Orange y MásMóvil tienen la aprobación de Bruselas para su fusión, que será efectiva en primavera

Por fin. Casi dos años después del anuncio de la creación de una joint venture entre Orange España y el grupo MásMóvil, ambas compañías ya tienen luz verde por parte de la Comisión Europea para llevar a cabo su fusión bajo unas condiciones o remedies que garanticen la competencia.

El visto bueno desde Bruselas era el mayor escollo a la aprobación de la fusión, que tradicionalmente ha sido contraria a la concentración del mercado y se ha resistido a reducir por debajo de tres los operadores con capacidad de desplegar una red propia.

El Gobierno español tiene la última palabra

Orange y MASMOVIL han recibido hoy la autorización de la Comisión Europea para combinar sus operaciones en España. Ambas partes se convertirán en un operador líder combinando los activos, capacidades y equipos de las dos compañías en España para dar servicio a más de siete millones de clientes de banda ancha, 30 millones de servicios móviles y 2,2 millones de clientes de televisión.

Como parte del paquete de remedios propuestos, las partes han acordado ceder a Digi 60MHz de espectro (pendiente de aprobación por parte del Gobierno español) y un acuerdo opcional de roaming nacional con condiciones ventajosas.

Con este espectro, Digi no podrá montar una red móvil tan relevante como la de sus rivales, pero estará en una posición más fuerte para mejorar sus acuerdos mayoristas que le permitan seguir bajando los precios de las telecomunicaciones en España, y desplegar red allí donde crea conveniente.

Para la Comisión, Digi es un comprador adecuado para el espectro, puesto es el OMV más grande y de más rápido crecimiento en España. Tiene experiencia como operador de redes móviles en otros Estados de la UE y tiene una red de fibra relativamente grande que continúa construyendo. En consecuencia, los compromisos no incluyen ningún activo fijo de banda ancha.

Europa despeja dudas sobre su posición ante la consolidación del mercado de las telecomunicaciones, y aunque se ha mostrado permisivo ante una fusión de calado que creará un nuevo gigante de las telecomunicaciones en España y desbancará a Movistar como operador con más clientes, la exigencia de mantener un cuarto operador con red parece inamovible.

Tras la aprobación oficial de Bruselas, ya solamente falta la aprobación del Gobierno español en lo que respecta a las inversiones extranjeras y al traspaso de frecuencias, así como la autorización del Banco de España. Si ese trámite no se retrasa, la fusión podría cerrarse definitivamente en primavera.

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