Huawei ya es un gran fabricante, no es algo que haya que demostrar a día de hoy pues su recorrido en el mercado de los últimos años les avala. El fabricante chino no sólo ha conseguido situarse en el mapa de la telefonía móvil a base de elevar su calidad y sus ventas sino que tiene a Apple a un tiro de piedra, y ya apunta a rebasar tanto a los de Cupertino como a Samsung en pocos años. De cumplirse su plan de futuro, en 2020 deberían estar en la cima.
Estamos ya a las puertas del MWC de Barcelona y la principal apuesta de Huawei para el arranque de este año ya calienta motores. El Huawei P10 se prepara para aterrizar en el catálogo del fabricante chino acompañado de un hermano mayor, el P10 Plus, y toca analizar qué retos se va a encontrar por delante. Ser el flagship de un fabricante con tantas aspiraciones no es nada sencillo, y habrá que ver qué pasos da para continuar la senda del crecimiento.
Demostrar que Kirin puede competir con Qualcomm y Exynos de tú a tú
Si hay algo que cabe destacar de Huawei es su personalidad. El constructor chino lleva años apostando por sus propios procesadores, negándose a entrar en el circuito de clientes de Qualcomm y MediaTek, diferenciándose si cabe de un Samsung que sí compatibiliza chips propios con ajenos. La línea Kirin evoluciona a buen ritmo pero el pasado año dio un importante paso adelante.
El Mate 9 llegó luciendo el Kirin 960 y el chip avanzó para corregir uno de sus históricos puntos débiles, la potencia gráfica. La compañía de origen chino duplicó el número de núcleos de su GPU y así su gestión de los gráficos, y los ojos se pusieron automáticamente en la evovución de este Kirin 960. El Kirin 970 debe llegar en el interior del Huawei P10 y demostrar que los Kirin ya no juegan en las ligas menores.
Con una teórica construcción en 10 nanómetros, la eficiencia energética debe ponerse a la altura de la potencia y plantar cara a sus principales competidores para este año. Tanto el Snapdragon 835 como el Exynos 8895 pondrán las cosas muy difíciles a un Kirin 970 que debería volar más alto que sus antecesores. Núcleos Cortex A73 y una velocidad de reloj cercana a los 3GHz esperan a un nuevo chip que debe ejercer mayor presión sobre sus rivales.
Plantar cara al Samsung Galaxy S8
Y entre sus rivales estará, cómo no, el Samsung Galaxy S8. El principal atractivo de los primeros meses de cada año es el lanzamiento de la nueva generación de móviles de Samsung. La línea S domina el mercado de gamas altas en Android con puño de aluminio y cristal, y se ha convertido en la principal línea a batir por parte de su competencia. No sólo para Huawei, sino también para LG, Xiaomi, Oppo, Vivo, Sony, HTC y compañía.
El Huawei P9 del año pasado brilló con luz propia. Tanto su diseño como su potencia estuvieron a la altura de lo que se esperaba de ellos, e incluso podríamos decir que superó ligeramente las espectativas. El problema es que, a efectos de competencia, no pudo mantener el ritmo impuesto por la línea S7 de Samsung. Si un fabricante quiere ser el mejor, debe fabricar los mejores teléfonos del mercado. Huawei debe demostrar que no sólo sabe ganar cuota a base de gamas medias competitivas, el Huawei P10 debe enfrentarse al Galaxy S8 de tú a tú, y la tarea no será nada sencilla.
Situarse entre los gamas alta sin renunciar a un precio que no se vaya a los 699/749 euros
Pero plantar cara al Samsung Galaxy S8 no sólo implica ponerse a su altura en cuanto a potencia, diseño y experiencia de usuario. También implica poder competir en precio, y en eso Huawei se ha desenvuelto de maravilla en los últimos años. El precio de la línea P de Huawei nunca se ha situado al mismo nivel que el de los principales flagships del mercado y esto, que quizá ha contribuido a construir su imagen de línea de segunda, ha ayudado al fabricante a vender más dispositivos. No sólo terminales libres, sino también asociado a las operadoras.
