En marzo de 2016 se producía un relevo histórico en una de las empresas españolas más conocidas a nivel mundial, Telefónica. El polémico César Alierta dejaba la presidencia de la compañía tras 16 años en el cargo, dejando su puesto a un más que preparado José María Álvarez-Pallete. Enseguida llegaron los cambios de altos directivos, para hacer más suya la empresa, pero han pasado casi dos años para que el relevo se produzca en Telefónica España.
Luis Miguel Gilpérez da el relevo a Emilio Gayo, su número dos hasta ahora, tras haber cogido las riendas del negocio de España a finales de 2011. Gilpérez llegó cuando la marca Movistar ya englobaba todos los servicios de la empresa en España y suyos son los méritos de acabar con la subvención de smartphones, la llegada de las Fusiones o la extensión de la fibra, todo ello mezclado con la guerra por los derechos del fútbol.
En septiembre de 2011 Luis Miguel Gilpérez tomaba el relevo al argentino Guillermo Anseldo al frente de Telefónica España. Su mano se empezó a notar enseguida, ya que en la primera mitad de 2012 decidió acabar con el ruinoso negocio de la subvención (o regalo) de smartphones a cambio de una permanencia. Parecía un movimiento arriesgado y el operador sufrió en sus inicios, pero finalmente todos sus rivales le siguieron los pasos.
El siguiente movimiento, y que revolucionó por completo el panorama de las telecomunicaciones en España, fue el lanzamiento de Movistar Fusión en octubre del mismo año. Un movimiento criticado por propios, porque creían que reduciría los ingresos de la compañía, y extraños, que aseguraban no poder replicar la oferta de Movistar, pero que cambió por completo el mercado. Fruto de aquel movimiento llegaron las compras de ONO y Jazztel por parte de Vodafone y Orange, que no tenían la fuerza de Movistar en el apartado fijo.
Durante su mandato también es cuando ha llegado la verdadera expansión de la fibra. El ADSL se quedaba viejo y la fibra conlleva una fuerte inversión, pero con un retorno asegurado durante muchos años. La regulación amenazaba con frenar el rápido despliegue de Movistar, que a su vez arrastró a sus rivales, pero finalmente los planes siguieron en vigor, con el objetivo de cerrar este año con más de 20 millones de hogares en cobertura y la meta final de sustituir todo el cobre por fibra.
El fútbol, la patata caliente para Gayo
Gilpérez le deja a Gayo una compañía que aunque no ha parado de perder cuota de mercado en los últimos años, sobre todo por el empuje del low cost, ha recudido sus pérdidas con creces. En 2017 las pérdidas de líneas móviles mediante portabilidad fueron de 129.000, la mejor cifra desde 2008. Y ello a pesar de las constantes subidas de precio de los últimos años. Dos retos importantes tendrá que afrontar aun así Gayo: hacer frente a las ofertas low cost convergentes del grupo MásMóvil y decidir qué hacer con el fútbol.
Por el lado de las tarifas económicas, Telefónica está empleando a Tuenti para ese sector y parece no estar funcionando del todo mal, aunque desconocemos cuántas contrataciones de fibra de Movistar se han producido mediante la oferta de la filial. Y con el acuerdo con Netflix perfilado, la decisión más trascendente que tendrá que tomar Gayo es si su compañía sigue en la pelea del fútbol o la abandona.
En Xataka Móvil | Movistar daría un paso más en la integración de contenidos tras un acuerdo sin precedentes con Netflix
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