A Movistar Plus+ vine por la televisión y me acabé quedando por los estrenos de cine. Justo como cuando contraté Canal+

Comparar el nuevo paquete de televisión de Movistar con la extinta Canal+ puede parecer poco acertado, pero lo cierto es que el operador comparte la antigua estrategia de quienes apostamos por la televisión premium en los 90: ofrecer más opciones al cliente con especial énfasis en el contenido propio y los estrenos de cine. Quizá Movistar Plus+ no sea para todo el mundo, sobre todo en unos tiempos donde existe abundancia de contenido en streaming. Aun así, tiene detalles muy positivos.

Echando la vista atrás aún recuerdo ese cambio que se daba en la tele a las 22:00 horas, ese salto entre una emisión sin distorsiones a la codificada de Canal+. Esta cadena marcó un antes y un después en la televisión española, su desembarco fue el germen de los paquetes premium de operador que tenemos disponibles actualmente. Con la evolución que llevó a Movistar Plus+ hasta nuestros días, el reciente salto dado por la plataforma recuerda a lo que ofrecía Canal+ en su momento. Salvando las enormes distancias temporales, por supuesto.

Más sencillez con un «todo en uno» independiente

Junto con mi primer sueldo, y aparte de la Super Nintendo que me compré para jugar al maravilloso Yoshi's Island, cayó una suscripción a Canal+ para mi casa. En su momento aposté por el cine de estreno que ofrecía la plataforma, solía ver sus documentales y también apreciaba la gran variedad de contenido en abierto que se emitía para todos: desde el mítico Lo + Plus a los Guiñoles, por ejemplo. Ese afán por contenido propio, televisión premium y cine de estreno creo que se mantiene en Movistar Plus+.

Contraté Movistar Plus+ y llevo usando a diario su catálogo desde hace un año. Bajo mis necesidades, Movistar Plus+ conforma el conjunto perfecto para complementar el resto de suscripciones; algo a lo que me reconozco algo adicto: pago Netflix y Disney+, también comparto con amigos otras suscripciones. Y no es que Movistar Plus+ me parezca imprescindible, ya que accedía a la TDT y a los últimos siete días con el paquete inicia de mi tarifa de Movistar, pero sí que ha complementado mis plataformas con un elemento clave: estrenos recientes de cualquier distribuidora.

Max ofrece las últimas películas, pero sólo de las productoras detrás de Discovery. Con Disney+ ocurre más o menos lo mismo, Netflix no se especializa precisamente en los estrenos de otras distribuidoras aparte de la suya (aunque está diluyendo la limitación, incluso con la propia Discovery). Y Movistar Plus+ aglutina esas carencias para ofrecer un conjunto que ofrece multitud de contenido de actualidad; aparte de películas con algo más de tiempo en carteleras y todo el que haya ido ofreciendo las cadenas incluidas en la televisión. El catálogo no es pequeño. Tampoco gigantesco, por otra parte.

Decidí apostar por Movistar Plus+ para cubrir la carencia de tele «premium» de mis suscripciones, ya que hay canales que son populares en mi casa y a los que no teníamos acceso (el National Geographic y el canal Cocina, por ejemplo). Por el coste en promoción para clientes me pareció una suscripción sensata, no tanto fuera del operador: los 14 euros que vale Movistar Plus+ de manera independiente hace algo más difícil su recomendación (9,99 euros en versión 1080p). Aun así, entiendo que existe otro valor que para amí no tiene mayor importancia: el deporte. Para aquellos que quieran ver las competiciones deportivas quizá les rente la suscripción fuera de las tarifas de Movistar; con la pega de que sigue siendo imposible ver todo el fútbol sin atarse a una tarifa de fibra y móvil. Es un atraso.

Movistar Plus+ continúa manteniendo una mentalidad de televisión «clásica»

Que la televisión de toda la vida está desapareciendo es un hecho, el streaming ha crecido hasta convertirse en la manera prioritaria de acceso a la televisión (aunque se reproduzcan emisiones televisivas). Acceder al contenido de manera no lineal es la elección mayoritaria para una buena parte del público; por más que siga existiendo audiencia que prefiera sentarse y «ver lo que echan». Movistar Plus+ se dirige principalmente a ese grupo de espectadores.

El contenido puramente de streaming dentro de Movistar Plus+ resulta alto, la lista de estrenos y series es de los aspectos que más me convencen, aunque este catálogo está muy lejos en términos de volumen si se compara con los de Netflix o Disney+. Además, estos dos contrincantes tienen mucho más segmentado dicho catálogo: encontrar en Movistar Plus+ contenido específicamente orientado a los niños o a los adolescentes, por poner dos ejemplos, es difícil. Sí, existen canales temáticos y también películas, pero minoritarios.

Canal+ rompió moldes en una época donde la televisión privada acababa de arrancar en España y no existía ninguna emisión de pago disponible. Trazando una comparativa monetaria, cuando yo empecé a pagar Canal+ debía de abonar unas 4.000 pesetas de entonces; un coste que, tras sumarle la inflación, equivaldría a unos 40 euros de ahora. Y sólo por un canal. Por ese precio, actualmente multiplico el contenido en varias cifras.

Visto en perspectiva, las plataformas de streaming han popularizado de manera enorme el acceso al contenido multimedia premium y a la carta, todo con un gran problema: el catálogo de servicios es tan creciente como inabarcable. Y Movistar Plus+ tiene que luchar de tú a tú con gigantes como Netflix y compañía: para quien sólo busque streaming de series y cine seguramente no le rente. Si es como en mi caso, que también desea desconectarse de la antena terrestre sin perder la opción de la televisión «clásica», Movistar Plus+ es una buena opción. Lo lleva en el ADN.

Imagen de portada | Iván Linares

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