El Huawei P10 tiene por delante el desafío de convertirse en uno de los grandes pero sin renunciar a su política de precios. Tal vez este año no lo tenga complicado, pues ya se rumorea que los principales flaghips podrían acariciar peligrosamente la franja de los 800 euros de precio de venta en sus modelos básicos, y que podrían superar los 1.000 euros en líneas superiores. El Huawei P9 partió de los 600 euros en Europa, y el P9 Plus inició la carrera desde más arriba. ¿Desde qué punto empezará el Huawei P10? En una carrera de 100 metros lisos, cada milisegundo ganado a tu rival durante la salida puede ser crucial.
Demostrar que su uso de la doble cámara merece la pena frente a otras opciones
Es uno de los grandes debates fotográficos de los últimos tiempos, si el uso de una doble lente en un teléfono móvil es un aporte real que va más allá del marketing. Huawei no fue el primero en usar este sistema pero su apuesta sí fue más que interesante: un sensor dedicado a capturar imágenes en color y otro sensor dedicado al blanco y negro. La unión con Leica, aunque fuese como certificadora de las lentes, subió las apuestas.
La cámara rendía a muy buen nivel, tanto que el sistema ha ido corriendo a otros terminales tanto de Huawei como de Honor, la segunda marca que no quiere serlo pero que sigue dependiendo de la primera. El problema es que le faltaba algo, un pequeño pasito para competir con las más grandes, y entre tanto llegó Apple con el iPhone 7 Plus. La apuesta de los de Cupertino usó un segundo sensor, y diferentes distancias focales, para aportar una suerte de zoom óptico y un modo retrato que ha supuesto todo un boom tanto mediático como de rendimiento.
El Huawei P10, al que se le espera con doble cámara trasera y repitiendo la fórmula de sensor RGB y B/N de modelos anteriores, tiene ante sí la difícil tarea de evolucionar la calidad fotográfica del fabricante, de llevar las fotografías un paso más allá y demostrar que su concepción del doble sensor es la válida. Pero sobre todo, demostrar que su doble lente puede ser la referencia fotográfica de 2017. No lo tendrá nada fácil, pues tanto Samsung como LG plantarán cara en este arranque de año. Y Apple llegará con una nueva carga de zoom en el segundo semestre.
Llevar el 4K a la resolución de vídeo
Y hablando de cámaras, también toca hablar de vídeo y de la resolución de éste. Con el Huawei P9 ya nos encontramos con la sorpresa de que a pesar de que apostaba por una cámara innovadora en muchos sentidos, la resolución 4K se queda fuera de las opciones de la propia cámara. Puede que el 4K no sea el presente en muchos sentidos, pero desde luego es el futuro y hablamos de smartphones, que se renuevan en unos dos años de media, aproximadamente.
Ser un líder a nivel fotográfico también requiere de estas pequeñas concesiones, y si el procesador soporta el trasiego de datos y la lente tiene la resolución adecuada, añadir la grabación de vídeo en 4K debe ser sólo una cuestión de voluntad. El Huawei P10 debería contar con vídeo en 4K sí o sí, sin excusas de ningún tiempo. Sólo entonces comenzaremos a considerar que su cámara es verdaderamente completa y competitiva, sobre todo sabiendo las bestias a las que debe enfrentarse.
Que la autonomía deje de ser un problema
Pasamos a la batería, pues fue uno de los problemas que nos encontramos en el Huawei P9 cuando pasó por nuestras manos y lo analizamos. La autonomía de los teléfonos móviles es y ha sido un problema desde que irrumpieron las gigantescas pantallas táctiles en el mercado y se disparó el consumo. Los procesadores no pusieron mucho de su parte, pues a mayor potencia, mayor necesidad de energía. En este apartado, el resultado del Huawei P9 estuvo lejos de la brillantez.
El Huawei P10 seguirá apostando por la pantalla FullHD, salvo que las últimas filtraciones se hayan equivocado en este sentido, por lo que si no crece en pulgadas y su procesador es más eficiente, debe tener un consumo más bajo. ¿Servirá esto para que la autonomía se sitúe en cifras que concedan al terminal una nota alta? Confiamos en que sí. En las gamas altas hace falta algo más que cumplir para salir bien parado, y confiemos en que el Huawei P10 se sitúe en unas hora de uso dignas de un flagship.
