En 2006 llegó el primer operador virtual a España. Carrefour Móvil sería el primer OMV en nuestro país, comenzando su comercialización en octubre de aquel año, adelantándose incluso al lanzamiento de Yoigo, que tras años de retrasos y bajo la amenaza de perder su licencia para usar la banda de los 2.100 MHz, empezó su andadura el 1 de diciembre.
El OMV de los hipermercados solo fue el primero, tras él llegaron varios años decenas más, que empujaron los precios de la telefonía móvil en España a la baja. Pero tras varios años en los que triunfaron, en los últimos tiempos a los virtuales no les va igual de bien, incluso llegando a desaparecer más de uno. La convergencia puede haberles hecho daño, pero sin duda lo que les está hiriendo de muerte son las segundas marcas de los grandes operadores.
Los engañosos datos de los OMVs
Los virtuales tocaron techo en junio de 2014, cuando rozaron en total los ocho millones de líneas móviles, llegando a ganar incluso más de 300.000 líneas en un solo mes. La apuesta de este tipo de operadores por los precios bajos hizo que los grandes no parasen de desangrarse. Pero aquella situación dista mucho de la actual, con los virtuales apenas superando las cinco millones de líneas e incluso perdiendo líneas.
Detrás de esos datos, proporcionados por la CNMC, hay mucha tela que cortar. Y es que por ejemplo, de los 7,8 millones de líneas de los virtuales hace dos años más de tres millones estaban en manos de Jazztel y ONO, que aunque en el apartado móvil eran virtuales contaban con redes fijas. A ese dato también habría que sumar más de medio millón de líneas en manos de las cableras, por lo que descontando los cinco grandes operadores, los OMVs puros y duros contarían con poco más de cuatro millones de clientes.
Pero además, dentro de esos datos también podemos seguir haciendo disección. Simyo (en manos de Orange desde 2012) también contaba con medio millón de clientes. Si a eso sumamos que Lycamobile contaba por entonces con cerca de otro millón y medio de clientes (todos de tarjeta, entre las que seguramente habría líneas con muy baja actividad) nos quedamos ya con dos millones de líneas a repartir entre aproximadamente unas 30 marcas, lo que revela que el tamaño de esos virtuales es muy pequeño.
Los grandes lanzan segundas marcas
Como ya hemos visto, excluyendo las líneas móviles en manos de los grandes operadores que han sido absorbidos por Vodafone y Orange, las cableras y dos OMVs, los virtuales habrían llegado a un máximo de dos millones de líneas móviles en su momento de mayor éxito. Y al principio parecía que los operadores con red despreciaban a estos operadores, pero no iba a ser así eternamente.
Todos los grandes operadores cuentan con segundas marcas desde 2012
Uno de los golpes que han infligido estos operadores a los virtuales ha sido la convergencia, pero hemos de tener en cuenta que muchos de los que están en OMVs lo están por su perfil de bajo consumo, que les aleja de los packs convergentes. Con lo que realmente están haciendo daño los OMRs a los OMVs es con sus segundas marcas.
La pelea directa empezó en 2012. A comienzos de año Tuenti (en manos de Movistar) salía de su fase beta con unas tarifas prepago sin competencia, mientras en verano Orange repescaba la muy conocida Amena. Todos esperábamos por entonces el movimiento de Vodafone, que se quedó en el lanzamiento de las tarifas yu. El año se cerró con la compra de Simyo por parte de Orange.
Simyo y Lowi, los auténticos torpedos
Por entonces la agresividad de esas segundas marcas contra los OMVs tampoco era extrema, al fin al cabo los virtuales también eran un negocio para los grandes operadores, al prestarles sus redes. Algo debió cambiar posteriormente, ya que Orange puso a éstos en el punto de mira con una importante reforma de las tarifas de Simyo, que pasaban a ser al gusto del consumidor. Primer torpedo contra los virtuales, siendo además Orange el operador con más OMVs bajo su paraguas.
Y entonces llegó el ataque de Vodafone a los virtuales. Tras el cambio de cobertura de Pepephone (de Vodafone a Movistar) el operador rojo se quedó sin un importante cliente, por lo que decidió crear una nueva marca, Lowi. Este operador cuenta con una oferta muy sencilla, con llamadas a cero céntimos por minuto y un bono de datos que parte de un giga, ampliable a tramos. Pero su punto fuerte es la posibilidad de acumular megas de un mes para otro, algo que los virtuales puros reconocen no poder ofrecer.
Desde esos dos movimientos y hasta que hemos dejado de conocer los datos de portabilidades de los virtuales (en noviembre de 2015) Simyo y Lowi mandaban en este apartado hasta el fuerte crecimiento de Másmóvil (ayudado por la compra de Happy Móvil) en la segunda mitad de 2015. Quitando el operador amarillo, la gran mayoría de los virtuales se movían entre ganancias que rara vez superaban las 1.000 mensuales y las pérdidas.
Habrá nuevas bajas y fusiones
Con este panorama y los bajos datos de los últimos meses de los OMVs en su conjunto, menos de 20.000 líneas ganadas en febrero, parece que de los virtuales solo nos podemos esperar dos cosas: nuevas desapariciones y concentraciones, en forma de fusiones o compras. Actualmente podríamos decir que solo hay dos OMVs fuertes, que han recorrido caminos muy distintos para llegar a cerca de medio millón de clientes cada uno: Másmóvil y Pepephone.
Fuera de ellos dos, cualquier otro OMV cuenta con un futuro incierto. Lebara y Lycamobile pueden salvarse de la quema dado su alto número de clientes (aunque de prepago) y su presencia en más países, pero el resto de marcas son candidatas a desaparecer o a ser compradas por alguien más grande. Algo que no favorecerá a los usuarios desde luego, pero el mercado de la telefonía móvil en España ha llegado a su punto de madurez, en el que lo normal es que se reduzca el número de operadores.
En Xataka Móvil | ¿Quieres cambiar de tarifa y operador móvil? aquí encontrarás todo lo que necesitas saber
Ver 18 comentarios