Microsoft Lumia 550, análisis: básico en características, precio y evolución

El pasado mes de octubre conocíamos la última remesa de smartphones de Microsoft. Dos propuestas compuestas por tres smartphones que ponían inicio y fin al catálogo de Lumias de 2015 con unos Lumia 950 y 950 XL a la cabeza y un Lumia 550 justo en el otro extremo. Unos tope de gama que izaban el estandarte de buque insignia durante la presentación eclipsando a la tímida nueva incorporación de la modesta serie 500.

Pero no por modesta tiene poca importancia, algo que sabemos por precedentes. Los terminales de esta gama se han caracterizado por ser soluciones muy completas a precio asequible, un punto en el que supieron situar un Nokia Lumia 520 del que se vendieron más de 12 millones de unidades. Una baza, la de la sencillez, con la que también juega el propio sistema operativo aún tras su metamorfosis a Windows 10, software que también incluye el Lumia 550.

Así, Microsoft sigue la estela del Lumia 540 presentado en la primera remesa de smartphones de la marca (en abril de 2015) con este terminal. El cual, pese a mantener el linaje de la serie en sus características tanto de construcción como en cuanto a componentes, es uno de los ladrillos que construyen la nueva era de esta empresa que sigue sin estar dispuesta a perder su perdacito del mercado del móvil, sino más bien todo lo contrario. ¿Logrará con el Lumia 550 recuperar terreno en la gama de entrada?

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Una ligerísima renovación

La fórmula del Lumia 540 debió gustar a Microsoft al menos a nivel interno porque la compañía apenas ha aplicado cambios en el que es cronológica y numéricamente su sucesor. De hecho casi cuesta hablar de iteración o evolución al referirnos al Lumia 550 cuando vemos que el procesador es una modesta evolución del Snapdragon 200 y que, pese a mantener RAM y almacenamiento interno, disminuye en pantalla y en los megapíxeles de las cámaras (si bien esto per se no tiene porque ser inferior en resultado).

Microsoft Lumia 550
Microsoft Lumia 540
Pantalla
4,7 pulgadas, 720 x 1280 píxeles (315 ppp aprox.)
5 pulgadas, 720 x 1280 píxeles (294 ppp aprox.)
Procesador
Snapdragon 210
Snapdragon 200
Núcleos
4x1.1 GHz Cortex-A7
4x1.2 GHz Cortex-A7
GPU
Adreno 303
Adreno 302
RAM
1 GB
1 GB
Memoria
8 GB + microSD (hasta 200 GB)
8 GB + microSD (hasta 128 GB)
OS
Windows 10
Windows 8.1
Conectividad
4G, Bluetooth 4.1
3G, Bluetooth 4.0
Batería
2.100 mAh
2.200 mAh
Cámara trasera
5 megapíxeles + LED
8 megapíxeles + LED
Cámara frontal
2 megapíxeles
5 megapíxeles
Dimensiones y peso
136,1 x 67,8 x 9,9 milímetros, 141,9 gramos
144 x 73,7 x 8,6 milímetros, 152 gramos
Precio aprox.
113 euros
144 euros

Sencillez en todos los aspectos

A unos más que otros nos cuesta más quitarnos el recuerdo de unos Lumia de genética finlandesa. Un nórdico ADN que implicaba una robustez histórica que habría sobrevivido la transición de dumb a smartphone y que llegó a dar un calificativo no oficial que sin embargo se entendía a la perfección: el plástico Nokia.

Como ocurre en toda hibridación, de este rasgo original ya queda poco, pero Microsoft ha mantenido esa esencia en sus terminales. Tras un escarceo con las superficies y acabados con brillo y colores, el Lumia 550 nace con un acabado mate (en el caso del modelo en negro) y una carcasa negra o blanca como sus hermanos mayores los 950, dejando atrás los vivos colores tanto de su predecesor como de otros smartphones anteriores como los Lumia 640 y 640 XL.

