El Xiaomi Mi Mix puede habernos enseñado el futuro del audio en smartphones

El mal del comentarista deportivo es afirmar que algo está ocurriendo sobre el campo y que dos jugadas después, todo cambie. Con los medios tecnológicos pasa exactamente igual pues una decisión puede variar el rumbo de una compañía, para bien o para mal. Hace bien poco hablábamos justo aquí de que Xiaomi había perdido punch en cuanto a innovación y ayer dio la sorpresa, el Xiaomi Mi Mix. No había tenido filtraciones de ningún tipo, una jugada maestra.

Su factor forma gustará más o menos pero lo cierto es que el Mi Mix puso sobre la mesa un concepto perfectamente funcional sobre cómo otorgar a un smartphone un ratio de pantalla de más de 90%. Pero dejó otro dato que no se destacó tanto y que puede ser clave para el futuro del audio en smartphones. El Mi Mix no tiene altavoces, hace vibrar el marco de su smartphone.

Cantilever piezoelectric ceramic acoustic technology

Este nombre tan complejo, poco sonoro y difícilmente pronunciable si lo reducimos a siglas es el que define el nuevo sistema de sonido que Xiaomi ha propuesto para su Mi Mix. De base, comparte similitudes con el audio de conducción ósea que quería emplear Google con sus Google Glass y que ya usan algunos auriculares comerciales. Simplemente, el sonido no se transmite hacia el hueso sino hacia el marco del smartphone.

El sistema del Mi Mix cuenta con un DAC, una pieza que encontramos en prácticamente todos los smartphones y que se encarga de convertir el audio digital en analógico, que a su vez transmite ese sonido a una pieza cerámica piezoeléctrica. Esta pieza es la fundamental pues es la encargada de convertir esa energía eléctrica que llega desde el DAC en energía mecánica.

La piezoelectricidad es una propiedad de algunos materiales, como de la cerámica empleada por Xiaomi, para deformarse y recuperar su forma original cuando se aplica sobre ellos algún tipo de campo electromagnético. En este caso, la pieza se deforma al recibir el audio analógico para transmitirlo a su vez al marco del teléfono.

En términos profanos, sería el equivalente al sonido que llega a un músico para que él lo reproduzca. El sonido le llega de forma analógica a través de unos auriculares y él lo traduce en movimiento físico con el instrumento de que disponga. El instrumento, en este caso, es el marco metálico del Mi Mix, el encargado en última instancia de transmitir el sonido que oirá el usuario.

Así, el sonido digital del smartphone pasa por un innovador proceso y acaba convertido en sonido transmitido a través del marco metálico del Xiaomi Mi Mix. De la fuente digital a nuestro oído sin emplear ningún tipo de altavoz tradicional. Esta mejora permite, por ejemplo, que el teléfono no necesite de un altavoz situado en el marco ni de ninguna abertura física para que el sonido se pueda reproducir.

Un cambio de concepto en cuanto a la reproducción del sonido en lo smartphones que puede afectar al diseño de los mismos en el futuro. Por supuesto, dependerá de hasta dónde se lleve esta tecnología que, recordemos, Xiaomi ha utilizado para un móvil conceptual pero perfectamente funcional. Aunque las pantallas curvas Edge también fueron un concepto funcional de Samsung y ahora inundan el mercado.

Xiaomi lidera pero, ¿por cuánto tiempo?

Esperábamos que Xiaomi diese tarde o temprano un paso adelante en cuanto a diseño, sobre todo para librarse del estigma del "fabricante que copia a otros fabricantes". Al fin lo ha dado y con un smartphone cuyo futuro aún es incierto pero que es indudablemente revolucionario. Un ratio de más del 90% de pantalla, un cuerpo cerámico y este nuevo sistema de transmisión del sonido que puede ser el futuro.

Poco a poco, Xiaomi nos va enseñando cómo quiere que sea sus terminales en el futuro. Quizá también nos muestre cómo será el resto de la industria. Cuerpos cerámicos que no obligan a llevar la antena al exterior, lectores de huellas ultrasónicos, sistemas de sonido que no necesitan altavoces, inmensas pantallas sin marcos. ¿Se subirá el mercado al tren de Xiaomi? Ojalá.

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