Ya desde su nacimiento, O2 se posicionó como la marca medium-cost de Telefónica, un peldaño por encima de la ya extinta Tuenti y uno por debajo de Movistar. Sus armas eran unos precios más competitivos que esta última usando su red, una atención al cliente que se llevaría desde España y la promesa de no molestar a sus clientes. Todo ello sin permanencia.
A mí me convencieron, de manera que, tras muchos años en Movistar, decidí tramitar mi portabilidad a O2 en 2019. Y como yo, mucha gente. Durante estos tres años, la segunda marca de Telefónica ha ido añadiendo mejoras en mi tarifa sin subirme el precio, pero la última de ellas ha sido tan grande, que ahora me sobra velocidad y me sobran gigas. ¿Qué he hecho yo? Pedir el cambio a una tarifa inferior, de manera que ahora pago mucho menos y tengo casi lo mismo que antes. Jugada redonda.
Del 'más por lo mismo' al 'casi lo mismo por menos'
Años tras año, asistimos a subidas de precio en nuestras tarifas de fibra y móvil, especialmente, si somos clientes de alguna de las operadoras premium. Y casi todas las veces, esos incrementos en la factura vienen acompañados de alguna mejora en forma de más velocidad en la fibra, más gigas en el móvil o más contenidos en la televisión. Es lo que se conoce como la estrategia del "más por más".
En las segundas marcas de las grandes teleco y los OMVs low-cost, es más habitual encontrarnos mejoras gratuitas, es decir, "más por lo mismo". Eso es, precisamente, lo que ha ido haciendo O2 en los últimos años, hasta el punto de que sus tarifas más bajas han mejorado tanto que, si te pasas a una de ellas, tienes "casi lo mismo por menos".
En mi caso, yo tenía contratado el combinado de 600 Mbps de fibra + 60 GB en el móvil por 50 euros al mes. En agosto, O2 me alegró las vacaciones diciendo que me subía la velocidad a 1 Gbps y me aumentaba el bono de datos a 100 GB. Todo ello, gratis. Genial, pensé, ahora tengo casi el doble de velocidad y casi el doble de gigas por los mismos 50 euros al mes que pagaba hasta ahora.
Mejoramos nuestras tarifas sin cambiar el precio. El cambio se aplicará desde hoy a los actuales clientes de forma automática.
— O2 España (@o2es) August 18, 2022
Para los nuevos clientes que contraten estas tarifas, también aplicaremos la mejora.
Solo O2 hace las cosas como O2 pic.twitter.com/XkD4WF4gE8
Pero llegó septiembre y, ante el panorama tan negro que se nos avecina con la inflación disparada, me puse a echar cuentas para ver dónde podía ahorrar. Fue entonces cuando me vino a la mente algo que ya me había planteado otras veces: ¿para qué quiero tantos gigas y tanta velocidad? Yo ya estaba satisfecha con lo que tenía antes del verano, incluso me sobraban la mitad de los datos casi todos los meses.
¿Solución? Pedir el cambio a la tarifa inmediatamente inferior, que también había recibido una importante mejora: de 300 Mbps y 25 GB había pasado a 500 Mbps y 50 GB por la misma cuota mensual de 38 euros. ¿Suficiente velocidad y suficientes gigas? Para mí, sí.
Con el cambio (que dicho sea de paso, tramité en unos minutos a través de la app 'Mi O2'), me ahorraba 12 euros al mes (144 euros al año) y perdía 100 Mbps de velocidad y 10 GB en el móvil respecto a lo que tenía en agosto. Las mejoras en las tarifas están muy bien, pero el ahorro en la factura es aún mejor, valga la redundancia.
Y es que, ¿cuántas veces hemos oído aquello de: "yo no quiero más gigas, lo que quiero es que no me suban el precio"? En este caso, O2 me daba más gigas (y más velocidad) sin pedirme más dinero a cambio, y sí, le doy las gracias por ello. Pero le agradezco todavía más ofrecerme una opción para pagar menos teniendo casi lo mismo.
De 600 Mbps + 60 GB por 50 euros al mes, he pasado a 500 Mbps + 50 GB por 38 euros al mes. Pero es que, si echo la vista atrás, estoy pagando menos que al principio y tengo mucho más, pues empecé contratando el combinado de 300 Mbps y 20 GB por 50 euros al mes, una tarifa que ha ido recibiendo diversas mejoras en forma de gigas, de velocidad, de llamadas ilimitadas a móviles o incluso de 5G. Y esto último sin reconocerlo oficialmente.
Lo sé, muchos lectores no tenéis estas tarifas donde vivís porque, como ya sabemos, las propuestas más competitivas de O2 están "sujetas a disponibilidad geográfica y regulatoria", es decir, a que el cliente resida en uno de los 696 municipios de la zona libre o competitiva. También habrá muchos, muchísimos, que no seáis clientes de O2 y otros que prefiráis las mejoras a pagar menos.
Mi intención, simplemente, es poneros un ejemplo de cómo, comprobando de vez en cuando lo que ofrece vuestro operador y lo que realmente necesitáis, es posible ahorrar algo de dinero. No hay que quedarse en el "te doy más gratis", a veces podemos buscar el "te doy casi lo mismo más barato".
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