El policarbonato es de calidad y de tacto agradable, y la carcasa se desmonta con facilidad (necesario para introducir la nano-SIM o la micro-SD). Pero eso sí, es un imán de huellas en toda su superficie, tanto pantalla como plástico, al menos en la versión de color negro. Es relativamente fácil ensuciar la lente posiblemente por la leve protuberancia de la misma, por lo que conviene revisarla antes de tomar instantáneas por si nuestra huella eclipsa el objetivo.

Lo que llama la atención para bien: la extrema ligereza del terminal. El Lumia 550 pesa 141,9 gramos, unos 10 gramos menos que su antecesor el Lumia 540 manteniendo prácticamente el mismo volumen, unos 91 milímetros cúbicos (al ser algo más grueso pero menos alto y ancho). Un aspecto de valoración subjetiva por la incorrecta relación entre peso y calidad, y que en muchos casos (como en éste) no significa una disminución de la misma.

La pantalla: todo tiene un límite y el conservadurismo también

Como hemos visto en la introducción, nos encontramos con un tamaño de pantalla algo inferior a su predecesor. En este caso se trata de un panel LCD de 4,7 pulgadas AMOLED con la misma resolución (HD) que éste y con una densidad de píxeles algo mayor. A diferencia del Lumia 535 e igual que el 540, carece de cristal de protección Gorilla Glass 3.

La experiencia es satisfactoria en general, con unos colores y un contraste equilibrados. En este sentido el software juega un papel importante influyendo en la experiencia aunque con aspectos positivos y negativos. Si bien por defecto el ajuste de saturación y temperatura (cálida, sin exceso) es aceptable, ambos valores pueden ajustarse desde el apartado Perfil de color.

No obstante, el ajuste de brillo automático no siempre funciona bien y tarda en reaccionar cuando se pasa a un ambiente oscuro, por lo que en ocasiones puntuales se hace conveniente recurrir al ajuste manual de brillo y reducirlo un poco en estas situaciones de baja luz. Así, el brillo máximo de 546 nits, una cantidad más que suficiente y de hecho el contenido de la pantalla se visualiza sin problemas a plena luz y desde casi cualquier ángulo.

El aprovechamiento del frontal por parte de la pantalla no es demasiado alto cuando otros terminales de misma diagonal de pantalla presentan ratios mayores

Un panel de calidad sobre todo teniendo en cuenta el precio del terminal. Y a parte de lo comentado, lo único que se le puede reprochar es que **queda justo en cuanto a sensibilidad** y lo que a simple vista ya se aprecia con un espacio bastante notable entre el borde inferior de la pantalla y el del terminal; **el aprovechamiento del frontal por parte de la pantalla no es demasiado alto**, con un 64,7% (un 0,2% menos que el 540) cuando otros terminales de misma diagonal de pantalla presentan ratios mayores como el Samsung Galaxy A3 (con un 69,4%, al ser menos alto y menos ancho). ##Rendimiento y software La clave de este terminal es, en parte, ser **la manera más económica de tener una experiencia Windows 10**. Aunque el mayor atractivo de éste puede ser el hecho de que sea un sistema único para los distintos dispositivos de Microsoft, cualquier avance es de agradecer en el caso de los de Redmond cuando hablamos de la división *mobile* y Windows 10 es un atisbo de frescura. Pero puede que sea necesario algo más que una brisa para pulir impurezas y desmarcarse de los rivales. [[image: {"alt":"Lumia 550","src":"b63cb7\/juegos","extension":"jpg","layout":"normal","height":757,"width":1280}]] En general **notaremos poco *lag***, puntualmente al abrir o cargar según qué app (obviamente, cuanto más exija la app, más probabilidad de que aparezca) como ocurre con 6Cloud y en alguna transición. Ocasionalmente podemos encontrarnos con algún fallo en la carga de una app previamente en ejecución o desde la multitarea, así como en la Tienda, algo que por la novedad del sistema probablemente no se deba únicamente al hardware. Así, pese a estas ocasionales esperas al cambiar de interfaz o iniciar una carga/descarga más exigente, **tanto la visualización de vídeo como las instalaciones se suceden con una fluidez aceptable** para el hardware que monta. En cuanto a los videojuegos, tanto los menos exigentes como Cut the Rope 2 o aquellos con más carga gráfica como Dead Trigger 2 o Asphalt 8: Airbone, se ejecutan sin problemas. Windows 10 presenta una reorganización que se hacía muy necesaria y unos añadidos útiles e interesantes

