No todo es Samsung o es el iPhone en el mercado de los smartphones, sobre todo si hablamos de Android y de la enorme competencia que existe en gamas medias y bajas, categorías en las que el precio tiende a primar más que características punteras que, seamos sinceros, solemos desaprovechar. En estas aguas, las medias, es donde se mueve el Gigabyte GSmart Elite, que llamaremos GSmart Elite a partir de ahora por aquello de la economía del lenguaje.
El GSmart Elite no está construido para enamorar, aunque ciertos aspectos de su diseño nos han gustado mucho. Su objetivo es otro, y así lo dictan los 4000 mAh de batería que en Gigabyte han decidido montar en su dispositivo. Olvidemos lo que conocemos hasta ahora como una "autonomía corriente", pero antes vayamos paso por paso. Empecemos con las entrañas.
Un móvil sin nada excepcional salvo la batería
Hemos de saber en qué aguas nos movemos a la hora de analizar componente a componente este GSmart Elite de Gigabyte. Hablamos de un smartphone que podrá adquirirse en España a un precio de unos 140 euros en función de qué tienda consultemos. Nada mal teniendo en cuenta qué es lo que su fabricante ha montado en sus tripas.
Veamos la lista de especificaciones.
Pantalla | 294 píxeles por pulgada |
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Procesador | |
Núcleos | |
GPU | |
RAM | |
Memoria | |
OS | |
Conectividad | 3G: 900/2100 MHz (BANDAS WCDMA VIII / I ) Bluetooth 4.0 |
Batería | |
Cámara trasera | Cámara frontal |
Otros | |
Dimensiones y peso | 150 gramos |
Precio aproximado |
Y ahora que sabemos qué es lo que nos ofrece el GSmart Elite, comencemos con el diseño de este terminal de color blanco y oro.
El diseño: bonito aunque no demasiado ambicioso
Nos vamos acostumbrando a que los terminales, dejando algunos modelos más concretos, tiendan a parecer todos el mismo a cierta distancia. La configuración actual no admite muchas florituras, con una gran pantalla que absorbe la atención y el espacio frontal, con botones hápticos y una trasera con un gran espacio para que lo ocupe únicamente la cámara. No obstante, en Gigabyte han intentado algo distinto en cuanto a diseño, llamémoslo así, con su GSmart Elite.
No encontraremos en él materiales de alta calidad, ni el fabricante pretende situarlo en estas esferas. Cuando sacamos el GSmart Elite de la caja nos topamos con un smartphone de color blanco con un cuerpo de plástico al que, y esto es de agradecer, podemos retirarle la parte trasera para cambiar la batería, la SIM y la microSD. Parecía que la tendencia a hacer terminales estancos iba a acabar dominando el mercado pero Gigabyte ha preferido seguir el modelo clásico.
Los detalles de color los encontramos en el marco, también de plástico, que se presenta con una textura rugosa y de color dorado. Se trata de un detalle llamativo y que introduce "algo distinto", aunque no se aprecia demasiado en el agarre por lo que es más estético que funcional. No obstante, se agradece que no haya optado por el título monobloque de color blanco.
En cuanto a la situación de los conectores, encontramos a ambos en la parte superior. El puerto microUSB de carga centrado y el minijack para auriculares de 3,5 milímetros un poco a la izquierda. El resto del marco queda para los botones laterales de encendido y de volumen, distribuidos entre ambos laterales.
Quizá sea una tontería, por la cantidad de smartphones que montan el minijack en la parte superior, pero habría apreciado el cambio de ubicación, sobre todo para poder introducir el móvil en el bolsillo con los auriculares conectados sin tener que preocuparme de si doblo o no el conector. Creedme cuando os digo que es mucho mejor así, mi día a día es un LG G3 y aprecio esa característica.
Cerramos la descripción física del terminal con la parte trasera sin más añadidos que el altavoz trasero (habría valorado más que fuese frontal) en la parte central baja y la cámara con el flash LED acompañándola en la parte superior izquierda. No andan muy simétricos en el departamento de diseño de smartphone en Gigabyte, por lo que parece. Quizá lo apreciéis más o menos, pero el detalle está ahí y debía ser comentado.
La pantalla: mejorable
Cinco pulgadas con resolución HD, lo diremos una y mil veces, más que suficiente para casi todos los mortales. Con 294 píxeles por pulgada que nos permiten apreciarlo todo sin detectar los molestos píxeles de otras diagonales de pantalla y resoluciones pero sin sobrecargar la batería en exceso, algo que echa una mano de nuevo a los 4000 mAh de su batería.
5 pulgadas y resolución HD, algo más que un estándar en distintas categorías
La pantalla del GSmart Elite se ve en exteriores pero no es muy usable, haciendo que en cuanto necesitemos interactuar más allá de pulsar un par de veces sobre ella, realizando tareas como escribir o leer algún texto, se enturbie la experiencia. Cuando el sol incide sobre ella su brillo máximo no sirve para contrarrestar la luz y la visibilidad disminuye hasta casi cero.
