Llevo más de seis años en O2 y estoy contenta, pero tengo claro a qué operador me iría si decidiera cambiarme

Hace ya más de seis años que, tras toda una vida en Movistar, decidí hacer la portabilidad a O2, su marca hermana, la enseña con la que Telefónica trata de competir en el mercado low cost. Y la verdad es que, después de todo este tiempo, estoy muy satisfecha con mi operador.

Sin embargo, como me dedico a escribir sobre tarifas, redes y telecomunicaciones en general, muchas veces me he planteado a qué operador me iría si algún día decidiera cambiarme. Cada vez lo tengo más claro: elegiría a Pepephone por muchos motivos.

Pepephone y O2, dos mellizos

En los más de seis años que llevo en O2, jamás me ha subido el precio. Todo lo contrario. Ha ido mejorando tanto las tarifas con más gigas y más velocidad hasta el punto de que me ha permitido cambiar a un plan más barato teniendo prácticamente lo mismo. O plantearme pasar a una tarifa superior para tener mucho más por muy poco menos.

Además, nunca me molestan con llamadas comerciales, son muy claros en la facturación y siempre me aplican las mejoras al mismo tiempo que a los clientes nuevos. Las pocas veces que he tenido que hablar con atención al cliente, han sido resolutivos y muy amables. Y por si fuera poco, no me cobran por cosas como la identificación de llamada, algo que sí hace Movistar, por ejemplo.

Otra cosa importante: algunas ventajas que podrían estar reservadas a Movistar como marca premium también han acabado llegando a O2, como la navegación IPv6 o el 5G+. Por todo ello, estoy contenta con mi operador y no me planteo la portabilidad a corto plazo.

Sin embargo, como he comentado al principio, alguna vez me han preguntado cuál sería mi destino si decidiera cambiar de operador. Tampoco tengo dudas en esto: Pepephone. ¿Y por qué? Pues porque desde sus inicios, y en términos general, comparte la misma filosofía de O2.

Desde la prohibición de molestar con llamadas o mensajes comerciales a la obligación de aplicar las mejoras a clientes nuevos y actuales por igual, pasando por la sencillez de sus servicios y su facturación. Algo tendrá que ver que detrás del lanzamiento de ambas marcas está la misma persona, claro (sí, hablo de Pedro Serrahima).

Pepephone, además, cuenta con algo de lo que carece O2: la posibilidad de contratar servicios adicionales como Netflix, Max o Prime Video. Y encima, premia la fidelidad de sus usuarios más antiguos rebajando su cuota 1 euro por cada año que lleven en Pepephone (no en todas las tarifas). Toda la gente que conozco de Pepephone está muy satisfecha. Y esa es la mejor señal.

Imagen de portada | O2

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