Nokia Lumia 920 y 820 serán compatibles con un estándar de carga por inducción

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3 Septiembre 2012

Christian D. Pérez

A tan sólo un par de días del anuncio oficial de los nuevos dispositivos de Nokia bajo plataforma Windows Phone 8, las filtraciones sobre lo que los de Espoo nos van a presentar se hacen más frecuentes.

Apenas tres días después de la filtración que mostraba los Nokia Lumia 920 y 820 con toda suerte de imágenes y un gran detalle en torno a sus especificaciones, hoy se nos revela una dato que no pasará desapercibido: la compatibilidad con el estándar Qi de carga inalámbrica por inducción.

Si bien no se trata de una gran novedad, el hecho de que el Nokia Lumia 920 y su hermano pequeño, el Lumia 820, incorporen de serie tal funcionalidad, abre un amplio espectro de posibilidades para el desarrollo de soluciones de carga por parte de terceros.

Que mejor para el tándem Nokia/Microsoft que un creciente apoyo, no sólo de la comunidad de desarrolladores sino también de la industria dedicada a los accesorios para dispositivos.

Para que nos hagamos una idea, la tecnología Qi (vocablo chino que hace referencia al flujo de energía así denominado en la ancestral medicina del gigante asiático, más conocido por la castellanización “chi”) está desarrollada por el Wireless Power Consortium que, como podréis adivinar por le nombre, reúne a los principales fabricantes de componentes y dispositivos en la rama de las telecomunicaciones.

Qi funciona generando un campo electromagnético entre el cargador y el dispositivo a través de la inducción magnética de una bobina transmisora que comunica con otros dispositivos compatibles a través de una frecuencia electromagnética específica, con una separación no superior a los 5 milímetros. O lo que es lo mismo, cualquier dispositivo Qi puede funcionar con cualquier cargador Qi.

Quién sabe si, de paso que Nokia incorpora de serie la carga inalámbrica en sus modelos más avanzados, rompe una lanza en favor de la implantación definitiva de un modelo de carga que acabe con la sempiterna maraña de cables.

Vía | The Verge.