Como pega podríamos un par, como el tono, algo pálido. Puede que no se note demasiado pero se aprecia, sin llegar a ser molesto, y quizá habría subido la nota de implementarle el doble toque para despertar y apagar la pantalla, algo que echamos en falta cuando no está quienes lo usamos habitualmente en otros terminales. Aunque esto último es más un deseo que una protesta. No es una característica imprescindible pero habría sido un añadido importante.
Otra pega es la de su limpieza, las temidas huellas que no tardan en aparecer y que empeoran la visión, sobre todo cuando alguna fuente de luz incide sobre la pantalla y las hace resaltar. Un tratamiento antihuellas habría sentado de maravilla a un GSmart Elite que, sintiéndolo mucho, pasará mucho tiempo frotándose contra la manga, el pecho o lo que usemos para limpiar la pantalla.
Rendimiento: algo limitado
No se puede decir nada demasiado bueno ni demasiado malo de este GSmart Elite en cuanto a su rendimiento. Su procesador MediaTek de 8 núcleos "auténticos" o "true octa-core" hace lo que puede pero se le nota demasiado que no está en la línea de los Helio que ya desarrolla el fabricante. Un Elite con un P10 o un X10 habría volado, literalmente, pero con el MediaTek 6592 de ocho núcleos simplemente cumple, y no le podemos pedir excesos porque entonces salen a relucir las vergüenzas de un procesador que, simplemente, no está a la altura de lo esperado.
En vídeos se desenvuelve con buena nota, sin ralentizaciones, aunque los juegos medianamente exigentes ya hacen algo de mella en el comportamiento del terminal. Ni que decir los que requieren unos fps más elevados, con los que casi ni puede defenderse. El GSmart Elite no está construido para que le exijamos esfuerzos extra y sí para un día a día sin exigencias, para un usuario normal que quiere un feature phone con algunos extras pero que no dedicará su día a día a los juegos. Salvo que éstos sean tipo Candy Crush y similares, por supuesto, con éstos funciona a las mil maravillas.
Los menús funcionan con fluidez y sólo notamos algún tirón a la hora de la multitarea, en la que apreciamos retardos si tenemos muchas aplicaciones abiertas. Cuenta con 2GB de RAM pero se siente como si disfrutarse de una cifra inferior, y aunque el sistema está bastante limpio sí tiene algunas aplicaciones que le lastran y empeoran su rendimiento. En la línea, su rendimiento está en la línea de lo que podemos esperar de un terminal de 150 euros, es lo más generoso que podemos decir del día a día de un GSmart Elite que habría celebrado un procesador más potente pero que no lo tiene.
Sólo variando el procesador, el GSmart Elite podría haber jugado en otra liga
Un poco más que un aprobado para el GSmart Elite en el apartado de rendimiento, pues adolece de falta de potencia en cuanto nos salimos de su zona de confort. Confiemos en que el fabricante sea consciente de este punto y valore una renovación con un procesador de más categoría, pues es prácticamente lo único que le falta para poder obtener una buena nota en este aspecto. Ni más memoria RAM ni más memoria interna, simplemente habríamos elegido un procesador superior.
Software: un sistema limpio con bloatware no es un sistema limpio
No nos importa que un fabricante instale aplicaciones propias o de terceros en un sistema operativo como Android siempre que cumplan un par de requisitos: que sean pocas y que podamos ignorarlas. En efecto, nos encantaría que el sistema llegase completamente limpio pero para conseguir eso tenemos que recurrir a los Nexus y a pocos modelos más. El GSmart Elite no está entre éstos y su sistema, pese a estar bastante libre de aplicaciones extra, tiene una especialmente molesta y activa en todo momento: Battery Doctor.
Android no necesita gestores de memoria ni "salvadores" de autonomía como Battery Doctor, una lástima
Nos topamos con otras apps pre-instaladas y que no podemos desinstalar (como de costumbre) como CM Security, G-Connect, Noticias y el tiempo o WPS Office. Todas son más o menos tolerables pues simplemente ocupan espacio en el almacenamiento interno y sus iconos desplazan a otros en la parrilla de las aplicaciones. Pero Battery Doctor llega activa y activa se queda, y es una auténtica lástima que se siga optando por instalar optimizadores de memoria y del sistema que Android no necesita desde hace bastantes versiones.
La suite de Google aparece completa, por cierto. Desde Gmail hasta Google Play Music pasando por todas las opciones de películas, juegos, libros y Kiosco, incluso con Google+. Nada falta de las aplicaciones básicas de Google salvo quizá las aplicaciones específicas ofimáticas pues sólo nos topamos con Drive y ya sabemos que no podemos modificar nada en la nube de Google sin Docs y compañía. WPS Office está presente, no obstante, para quien no necesite nada muy exigente.