En lo concerniente al sistema, las diferencias más evidentes de Windows 10 con respecto a la anterior versión las encontramos en el menú de configuración, con una reorganización que se hacía muy necesaria y unos añadidos útiles e interesantes como el que hemos comentado del ajuste de color y otros aspectos de personalización y propiedades, como la configuración de la conexión de datos y el compartirla con más dispositivos o el emparejamiento por Bluetooth. El control de la actividad en segundo plano de las apps es una mejora a destacar también, chapeau.

Sin embargo, también hay parte negativa, y los palos se reparten entre el teléfono y el fabricante. Windows 10 supone una evolución pero no precisamente por méritos propios, sino en gran parte por estancamiento prolongado de lo anterior. Entre otras cosas, la cortina de notificaciones es aún algo parca en configuración y en interacción con éstas, aspecto en el que siguen muy lejos de las de Android o iOS.

En cuanto al Lumia 550, puede que tengamos la mala suerte de encontrarnos con un fallo que resulta bastante molesto al tratarse de un aviso recurrente. Una petición de reinicio tras insertar la nano-SIM (aunque lo hayamos hecho antes del primer inicio del sistema) que puede que se suceda en bucle, y que puede que no se solucione aunque se apliquen las soluciones que en la compañía han facilitado para los usuarios que lo experimenten. Algo que esperamos que se corrija en la próxima actualización o con algún software como en anteriores ocasiones.

Las cámaras: menos no es más

Aunque la guerra de los megapíxeles es algo muy manido que el tiempo (y los propios fabricantes) se han encargado de desvanecer, llama la atención ver cómo lo que se supone que es una iteración presenta menos megapíxeles que su precursor. Hablamos pues de una cámara principal con un sensor de 1/4 pulgada y una lente con apertura f/2.4 y f2,8 en el caso de la frontal, de 5 y 2 megapíxeles respectivamente.

La cámara nunca ha sido un aspecto descuidado ni siquiera en los Lumia más asequibles y aquí tampoco es el caso, aunque obviamente es limitada y es relativamente fácil encontrar las situaciones donde tiene peor desempeño. La app arranca rápido y, además de incluir el modo manual con la interfaz de aros (que ya quedó como seña de identidad en los Lumia) incorpora un modo de captura mejorada que podemos activar desde el panel superior, aunque en la práctica la diferencia es en muchos casos poco perceptible.

Los puntos débiles: la falta de detalle, el desempeño y el ruido. Con buena luz los resultados no están mal (aunque los colores son bastante apagados y se hecha en falta algo de contraste) y logra defenderse en cuanto a distancia focal (unos 3 centímetros) en las macro y si la retamos con contrastes. Pero en cuanto el ambiente es más bien pobre en fotones el ruido no tarda en aparecer y el disparo se enlentece considerablemente.

La cámara frontal es lógicamente bastante limitada y aún más necesitada de buena luz. En exteriores y de día las fotografías son de calidad más que suficiente, pero en interiores el ruido y las acuarelas con constantes y será complicado obtener una instantánea definida. Así, pese a no tener flash frontal, la pantalla lo emula cuando el ambiente lo requiere compensando la falta de iluminación y mejorando el resultado.