Implementar la carga rápida del Mate 9 o superior
Otro aspecto que no pudimos disfrutar en el Huawei P9 y que debería llegar con el Huawei P10, sobre todo sabiendo que el Kirin 970 será una evolución del Kirin 960. El fabricante no facilitó demasiados datos pero la Super Charge en el Mate 9 nos devolvía el 50% de la carga total en tan sólo 30 minutos. Eso suponía unos 2.000 mAh de carga en 30 minutos, una cifra que esperamos ver en el Huawei P10 con su futuro procesador.
Tal vez la carga inalámbrica no haya triunfado como se esperaba, al menos hasta ahora que Apple no ha decidido entrar en el juego, pero la carga rápida se está imponiendo a alta velocidad. Valga la redundancia. El Huawei P10 necesita tener el sistema de carga rápida que no tuvo el Huawei P9. Lo necesita si quiere competir contra los mejores con sus mismas armas.
Presentar un asistente personal propio que pueda competir con los ya presentes
Llegamos al apartado de software, con el que cerraremos esta serie de retos que tendrá que afrontar el Huawei P10 desde su lanzamiento, y cómo no, teníamos que hablar de los asistentes personales. Llevan algún tiempo entre nosotros pero no ha sido hasta hace poco que se convirtieron en algo "necesario" para los fabricantes. Da la sensación de que quien no tiene uno a su servicio no es capaz de distinguirse de los demás.
Siri en Apple, Assistant en los Pixel, Bixby en el futuro Galaxy S8, ¿Viki en la futura Nokia? y Cortana en los terminales con Windows. No nos olvidamos de Alexa, de hecho ha sido el asistente de Amazon el primero en introducirse en el ecosistema de Huawei a través del Mate 9 para Estados Unidos. ¿Significa esto que tendremos Alexa en el Huawei P10? Probablemente no, pero podríamos tener una sorpresa al respecto.
Lo que parece claro es que EMUI necesita incorporar algún tipo de asistente. Incluso la hermana e hija de Huawei, Honor, ya hace sus pinitos en China con Magic Live. ¿A qué espera Huawei? El P10 es un buen terminal para comenzar su camino en esto de los asistentes virtuales, la inteligencia artificial, el deep learning y todos los conceptos con los que ahora convivimos. El software es tan importante como el hardware, y el de Huawei necesita ya una mano de pintura.
La mano de pintura de EMUI
Y ya que estamos, hablemos de la mano de pintura que necesita EMUI. No sólo se trata de incorporar un asistente que facilite algunas tareas y llegue a aprender de nosotros, hablamos de la capa completa. Pese a que ha evolucionado gráficamente en las últimas versiones, EMUI sigue pesando demasiado. Un lavado de cara en cuanto al peso le sentaría de maravilla.
EMUI no es lo peor que tiene Huawei pero tampoco es lo mejor. Aspirar a ser el mejor fabricante del mercado también pasa por que tu capa guste, que sea intuitiva, ligera y aporte una buena experiencia al usuario. El Huawei P10 es un buen punto de salida para que EMUI empiece a jugar en las grandes ligas. Y no sólo en cuanto a lo comentado sino también en cuanto a la versión de Android. Como la MIUI de Xiaomi, Huawei juega a menudo a actualizar la capa sin tocar el sistema operativo. Esto debe acabarse y que todo avance en consonancia.
Éstos, y probablemente otros que hemos omitido, son los retos que tiene ante sí Huawei con el futuro P10 que presentará en el Mobile World Congress de Barcelona. Pero también con el Huawei P10 Plus y con el futuro Huawei P10 Lite que todos sabemos que llegará en algún momento del año. Aspirar a lo más alto implica pulir todas tus imperfecciones en la medida de lo posible. Huawei es cada vez más grande, y debe responder a una exigencia que crece en consonancia. 2017 puede ser un gran año para el fabricante. Puede. No quiere decir que lo vaya a ser.
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