Por lo demás, Gigabyte no ha tocado los menús de Android para incluir secciones extra y la capa es prácticamente Android puro. Android 5.1 Lollipop, concretamente, un pequeño punto negro aunque no penalice demasiado, pero a estas alturas es exigible que los dispositivos lleguen con Marshmallow como mínimo, una versión del sistema que ya tiene casi 7 meses y que debería estar expandiéndose como la espuma. Sin embargo, Gigabyte ha apostado por Lollipop y es una pena. La nota habría sido superior de montar 6.0.
La autonomía: dos días sin muchos problemas
Vale, de acuerdo en que es una exageración pero es realmente difícil encontrar móviles en la gama de precios del GSmart Elite que cuenten con su autonomía. Todo, desde la resolución de pantalla hasta la diagonal, pasando por el procesador, confabula para llevar los 4000 mAh del Elite a cifras difícilmente alcanzables por la competencia. Y lo consiguen de forma sobrada.
Con 6 horas de pantalla de media, puedes salir con el GSmart Elite de casa sin miedo
Hemos sometido al Elite a distintas pruebas, desde horas y horas de reproducción de música hasta vídeo, pasando por jornadas únicamente con 4G e incluso dándole caña a aplicaciones de mensajería y algunos juegos. El uso que creemos es el que le darán sus compradores en caso de que se decidan a hacerse con uno. El resultado es más que claro: más de 6 horas de pantalla en la gran mayoría de los casos.
Estas seis horas de pantalla pueden interpretarse de dos maneras. Una, que podremos exprimir al máximo el móvil a lo largo de un día y aun así llegaremos con el móvil encendido a la carga de la noche. Dos, que si no somos muy exigentes en cuanto a lo que queremos sacar del GSmart Elite podremos tener dos días de autonomía de forma sobrada. Y ni que decir tiene de los que usen poco el móvil y lo tengan casi siempre bajo WiFi. Entonces ya podemos hablar de incluso 3 días de autonomía sin problemas. Para todos los gustos.
Sin duda el aspecto más potente de este GSmart Elite es su autonomía. Si la preocupación de los usuarios es si el móvil llegará encendido a casa por las noches, el Elite lo hará sin muchos problemas. No cabe duda de que sacrificar un poco el aspecto exterior y el grosor del terminal ha merecido la pena consiguiendo estas horas de funcionamiento y de uso de la pantalla. Una autonomía magnífica para, recordemos, un móvil de su precio. Equiparándose a terminales muy superiores.
La cámara: bien con luz, mal en el resto
No esperemos una superpotencia fotográfica porque no la vamos a encontrar. El GSmart Elite monta un sensor de 13 megapíxeles en la parte trasera que funciona mejor de lo que nos esperábamos. Hablamos de una gama baja y ya sorprende la apuesta por los 13 megapíxeles pero es que su sensor se porta muy bien con luz, haciendo capturas rápidas, y no tan bien cuando ésta falta. Como casi todos, podríamos resumir.
Las capturas son nítidas en entornos luminosos, donde además podemos tomar las fotografías con rapidez, sin esperar demasiado a que el sensor capte la toma y tengamos opción a obtener fotografías movidas. No se aprecia un mal rango dinámico pero tampoco especialmente bueno, para forzar eso ya se cuenta con un modo HDR que deja algo que desear.
Las fotografías con baja luz son, sin embargo, muy ruidosas. En cuanto la iluminación de la escena baja empieza a aparecer el temido ruido, el grano que muestra una ISO muy forzada y que no responde con soltura en estas situaciones. Una lástima porque el HDR con baja luminosidad sí parece funcionar bien, aunque demasiado lento y nos obliga casi a apoyar el teléfono o usar un trípode para móviles.
Otra nota negativa, incorpora la suite fotográfica de MediaTek y aquí es donde no podemos sacar al sensor todo el partido que nos gustaría. Una pena, aunque esto no sucede con una captura normal que, sin embargo, no cuenta con un muy buen rango dinámico. Nada raro en esta gama de precios pero habría sido un detalle que también destacase ahí.
Aunque sí hemos de agradecer un detalle a MediaTek en este sentido y es que nos permite enfocar por rastreo, algo muy práctico si vamos a fotografiar objetos en movimiento. Con una pulsación larga sobre la pantalla a la hora de fijar el punto de enfoque, un recuadro verde permanentemente enfocado perseguirá al objeto aunque desplacemos la cámara o se desplace él. Una característica muy útil.
La cámara frontal es buena, ni muy buena ni mala. Sus 5 megapíxeles capturan selfies con buena calidad y el vídeo también se emite en la misma línea. No es una cifra de megapíxeles para andar con recortes pero si el destino de nuestras fotografías es Instagram/Facebook/Whatsapp, con el GSmart Elite tendremos cámara más que suficiente.