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Sonido y batería: lo bueno y lo malo de la costumbre

Algo que suele tener buena acogida por parte de cierto porcentaje de los usuarios es el hecho de que la batería sea extraíble, es decir, que no esté integrada de modo que su reemplazo es sencillo (y más económico). En este caso nos encontramos con una batería de 2.100 mAh que suelen ser suficientes para acabar el día con tranquilidad con un uso basado en mensajería, redes sociales y algunos otros usos de manera puntual como cámara, juegos o escuchar música.

La autonomía media es de unas 25-23 horas, según el porcentaje de tiempo que se pase en wifi y conexión de datos, y los usos que se hagan. En este sentido, la información que proporciona Windows 10 en cuanto a consumo es bastante detallada, indicando los porcentajes de consumo en primer y segundo plano y el reparto entre pantalla, sistema, wifi y conexión de datos móviles.

Windows 10 deja que el usuario pueda mejorar la autonomía ajustando de manera manual qué apps funcionan en segundo plano

Además, el software es en este caso un colchón en varios aspectos; Windows (en el móvil) siempre ha sido un sistema poco agresivo con el consumo y con Windows 10 deja que el usuario pueda mejorar más esto ajustando de manera manual qué apps funcionan en segundo plano (a excepción de Cortana, que está siempre activa) y con un modo de ahorro de batería. De hecho, siendo un punto positivo del terminal aún podría ser mejor si el ajuste automático de brillo fuese algo más eficiente ahorrando nits en las condiciones en las que puede.

El audio es bastante aceptable tanto a nivel de altavoz como en auriculares, llegando a unos 90 decibelios. El reproche aquí es el de siempre: la ubicación del altavoz. Si apoyamos el móvil con por su parte trasera, éste quedará tapado perdiéndose drásticamente tanto el volumen como la calidad.

Lumia 550, la opinión de Xataka

El propósito que desde un principio Microsoft se plantea con esta serie y se consolida con los sucesivos lanzamientos queda cumplido una vez más con el Lumia 550; es la opción más económica para quien busca la experiencia con Windows 10 (en este caso) o bien es de manera global un terminal simple para un usuario poco exigente y de uso fundamental. Sin embargo, lo que no logra trasladar es la sensación de evolución, sino sólo la de cambio y más bien poco.

Esto, no obstante, no es per se una característica negativa del producto en cuanto al uso, como sí lo es el hecho de que presente el fallo de software que hemos comentado en relación a la nano-SIM, algo que debería poder ser solucionado mediante actualizaciones de software. O las limitaciones que de vez en cuando se experimentan por un hardware básico que, como con sus antecesores, no lo convierten en un teléfono adecuado para usuarios más exigentes.

Por tanto, no ayuda de momento el hecho de que el sistema que incluye sea un software nuevo tanto por los errores a corregir como por factores como el que las apps puedan estar aún por adaptar y no se abran o requieran reinstalaciones. No obstante, esto es (si no totalmente, en gran parte) debido a las propias apps.

Por lo demás representa un candidato más para el usuario que busca un terminal pequeño y ligero para mensajería, correo, redes sociales y poco más, sin ser exigente con la cámara, la fluidez ni necesite un dual-SIM, y anteponga aspectos como el 4G. La opción más económica de Microsoft y su apuesta en la gama de entrada, un combate nada fácil teniendo en cuenta que encontramos terminales por ese precio e incluso menor por parte de la competencia como el Moto E 2015, el Samsung Galaxy Core Prime o el ZTE Blade L3.

6.7

Diseño 7,5
Pantalla 7
Rendimiento 6
Cámara 5,5
Software 7
Autonomía 8,5

A favor

  • Muy cómodo y ligero
  • Resolución y contraste de la pantalla
  • Autonomía

En contra

  • Algunos fallos de software
  • Escasa evolución de procesador
  • Es un imán de huellas

El teléfono ha sido cedido para la prueba por parte de Microsoft. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

En Xataka Móvil | Comparativa Microsoft Lumia 550 frente a sus rivales

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