Intel ha presentado resultados financieros, y no hace falta buscar demasiado para ver cómo más del 60% de los ingresos – 8.900 millones de dólares - llegan desde el negocio relacionado con ordenadores personales. Está bien, pero estaría mejor si el hardware móvil tuviera más incidencia en los números finales.
La empresa de los procesadores está haciendo grandes avances en sus soluciones móviles, nadie puede obviar que están trabajando a marchas forzadas por ponerse a la altura de la competencia, completamente dominada por diseños ARM. Encontramos que están al día en versiones Android, y que las pruebas de rendimiento y autonomía son satisfactorias en los últimos chipsets presentados.
Otra cuestión es que los fabricantes las estén utilizando, ya que no hay mucho en el mercado Android – el principal cuando hablamos de dispositivos móviles –, principalmente dominado por Qualcomm, MediaTek y Samsung. En lo que respecta a iOS, Apple se lo guisa y se lo come con sus diseños basados en ARM.
Parándonos en los datos que tienen que ver con hardware móvil, ideado para teléfonos inteligentes y tablets, vemos que representan unos 1.000 millones de dólares, poco más del siete por ciento de las ventas. Presentando unas pérdidas de 600 millones en este departamento. Podemos entender que están haciendo grandes inversiones e investigación y desarrollo, que no se contrarresta con ventas en equipos reales.
Las ventas que tuvo el año pasado Intel estuvieron cercanas a los 13.500 millones de dólares, un 1% superiores a las de 2012. Con unos beneficios estables cercanos a los 3.000 millones. Con la presentación de resultados, las acciones descendieron ligeramente, se interpreta que motivado por el funcionamiento del negocio móvil.
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