Haciendo un pequeño resumen fotográfico de este terminal de Gigabyte podemos decir que la fotografía saca un bien rozando el bien alto. Básicamente es lo que le podemos pedir a un terminal que en su casa, en China, no supera los 150 euros al cambio, y en la línea de otros terminales similares como el Redmi 3 de Xiaomi, por ejemplo. No saca matrícula de honor pero no tendrá que repetir curso en fotografía.
El sonido: potente y claro
Sin palabras, puede que lo mejor de este GSmart Elite junto a su batería. El altavoz trasero no sólo es potente sino que además apenas distorsiona. Le hemos sometido a distintas pruebas con músicas de todo tipo y con vídeos de lo más estridentes y las ha superado con una altísima nota. El altavoz, pese a estar en la espalda, suena de manera excelente sobre superficies planas al contar con pequeño reborde plástico que le ayuda a elevar el teléfono lo suficiente para usar una mesa o cualquier otra superficie como caja de resonancia.
No llega a equipararse a unos BoomSound, pero el altavoz del GSmart Elite es muy potente y de buena calidad
El volumen es alto, como decimos, muy alto. Tanto que os pedirán que lo bajéis si alguna vez lo colocáis en el punto máximo. La salida de auriculares, colocada en la parte superior, también cumple de sobra con las expectativas. Una salida que genera un sonido alto y claro y que nos permite aprovechar auriculares de alta calidad, aún sin alcanzar las cotas a las que llegan smartphones más potentes y especializados en este tipo de sonidos de alta fidelidad. Difícilmente encontraréis mejor sonido en un móvil de este precio. Chapeau por Gigabyte y el sonido de su GSmart Elite.
Como pega, porque alguna pega tiene que tener, dejamos aquí escrito que un sonido con esta potencia y calidad habría agradecido un software acorde a él, y no lo tiene a su disposición. Al igual que algunos terminales montan ecualizadores de forma nativa, al GSmart Elite le habría sentado de maravilla y por desgracia no le podemos echar el guante. Una pena pues su buenísima nota en sonido queda desaprovechada al no poder modular la salida. Con todo, el Elite va a salir muy bien parado de esta sección.
El GSmart Elite frente a su competencia
by Lenovo |
Redmi 3 |
Pro 4G Navy |
||
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Pantalla | 294 píxeles por pulgada |
294 píxeles por pulgada |
294 píxeles por pulgada |
294 píxeles por pulgada |
Procesador | 8 núcleos Cortex A7 a 1,4GHz |
4 núcleos Cortex A53 a 1,2GHz |
8 núcleos a 1,5GHz |
8 núcleos a 1,5GHz |
GPU | ||||
RAM | ||||
Memoria | ||||
OS | Lollipop |
Marshmallow |
Lollipop |
Lollipop |
Conectividad | Bluetooth 4.0 |
Bluetooth 4.1 |
Bluetooth 4.1 |
Bluetooth 4.0 |
Batería | ||||
Cámaras | 5 megapíxeles |
5 megapíxeles |
5 megapíxeles |
5 megapíxeles |
Otros | radio FM |
Radio FM Infrarrojos |
||
Dimensiones y peso | 150 gramos |
137 gramos |
144 gramos |
130 gramos |
Precio |
GSmart Elite, la opinión de Xataka Móvil
Es más que evidente que el GSmart Elite no es un móvil para todos los públicos y sin embargo tiene cualidades para satisfacer a un alto número de éstos. Si somos muy exigentes con la cámara, si demandamos mucha potencia para juegos avanzados o si lo que buscamos es una gran pantalla tipo phablet para manejarnos con más comodidad, el Elite no es para nosotros.
Por el contrario, si lo que buscamos es un móvil compacto, con buen rendimiento para solventar tareas comunes del día a día y con una batería que nos haga olvidarnos de que pueda apagarse en el momento menos pensado, el GSmart Elite debe ser uno de los primeros a considerar. Por no hablar de su precio, claro está, que puede decantar la balanza a su favor en caso de comparativas a la hora de valorar una compra.
Buen aspecto y construcción, buena cámara, excelente sonido y una autonomía que roza el sobresaliente. Éste es nuevo resumen rápido de un GSmart Elite que ha superado nuestras expectativas iniciales y nos deja un buen sabor de boca. No compite con modelos de gamas superiores pero tampoco lo pretende. Una buena compra, sin duda, para los que quieran atreverse.
6.90
A favor
- El altavoz, muy potente y claro.
- La batería, muy por encima de la media.
- La cámara, mejor de lo esperado.
En contra
- El procesador, demasiado limitado.
- Battery Doctor, imperdonable.
- La pantalla, una capturahuellas.
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Gigabyte. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.