Primero Tuenti y luego O2. La oferta convergente de ambas marcas cuentan con condiciones distintas en función de desde qué ciudad del país se contraten: en el caso de Tuenti no todas las tarifas están disponibles en la mayoría de ellas y las llamadas incluidas pueden cambiar, mientras que en el caso de O2 la tarifa sube la importante cifra de 13 euros.
Los argumentos que han trasladado en ambos casos para razonar esas diferencias de precio es que al ser marcas de Telefónica sus precios están regulados en las ciudades consideradas no competitivas, donde no hay al menos de tres redes de fibra o cable instaladas. Y es cierto que dichas marcas están reguladas y se tienen que acoger a las mismas normas que Movistar, pero en manos de sus dueños está acabar con esas diferencias, bajando el precio mayorista de acceso a su fibra.
Capítulo 1: Tuenti y su menguada oferta
Todo empezó en abril, cuando tras meses de rumores Tuenti entraba por fin de lleno en las tarifas convergentes. El primer arma de Movistar para entrar en la pelea de los packs de fibra y móvil económicos se presentaba con tres tarifas móviles combinables con fibra a 50 o 300 Mbps simétricos. Ahora, depende de donde se instale la fibra, las opciones se reducen a dos.
Tuenti explica así en su web por qué cuenta con distintas tarifas en función de la zona en la que se encuentre el usuario:
Capítulo 2: O2 y los 13 euros de más
La diferenciación de la oferta, con sus matices, se repitió solo dos meses más tarde, cuando se dio a conocer la O2 comandada por el fichaje de Telefónica, Pedro Serrahima. El portfolio de tarifas de O2 es mucho más simple que la de Tuenti, solo tienen una tarifa móvil y una que añade fibra de 100 Mbps, y es de nuevo en ese pack de fibra y móvil donde hay diferencia: 45 euros al mes para una zona, 58 euros para los que no estén en ella.
La explicación que da O2 para contar con dos precios es similar a la que da Tuenti, lógico siendo marcas de la misma empresa, aunque añaden la promesa de que para el lanzamiento oficial de la marca (septiembre) tendrán una manera de compensar el sobrecoste:
¿De dónde salen las zonas?
Según Telefónica la CNMC con su regulación le impide poder ofrecer las mismas condiciones en todo el país. Vayamos por tanto primero al origen de esa regulación, para entender las razones por las que se impuso. A finales de 2014 el regulador propuso actualizar la regulación del mercado de banda ancha fija, que hasta entonces limitaba el uso de la fibra de Movistar a sus rivales, pudiendo ofrecer estos conexiones de hasta 30 Mbps cuando las conexiones de 100 Mbps o más ya estaban funcionando.
La propuesta apostaba por eliminar esa limitación, obligando a Movistar a abrir su red de fibra en todo el país salvo en zonas "competitivas", aquellas en las que hubiese al menos tres redes de fibra y/o cable en el subsuelo. La zona competitiva incluía inicialmente solo nueve ciudades, pero en el momento de la aprobación de la nueva norma la lista se amplió a 66 ciudades, donde vive el 34% de la población del país.
Una regulación para "proteger" la competencia
Más allá del criterio elegido para determinar qué es zona competitiva y qué no, la implicación de esa división del país va más allá de que Telefónica esté obligada a prestar su fibra a terceros. De hecho, el operador tiene acuerdos con Orange y Vodafone para cederles, a cambio de una cantidad desconocida, su fibra en la zona competitiva donde no está obligada a hacerlo.
En la zona competitiva Movistar y sus distintas marcas pueden poner los precios y condiciones que quieran a sus tarifas, porque al haber fibras de otros operadores la competencia está asegurada. En cambio, en la zona no competitiva las ofertas de Movistar, Tuenti u O2 tienen que pasar por un test de replicabilidad cuyos entresijos solo conoce la CNMC: si según esas cuentas los rivales de Movistar no pueden replicar su oferta, usando la fibra del operador, esa oferta no podrá ver la luz.
Por tanto, ese pack de O2 de móvil con llamadas ilimitadas y 20 GB, teléfono fijo y fibra de 100 Mbps a cambio de 45 euros no sería replicable por otro operador que usase la fibra de Movistar, pero sí podrían lanzar esa misma oferta por 58 euros.
La decisión de bajar el precio mayorista, en manos de la propia Telefónica
Dentro de ese test que busca asegurar la replicabilidad de las ofertas de Telefónica el componente clave es el precio mayorista de la fibra y aunque no lo diga en ningún momento, el operador tiene en sus manos modificar ese precio, aunque solo a la baja. A propuesta de la misma Telefónica y habiendo superado los pertinentes test, el precio mayorista de su fibra quedó fijado en 17,57 euros al mes.
Quiere decir ello que, según el test de replicabilidad de la CNMC, no es posible que ningún rival de O2 pueda ofrecer el mismo pack de fibra y móvil por 45 euros, porque el precio mayorista de la fibra no dejaría margen para ello. Pero ese margen se puede construir bajando el precio mayorista hasta el punto exacto en el que el test del regulador arroje un aprobado. Preguntados por este punto, fuentes del operador nos aseguran que ellos cuentan con "unos compromisos regulatorios que condicionan sus precios" y que trabajan en la forma de compensar el sobrecoste de O2.
¿Le interesa a Telefónica rebajar el precio mayorista para poder ofrecer en todo el país un mismo precio? La razón por la que no lo hacen es lógica para su negocio: no quieren iniciar una guerra del low cost que le lleve a perder su bien más preciado, que no es otro que el alto ARPU (ingreso medio por cliente) de sus clientes de Fusión.
En Xataka Móvil | La ofensiva de Telefónica para hacerse con el segmento low-cost: comparamos las tarifas de O2 con Pepephone, Lowi, Amena y Tuenti
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