La llegada de USB 3.1 Type-C será progresiva
Decíamos que por ahora son muy poquitos los dispositivos que traen USB 3.1 Type-C integrado, y efectivamente son sólo un puñado de cacharros en la inmensidad del mercado apenas tienen repercusión entre los usuarios.
USB-C empezará a llegar con mucha más fuerza una vez los sistemas operativos estén preparados. Y si Windows 10 y Android M llegarán a finales de 2015, esto implica que será a partir de ese momento cuando el crecimiento de la interfaz será mucho mayor.
Teniendo en cuenta los márgenes de evolución de la tecnología, lo más probable es que 2016 sea el año de explosión de USB 3.1 Type-C, el año en el que empiece a masificarse en el mercado y que sea el estándar habitual en los nuevos lanzamientos. E igualmente, como siempre ocurre con las nuevas tecnologías, seguramente sea un lanzamiento escalonado que iremos viendo primero en los productos punteros, para luego ir acomodándose al resto de gamas.
Pongamos el punto de mira en 2016, y más concretamente a sus dos grandes ferias CES y MWC en enero y febrero, respectivamente. Allí seguro que USB 3.1 Type-C será uno de los grandes protagonistas.
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