Hacer fotografía nocturna, o con situaciones complicadas de luz, es un reto. Si lo haces con un teléfono móvil la tarea se vuelve más complicada, principalmente por lo pequeños que son sus sensores y objetivos. ¿Demasiado ruido en las tomas?, ¿resultados borrosos? Desgraciadamente es lo más habitual, pero eso no debería detenernos, podemos aprender técnicas que mejoren significativamente este tipo de fotografía.
Afortunadamente la tecnología está de nuestro lado, los fabricantes de dispositivos móviles están revolucionando la fotografía desde diferentes caminos. Estamos viendo florecer a la fotografía computacional, basada en utilizar la información de diferentes cámaras e inteligencia artificial, como es el caso del LG G7 ThinQ.
Al margen de las herramientas y tecnologías que vayamos a utilizar, fotografiar en la noche nos puede llevar a crear tomas únicas, con unas luces y un misterio que difícilmente podríamos encontrar ante la poderosa luz del día. Intentar mejorar en esta faceta es algo que nos traerá muchas recompensas, así que os invitamos a seguir nuestros nueve consejos:
1. Estabiliza tu disparo
El movimiento de la cámara en el momento de disparar es el peor enemigo de la fotografía nocturna. Cuando disparas en situaciones de poca luz la cámara necesita compensar el problema con exposiciones más largas.
Hablamos de que la cámara mantiene su obturador abierto más tiempo para recibir más luz y captar mejor los elementos de la escena. Durante ese tiempo la estabilización de la cámara tiene que ser total, cualquier otra cosa nos garantiza una toma borrosa.
Tenemos diferentes soluciones o formas de mitigar el problema. La primera obviamente pasa por utilizar un trípode o cualquier elemento que nos permita no mover el teléfono durante la toma.
¿No tenemos ninguna de esas opciones a mano? Pues mantente bien firme en el momento de disparar y aguanta la respiración hasta que la toma esté registrada. Un truco que suele funcionar es el de usar el autodisparador o cuenta atrás: el hecho de pulsar para disparar suele causar un movimiento en la cámara.
También puede ser interesante utilizar un disparo remoto, algo que se puede conseguir con los auriculares que incorporan control, así no nos hará falta tocar ni el teléfono ni la pantalla.
2. Planifica la escena
¿Qué es lo que quieres registrar? Relacionado con el punto anterior tenemos que decir que hay cosas que es imposible que salgan nítidas. Por ejemplo, elementos que se encuentran en movimiento en la escena.
La cámara se va a tomar un tiempo más largo de lo normal en registrar la fotografía, si algo se mueve en ella aparecerá borroso, y en eso poca solución ofrece que la hayamos estado estabilizando de la mejor forma posible.
Otra cuestión es que nos interese jugar con ese movimiento y conseguir atractivas imágenes basadas en técnicas de fotografía de larga exposición, como pintar con la luz o recoger estelas. Para esto tendremos que usar modos manuales.
En todo caso piensa dos veces lo que tienes delante antes de disparar, posiblemente te interese tener bien controlado el momento en el que realizar la foto para eliminar cualquier elemento que pueda destrozarla.
3. Utiliza la luz que tengas a tu disposición
Por poca cantidad de luz que a ti te parezca, al teléfono le puede sentar bien realizar la toma cerca de alguna fuente de luz improvisada. Un escaparate, una farola o la luz de otro teléfono podrían ayudarnos bastante.
Lo interesante es saber aprovechar esos puntos de luz para acabar con el ruido en zonas críticas, por ejemplo, en los sujetos que serán protagonistas de la toma. Mejor que la luz se proyecte de forma suave sobre sus rostros, que en sus espaldas, así que podemos pedirles que se giren hasta que consigamos la posición ideal.
Si la luz que tenemos a nuestra disposición es potente pero está muy lejos de nuestros sujetos y es imposible iluminarlo con ella, podemos jugar a captar siluetas. Volvemos a insistir, es esencial que el teléfono esté completamente parado en el momento de la toma.
También existen luces artificiales y portátiles que se venden con intenciones profesionales, afortunadamente la tecnología LED ha avanzado bastante y es posible conseguir soluciones a precios muy bajos. Lo deberíamos tener en cuenta si vamos a trabajar mucho con situaciones luz complicadas.
4. Usa el flash de forma inteligente
¿Usar el flash del teléfono? No suele ser la mejor opción, ilumina de forma agresiva la escena ofreciéndonos resultados poco creativos. Lo habitual es que queme zonas que están muy cercanas a la cámara.
Si tu prioridad es captar algo que necesite definición, como un texto, puedes utilizar el flash. También podemos contemplar la opción de usarlo si los elementos están lejos, o incluso usar el flash de un segundo teléfono, encendido en modo linterna.
