Interesante artículo en TechCrunch sobre el funcionamiento de la empresa china, conocida por su crecimiento meteórico en los dos últimos años, y por crear productos atractivos y modernos, por un precio bastante bajo. El secreto parece estar en su distribución online, pero hay algo más que los ayuda a ser competitivos.
Vender 61 millones de teléfonos en un año está al alcance de muy pocos, y hacerlo a precios más bajos que la competencia, hace que muchos piensen que hay gato encerrado. Así han superado a Samsung en su país natal, y son el tercer fabricante a nivel mundial.
Lo normal es encontrarnos en su oferta un gama alta por unos 300 doláres, y un teléfono un escalón por debajo por unos 150 dólares. En ambos casos el precio está más que justificado por las especificaciones, diseño, software y servicios.
Con el último Mi Note han subido los precios por primera vez, estando más cerca de los 500 dólares, pero han mantenido una versión que sigue jugando en la liga anterior. Creo que siguen siendo bastante justos con lo que ofrecen.
Siempre se ha hablado que Xiaomi vende a coste de fabricación, con la intención de hacer cuota de mercado, y conseguir dinero con los servicios que utilizan sus teléfonos y tablets. Hugo Barra, que es su representante a nivel internacional, nos cuenta que el secreto tiene que ver con un catálogo pequeño, una producción muy controlada, y una vida muy larga por cada producto.
El último punto es bastante cierto, mientras otros se ofuscan en actualizar gama cada seis meses, en Xiaomi estiran a vida de cada Mi todo lo posible. Podemos ver como aparecen modelos nuevos, y los anteriores siguen vigentes con un precio inferior.
Aunque de ello no hablan en TechCrunch, yo aporto un dato que me parece bastante interesante. Xiaomi realmente no es una empresa innovadora, no parece contar con un departamento de investigación y desarrollo potente, como sí lucen otras compañías chinas. Cara componente es conocido, y está también al alcance de otros fabricantes.
Larga vida para los Mi
La media de vida de un Mi se mueve entre los 18 y 24 meses, en ese tiempo se van a producir entre tres y cuatro bajadas de precio. Por ejemplo, el Mi2 y Mi2s son prácticamente el mismo modelo, y si sumamos su tiempo de vida, llega hasta los 26 meses. Con el primer Redmi, han tenido una vida de 16 meses hasta que fue presentado el segundo.
Esto es importante por varios aspectos, primero, se hacen rentables conforme pasa el tiempo – de ahí los recortes de precio -, pueden negociar unas condiciones especiales con los suministradores de componentes, que saben que van a tener comprador por bastante tiempo. Suponemos que los márgenes de beneficios no serán gigantes, pero se mejoran conforme pasan los meses, y vendiendo tantas cantidades, al final consigue ingresar de forma importante.
En este juego se convierten en dependientes de ciertos fabricantes de componentes, como Qualcomm, Sharp o Japan Display, pero la realidad es que los productos que le ofrecen son de primera, y vemos como se repiten en cada teléfono, incluso en la renovación de cada modelo. Hugo Barra asegura que es crucial mantener un catálogo muy pequeño – dos teléfonos por año - con el que poder negociar con garantías.
¿Cómo consiguen alargar la vida de un teléfono más tiempo que otros? Primero, eligiendo un hardware moderno para el momento en el que sale al mercado, algo que posiblemente no sea rentable en sus primeros meses de vida, pero merece la pena a la larga.
Lo segundo, manteniendo una política de actualizaciones de software muy seria, que sus clientes tengan la certeza de que no se quedan tirados. También asegura que se trabaje en una optimización del hardware a lo largo del tiempo, que salvando las distancias, es lo que hace Apple.
Por último tenemos la distribución y venta online, un aspecto que hemos tratado en multitud de ocasiones. No quieren intermediarios que hagan subir el precio de los productos, y es algo que su competencia más directa está copiando.
No trabajan demasiado la relación con operadoras, pero en su salida de China es algo que están mejorando. Al llegar a India entendieron que era complicado relacionarse con ellas, cuando los productos que más se venden son de prepago.
Europa es otra cosa
Es muy interesante tener a mano una explicación por parte de Xiaomi, que podamos compartir y comentar, pero hay muchas incógnitas en una posible llegada a mercados occidentales (Europa y Estados Unidos).
Nos gustaría conocer cómo serían esos precios con nuestros impuestos, y el gasto de desplegar la marca en la zona. Por no hablar de posibles problemas de patentes, que no suelen aflorar hasta que empiezas a vender tanto que molestas a los nombres establecidos. Estoy seguro de que tendrían que cambiar detalles importantes de su estrategia cuando se decidan a vender aquí.
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