Mañana se abrirá el cofre del tesoro de Nokia de esta generación de Windows Phone, la presentación oficial en España de la nueva gama Lumia comandada por el Nokia Lumia 920, ese gigante de 4.5 pulgadas y Windows Phone 8 que pretende llevar la batuta de esta generación del sistema operativo de Microsoft, tal como hizo con el Nokia Lumia 800 (y 900 en menor medida) en nuestro país en la generación anterior.
Nokia no ha escatimado esfuerzos para llegar a la primera generación de Windows Phone 8 con una señas de identidad claras, buscando diferenciarse del resto de Windows Phones a base de características técnicas, en contraposición a como lo hizo en Windows Phone 7, a base de software exclusivo y unos mapas que ya no son su coto privado de caza. Ahora tenemos lo mejor de ambos mundos software y hardware en el Nokia Lumia 920.
Trío de ases
En su día ya comentamos ampliamente sus características principales en esta partida de poker en la gama top de los distintos sistemas operativos, destacando fundamentalmente tres: su excelente pantalla PureMotion HD+, su innovadora tecnología de estabilización de imagen optoelectrónica Pureview (fase 2) para la cámara y la carga inductiva (estándar Qi) integrada de serie. Dejando de lado las polémicas iniciales de fakes publicitarios y de reinicios esporádicos, estamos ante uno de los terminales con más potencial de esta generación.
Nokia tendrá de esta manera un terminal digno de competir en el mercado frente a sus rivales, viviendo al igual que Apple al margen de la vorágine de núcleos que rodea a Android pero ofreciendo un rendimiento igual o superior, en soltura, del sistema operativo y con una pantalla HD que hará justicia a sus 4.5 pulgadas. Lejos quedan las 4.3 pulgadas del Lumia 900 con resolución de 800x480.
Sus rivales, dentro y fuera de Windows Phone
Sus rivales dentro de Windows Phone son fruto de HTC con su HTC 8X y de Samsung con su Samsung Ativ S. Dos enemigos de enjundia que juegan en inferioridad de condiciones debido a los motivos que comentábamos antes: las aplicaciones exclusivas de Nokia y las características hardware, dentro de la rigidez de Windows Phone 8 y sus márgenes de requisitos técnicos, que Nokia ha sabido explotar al límite.
La tendencia hacia una posible futura exclusividad de Windows Phone y Nokia es algo que aquel pacto inicial entre Nokia y Microsoft deslizó suavemente en el mercado, y a lo que el resto de fabricantes asisten con cierta resignación y parsimonia sin intentar entrar en el juego de características de valor añadido que Nokia lleva aportando durante el último año en un continuo de novedades.
Fuera del marco de Windows Phone los rivales son claros, por un lado el iPhone 5 de Apple , el Samsung Galaxy S3 y el Nexus 4 de Google (LG). Tres enemigos que cuentan con la ventaja de un rodaje mayor en el mercado tanto de los terminales en sí como de los sistemas operativos correspondientes (iOS y Android) o del precio como es el caso del Nexus 4.
Echando un vistazo rápido a los cuatro terminales en guerra, los acabados del iPhone 5 (aluminio anodizado y cristal), del Nexus 4 con cristal y del Nokia Lumia 920 (policarbonato unibody) son muy superiores a los plásticos del Galaxy S3, mientras que a nivel hardware el uso de NFC en Nokia, LG y Samsung deja a Apple como tema pendiente la implementación de esta tecnología en este generación. En las pantallas cada uno apuesta por su lado, con PureMotion HD+ en Nokia, pantalla retina del iPhone y Super Amoled HD en Samsung, muy subjetivo el poder decir que una sea mejor que otra en estos niveles. Y a nivel de rendimiento y fluidez del sistema operativo los cuatro núcleos de Android consiguen equipararse a los dos de Windows Phone (Qualcomm MSM8960) y los dos de Apple con su cpu A6. La elección radica más en qué sistema nos gusta más o qué terminal nos parece más atractivo que en sus características internas realmente.
Windows Phone 8, el camino hacia la perfección de Windows Phone
Es difícil explicar el funcionamiento de Windows Phone si no se ha palpado en primera persona. La sensación de aire fresco en el mundo de la telefonía móvil permanece intacta y las opciones de personalización a base de los tiles (mosaicos) de la pantalla de incicio son muy elevados pero requieren una curva de aprendizaje cuando venimos de otros sistemas.
