La telefonía fija está tocada de muerte, y en Francia ya han dado un primer gran paso

Nació en 1876 y puede morir dentro de poco a causa de los teléfonos móviles. La telefonía fija está tocada de muerte, y en Francia han puesto una primera piedra, aunque de considerables dimensiones, para que eso sucede dentro de no demasiado tiempo. Tener un teléfono fijo en casa es ya una rareza en muchos hogares, y puede que no tardemos en considerarlo como algo de otro tiempo. Del pasado.

Los teléfonos móviles han ido cobrando importancia con el paso del tiempo, y hoy son el centro del mercado mundial de telecomunicaciones. Cada año se venden en torno a 1.500 millones de unidades en el mundo, y los operadores centran sus esfuerzos en ellos. Tanto, que ya no es extraño que circulen tarifas con llamadas ilimitadas, las auténticas culpables de que un teléfono fijo en casa ya no sea algo necesario.

Quien quiera fijo tendrá una caja inalámbrica

Tal vez ocurra en el futuro con las líneas fijas de ADSL o fibra, aunque la infraestructura móvil no está aún preparada para soportar el tráfico de datos fijo con la que actualmente se carga a la fija. Por ahora, las llamadas ilimitadas han mermado mucho el mercado de los teléfonos fijos y en Francia se han propuesto dejar de instalarlas.

La fecha elegida es el 15 de noviembre. A partir de ese día, no se podrá contratar un teléfono fijo en Francia. Aunque el servicio de los ya existentes seguirá aún durante varios años, y ya se habla de que no se cortará el servicio hasta, al menos, el año 2023. Aunque conociendo el sector, las 'telecos' son muy dadas a ofrecer plazos en bloques de cinco años y que pueden cambiar con el paso del tiempo.

El primer paso lo dará Orange, cuyos futuros nuevos clientes, y los actuales, no podrán solicitar la instalación de un teléfono fijo en su hogar o en cualquier otra dependencia, como oficinas y otros locales comerciales. Si los futuros usuarios de Orange en Francia quieren, pese a todo, tener un teléfono fijo en su domicilio, tendrán que solicitar una caja con conexión inalámbrica. Dicho fijo será, a la hora de la verdad, un teléfono conectado a una línea móvil que podrá moverse a donde sea necesaria. Es decir, un móvil de considerables dimensiones.

El operador francés ya ha hecho una prueba piloto con este tipo de prohibición en la Bretaña francesa. Allí, en un total de 14 municipios de Finisterre (desde Bénodet a Fouesnant) han probado el funcionamiento de estas cajas inalámbricas, ofertándola junto a las nuevas altas y comprobando que el sistema sea viable para una expansión mucho mayor.

Equipos sencillos para ancianos

Así pues, a partir del 15 de noviembre ya no habrá más altas de líneas fijas con Orange en Francia, y se mantendrá el funcionamiento de las actuales hasta 2023, fecha en la que el operador comenzará la desconexión "placa por placa". Por lo que la vida de éstas puede ser aún mayor. Según informa Orange, habrá "equipos simplificados para ancianos" de forma que puedan permitirse prescindir de los sencillos teléfonos fijos.

En el caso de las empresas, el proceso será similar. Según firman la página Fax, "el 70% de las empresas francesas aún están equipadas con PSTN, al menos para algunas instalaciones de telefonías". Estas empresas deberán dar también el salto a la telefonía móvil, bien pasándose directamente al uso del smartphone o a través de las cajas que Orange comercializará a partir de noviembre.

Así, en Francia se llegará a la total extinción del teléfono fijo en cuestión de años. Veremos cuánto tarda este programa en expandirse a otros territorios en los que Orange ya opera, como España, o cuánto tardarán otros operadores en imitar a la compañía naranja y comenzar su propio proceso de desconexión. Mientras tanto, toca esperar a que el teléfono fijo sea cosa del pasado. ¿Será pronto?

Vía | LeParisien
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