El objetivo de las telecos sigue siendo ganar en eficiencia y una manera de hacerlo es exprimir las costosas redes desplegadas con el máximo número de clientes haciendo uso de ellas. ¿Cómo conseguirlo? Pues siguiendo el ejemplo de Orange y MásMóvil, pero ahora formando una alianza estratégica entre Telefónica y Vodafone en España.
Según declaraciones de Ángel Vilá, director de operaciones de Telefónica, recogidas por Bloomberg, Telefónica estaría abierta a llegar a un acuerdo con Vodafone para compartir redes de banda ancha de fibra óptica en España, si quisieran apagar progresivamente su cable.
¿Desmantelar la red o venderla a riesgo de crear un nuevo competidor?
El acuerdo en realidad no sería nuevo. Ambos operadores conocen las ventajas de compartir redes de fibra desde que en 2017 firmaron un acuerdo histórico similar, pero más limitado porque Vodafone tiene una red propia de 10 millones de hogares pasados donde 'no necesita' a Telefónica. O al menos, no la ha necesitado.
Tras estos años, el clima del mercado es muy diferente. El low cost sigue triunfando a la vez que caen los ingresos de los operadores y queda menos margen para invertir. Así que las prioridades de los operadores también han cambiado.
Hace casi diez años, los cuatro grandes operadores querían desplegar fibra por todo el país, pero hemos acabado con varias redes de fibra paralelas y con poca penetración de usuarios conectados, que ha hecho replantear las estrategias de las teleco.
Al final, MásMóvil acabó vendiendo gran parte de su red de fibra propia, para terminar alquilándola a los nuevos propietarios, o fortaleciendo su acuerdo para acceder a la red de Orange. Y ahora Vodafone se encuentra en una tesitura parecida.
Vodafone ha vivido meses convulsos que han provocado cambios significativos en su estructura directiva y un replanteamiento de su estrategia. Estrategia en la que la venta de la red de fibra de Vodafone es una posibilidad, dado que está compuesta por 7,5 millones de accesos heredados de Ono, que tarde o temprano será necesario actualizar de HFC a FTTH, y que es poco probable que a Vodafone le salgan las cuentas, así que la opción de la venta sigue abierta.
Pero las palabras de Angel Vilá hablan de apagado de la red de cable. Si con eso quiere decir que Vodafone no podrá vender la red de cable para evitar hacer crecer a mayoristas más desconocidos como Onivia o Lyntia, el acuerdo no será tan rentable para Vodafone, al menos a corto plazo.
No obstante, si las condiciones acordadas con Telefónica son lo suficientemente atractivas como para compensar el ahorro del mantenimiento de una red HFC menos eficiente y el acceso a futuras mejoras que llegarán con 25G-PON, Vodafone podría llegar a plantearse no vender la red, sino desmantelar el acceso en la última milla para evitar alimentar a un nuevo rival.
Vía | Bloomberg.
En Xataka Móvil | Vodafone está siendo tentada para vender su filial en España.
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