Los tiles de nuestra tarjeta de contacto concentrando las notificaciones de las redes sociales, de imágenes mostrando un slideshow de las favoritas, de los contactos con una sucesión animada y aleatoria de las miniaturas de los mismos son sólo una muestra nativa de la versatilidad que da esta forma de comunicar actualizaciones en una aplicación a medio camino entre el icono de Apple y el widget de Android pero con lo mejor de ambos mundos. Ahora con los distintos tamaños personalizables de los tiles las posibilidades se multiplican y el aprovechamiento de la pantalla de inicio es máximo.
Uno de los mayores avances de Windows Phone 8 es que al formar parte del nuevo ecosistema Microsoft, las aplicaciones de Windows 8 RT (tablet surface) y Windows 8 serán adaptables de forma casi instantánea, permitiendo con un esfuerzo mínimo que el desarrollador pueda estar presente en tres sistemas ampliando su campo de acción y beneficios.
Windows Phone 8 cierra la puerta a Windows Phone 7 de forma brusca que nos crea reparos por si se pudiese repetir en el futuro, pero abre una nueva puerta magnífica en la que convergen el mundo de ordenadores, tablets e incluso futuras consolas de Microsoft, algo que nos inspira bastante más confianza que la singladura solitaria que Windows Phone 7 ha tenido hasta ahora con pequeños guiños al mundo Xbox.
Los operadores y Windows Phone, ¿aliados o enemigos?
Uno de los grandes culpables de la poca penetración de Windows Phone en nuestro país ha sido sin duda su escasa promoción en manos de los operadores de telefonía móvil, Windows Phone ha vivido la época de las subvenciones móviles que ya toca a su fin sin pena ni gloria, teniendo que esperar a la jubilación de cada generación para poder encontrar precios llamativos que incentivasen al público a correr el riesgo de aventurarse a un nuevo sistema, por muy bueno que sea como es el caso.
Gracias al nombre de Nokia junto al de Windows Phone esta situación consiguió revertirse en parte en Windows Phone 7.5, pero la definitiva confirmación de que Windows Phone 7 llegaría como máximo a ser Windows Phone 7.8 no ayudó mucho a que los Lumia 800 y 900 tuviesen el calado que merecían entre el gran público, creándose un receso de ventas que aún vemos intentando compensarlo en forma de ofertas continuas con estos y otros modelos de HTC o Samsung libres de fábrica.
La gran incógnita radica en si se habrán hecho los deberes con los operadores ahora que casi todos juegan en igualdad de condiciones sin las subvenciones, pagando íntegramente los terminales, y no representará una dura negociación el incorporarlos en sus catálogos; o si los precios del Lumia 920 libre serán realmente competitivos o se situarán en los márgenes más elevados junto al iPhone.
En una posición utópica quizás una especie de plan renovede Nokia Lumias o inclusión de accesorios incentivase un poco sus ventas de salida, a pesar de su precio previsiblemente elevado, como Samsung ha hecho a base de promociones agresivas con su Galaxy s3 regalando incluso tablets.
Conclusiones
La expectación que ha levantado el Nokia Lumia 920 es indiscutible, Nokia ha conseguido captar el foco de un mercado que ha criticado a Microsoft por la ruptura de Windows Phone 7 con la misma pasión que las virtudes de Windows Phone 8, un daño colateral en el que Nokia poco tiene que ver como fabricante pero que salpica igualmente.
Las capacidades de estabilización de imagen y captación de imágenes en condiciones de baja luminosidad serán un atractivo para los amantes de la fotografía que no les importe sacrificar tamaño y peso en favor de esas características. Las pruebas de esta espera por el Nokia Lumia 920 dejan a las claras que bien lo merece, pero es un dato a tener en cuenta.
La incorporación de la carga inalámbrica es un nuevo paso adelante, pero es curioso que el Lumia 920 incorpore de serie la posibilidad pero no se incluya la base de carga inductiva que lo permite.
Al final del camino y viendo la situación actual del mercado, quizás el precio pueda ser un elemento decisorio pero Nokia parece decidida a crear un producto de referencia, no tan rápidamente devaluable en el tiempo, que atesore una calidad por encima de la media en el tope de gama, aún a costa de sacrificar ventas. Un producto que justifique su valor con elementos muy diferenciadores del resto, una apuesta arriesgada siendo todavía un perseguidor en esta carrera celular. Mañana tendremos confirmación de precios que nos despejaran bastantes dudas de este artículo y nos permitirán ver con más objetividad el tentador futuro de este Nokia Lumia 920.
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