5. Dispara en manual, usa RAW
Si realmente quieres sacar más de tus imágenes, vas a tener que aprender a usar el modo manual de tu cámara. Desde él podremos jugar con parámetros más específicos, como la velocidad, la sensibilidad ISO, el balance de blancos, incluso tener acceso a un enfoque más preciso.
Muchos teléfonos te dan acceso a él como una opción, pero también está la posibilidad de utilizar aplicaciones de terceros - VSCO, Manual - que si son compatibles con tu dispositivo te dejan controlar muchas más cosas, también procesar las imágenes.
En general las cámaras de los teléfonos tienen un procesador de imagen muy bueno, ahí está gran parte de su magia, pero poder registrar una imagen en formato RAW nos lleva a otro nivel de fotografía. El LG G7 ThinQ nos permite salvar la toma en dicho formato, concretamente DNG.
Los archivos RAW ni están procesados ni comprimidos, como es el caso de los JPG. Nos permiten modificarlos mucho más en aspectos como recuperar sombras o ajustar luces altas, sin hacer daño a la imagen. Esto es un proceso que algunas aplicaciones móviles te permiten realizar, pero lo habitual es hacerlo en el ordenador.
6. No te olvides del HDR
Si el proceso de hacer una foto en manual y procesarla más tarde es demasiado complicado, puedes confiar en los modos automáticos del teléfono. Algo que funciona muy bien en la actualidad es el modo HDR, es fácil que mejore tomas en situaciones de luz complicadas sin que nosotros tengamos que hacer nada.
Lo que realmente hace es tomar varias instantánea en el momento, cada una de ella con diferentes parámetros de exposición. La magia la pone el software que las une asegurándote una toma con mejor rango dinámico, más atractiva. Te intenta ofrecer más detalle en sombras y elimina brillos elevados que queman determinadas zonas. Lo ideal es utilizarla junto a un trípode.
7. Utiliza SuperBright Camera
Al margen de HDR hoy en día es habitual encontrarnos en nuestros teléfonos con modos dedicados a tomas nocturnas, también podemos fiarnos de ellos con bastantes garantías de éxito. En algunos teléfonos se utilizan algoritmos basados en inteligencia artificial para identificar cuándo tiene que entrar en este modo y elegir los mejores parámetros posibles.
En el caso del LG G7 ThinQ tenemos Super Bright Mode, que nos permite hacer fotos como si casi fuera de día. Es posible conseguir un 75% más de luz que con el modo desconectado. Por mediación de la tecnología Pixel Binning, se suma la información de cuatro píxeles adyacentes, creando un SuperPixel con una información más apropiada para representar una toma nocturna.
8. No hagas Zoom
Mejor dicho, no hagas zoom de forma digital. Si ya es bastante complicado que el acercamiento digital sea utilizable en tomas con buena luz, cuando aparece la noche mejor ni pensar en usarlo. Si quieres recortar una zona en concreto, mejor hacerlo a posteriori, con la foto completa ya realizada.
Otra cuestión diferente es la presencia de diferentes cámaras en un mismo teléfono, en ese caso tendremos que saber cuál es la que tiene el objetivo más luminoso, cuenta con estabilización, y en definitiva, es la mejor opción para realizar una toma en situación complicada de luz. Si hay dudas, siempre podemos jugar a cambiar ambas cámaras y realizar la misma toma, luego tendremos tiempo de evaluar cuál es la que más nos gusta.
9. Conoce tu teléfono
Si contamos con un teléfono que dispone de una apertura en el objetivo mayor, hay mayores garantías de que los resultados tengan mayor calidad, ya que posibilita que llegue más luz hasta el sensor. En el caso del LG G7 ThinQ estamos ante una apertura récord de f/1,6, sin olvidarnos de que cuenta con estabilización óptica y electrónica en su cámara principal.
Pero cada teléfono y cada cámara es un mundo, con sus características, interfaces y modos de uso. Por esto siempre es interesante dedicarle un tiempo al conocimiento de sus puntos fuertes y sus debilidades.
Lo mismo podemos decir si aceptamos usar aplicaciones de terceros, así que cuantas más fotos hagamos y más situaciones diferentes abordemos, mejor será nuestra progresión como fotógrafo con esa herramienta concreta.
Como últimos consejos, bastante generales, decir que que es bueno dejar a la cámara en su formato y resolución nativa. Es mejor elegir la opción que hace la mejor foto que aquella diseñada para adaptarse a la pantalla del teléfono.
En la parte de procesado, prueba a convertir imágenes a blanco y negro, muchas veces se eliminan problemas de color más registrado por la falta de luz, además, el ruido no suele quedar tan feo.
No tengas miedo en experimentar, la fotografía digital nos ha regalado eso, no nos van a cobrar por cada toma.
Imágenes | Cortney Wood | Alla Biriuchkova | Alexander Kustov | Kipras Štreimikis
Precio oficial desde: 699€