Ahora que hemos digerido la presentación de Nokia, toca analizar las novedades presentadas en el evento desde el punto de vista de la comparativa. Comenzamos con el Nokia Lumia 920 frente a su principal rival inmediato (veremos qué nos presenta HTC el 19 de septiembre) por parte de Samsung, con su Ativ S, y el paso evolutivo que implica como heredero del Nokia Lumia 900. Profundicemos un poco sobre los datos reales que manejamos ya.
Mismo corazón para todo Windows Phone
Parece que no habrá batalla de procesadores y núcleos en esta primera hornada de Windows Phone 8 que se avecina. Al contrario que en Android donde los núcleos son una carrera frenética, en Microsoft siguen manteniendo que no necesitan potencia para mover sus sistema y aplicaciones, el potente Qualcomm Snapdragon S4 a 1.5 GHz de doble núcleo es el motor que moverá tanto al Nokia Lumia 920 como al Samsung Ativ S. Acompañado del doble de RAM que la generación anterior para llegar al giga.
Podemos ver que el salto generacional respecto al Lumia 900, al margen de la mejoras propias del procesador que son numerosas en cuanto a rendimiento y procesado de imagen no implica subir la velocidad de reloj del procesador, pasando al doble núcleo con una frecuencia 100MHz superior.
Una incógnita en la pantalla
La pantalla, ese oscuro objeto de deseo, vuelve al punto de mira, la nueva tecnologia bautizada como PureMotion HD+ parece más un movimiento publicitario, que aunque no nos hace dudar de su calidad sí que nos hace dudar de que mantenga el nivel mostrado por las AMOLED de Samsung. Jugando con resoluciones HD ambos terminales para sacar el máximo provecho del nuevo sistema de cuadrícula de Windows Phone 8 en su pantalla de inicio.
Siguiendo con las innovaciones, el pasar frío ya no estará reñido con usar el móvil, Nokia ha demostrado mediante la tecnología Super sensitive touch de Synaptics que cualquier guante o incluso las uñas permitirán interactuar con el móvil sin retraso apreciable a pesar de ser una pantalla capacitiva convencional.
El Nokia Lumia 900, en el que se echó en falta la pantalla HD que ahora tenemos en el Nokia Lumia 920, queda ya lejos con sus 800×480 pixels aunque con un panel Amoled ClearBlack de gran calidad y definición que sorprendía por su buen funcionamiento bajo la luz directa del sol.
Capacidades Multimedia
Aquí es donde Nokia pretende lucirse con esta generación de Lumias, como ya vaticinamos la tecnología PureView estará presente en los nuevos Windows Phone 8 de Nokia, pero en lugar de apostar por el juego de simular un zoom óptico en base a fotos de alta resolución como hace el Nokia 808 PureView, ahora se apuesta por introducir un estabilizador de imagen real y funciones adicionales de edición fotográfica, como la eliminación de personas borrosas en las fotos con movimiento.
En la presentación de hoy se han visto ejemplos que demuestran una capacidad de capturar luz de cinco a diez veces superior a sus rivales, consiguiendo que en los atardeceres y noches tengamos una calidad de fotos muy superior y en condiciones de luz mayor nitidez. Se hablaba esa tarde en la conferencia de comparativas en la que las fotos del Galaxy S3 eran notablemente inferiores en calidad (y las fotos de un Samsung Galaxy S3 ya parecían excepcionales en multitud de condiciones desfavorables). Recordemos que el Galaxy Ativ S montará muy probablemente esa misma cámara que vimos en el Galaxy S3.
El tamaño y el peso sí importan
Son detalles que ya no miramos tanto, pero desde la fiebre ultraSlim de Samsung resulta curioso ver como generación tras generación mantienen o reducen el grosor de sus terminales. En este caso, tanto el peso como el grosor son un lastre del Nokia Lumia 920 frente al Samsung Ativ S, que reduce el peso en 50 gramos y el grosor en un par de milímetros. Son valores que en terminales de este tamaño sí son apreciables.
Pensamos que en el peso del Lumia influyen considerablemente las dos características novedosas de Nokia, el que venga diseñado ya para poder usar carga inalámbrica y la tecnología PureView Phase 2 para la estabilización de imagen tanto en fotografía como en video.
Teniendo en cuenta que es muy probable que la carga inalámbrica no forme parte de serie en el pack de venta, aquí son esclavos de usar un excelente cuerpo de policarbonato unibody (que afecta al peso) no reemplazable que no le spermite vender carcasas para carga inalámbrica o no.
Podemos ver como la serie Lumia mantiene por completo el diseño de su gama predecesora en el top de la gama, cuerpos de policarbonato y formas curvas y redondeadas. Incluso el Nokia Lumia 900 queda con un grosor levemente superior a este Nokia Lumia 920.
Conclusiones
Quizá nos ha dejado un ligero sabor agridulce, esa casi eterna sensación de que Nokia no saque un producto perfecto, sino susceptible siempre de ser mejorado en detalles llamativos.
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La pantalla de nombre rimbombante PureMotion HD+ de Nokia no dudamos que tenga gran calidad, pero todo el mundo echará de menos la tecnología AMOLED en mayor o menor medida cuando tengamos comparativas físicas.
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La expansión de memoria ausente comienza a ser una mala costumbre ahora que se permite en Windows Phone 8, máxime viendo que su hermano menor Nokia Lumia 820 sí que tiene expansión con tarjetas microSD.
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No es el PureView que esperábamos, tras los rumores de un sensor de unos 20 megapixels al final tenemos 8.7MP con estabilización de imagen real en el sensor.
Es una apuesta claramente continuista por parte de Nokia (si algo funciona no lo toques en demasía) que no ha dado del todo el golpe en la mesa que esperábamos a pesar de retomar sendas innovadoras como la carga inalámbrica o la estabilización de imagen. Mejora al Nokia Lumia 900, por supuesto, pero habrá que ver si la cámara y la caterva de aplicaciones exclusivas pueden o no convertirse en ese elemento diferenciador respecto a rivales muy similares como el Samsung Ativ S o los futuribles de HTC.
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