En los últimos meses hemos asistido a una nueva guerra entre fabricantes móviles, la de tener el móvil más fino del mundo. Sin las más conocidas marcas de por medio la pelea ha estado protagonizada por fabricantes chinos, que habitualmente han hecho de sus teléfonos más delgados su buque insignia.
La veda la abrió Gionee con su Elife5.1 y sus 5.15 milímetros de grosor, marca que posteriormente igualó Kazam con el Tornado 348. Posteriormente Oppo sacó su R5, con 4.85 milímetros, para llegar luego Vivo con el X5 Max, 4.8 milímetros, y finalmente Coolpad rompió todas las marcas con el Ivvy K1 Mini y sus 4.75 milímetros. Pero pronto veremos como esa marca baja sigue bajando.
Gionee ha sido una de las marcas que más ha apostado por los móviles ultradelgados. En el pasado MWC dieron a conocer el Elife5.5, con 5.5 milímetros de grosor, y posteriormente rebajaron su propia marca en 0.4 milímetros con el Elife 5.1. Pero superados por otros fabricantes desde Gionee quieren seguir en la pelea por tener el smartphone más fino, presentando el 2 de marzo en el marco del MWC un nuevo smartphone.
La promesa de la marca es la de lanzar un gama alta que no vea comprometido su rendimiento por su extrema delgadez. Desde Gionee apuntan a que otros fabricantes han llegado a renunciar al jack de audio o a buenas cámaras por adelgazar sus teléfonos. Veremos entonces como lo hace este fabricante para conseguir el teléfono más fino del mundo.
Vía | PhoneArena
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