En pleno boom de los wearables, y concretamente de los cuantificadores, cuando en el terreno de juego estaban ya la Fuelband de Nike y se perfilaba cierto duelo entre la Fitbit Flex y la Jawbone Up, Misfit presentaba su propuesta distinta a varios niveles, el Misfit Shine. Con él lograron hacerse hueco en el panorama con su estilo sencillo y ya son varios los modelos que tienen en su haber, como el que hemos podido probar a fondo: el Misfit Ray.
Un cuantificador de forma tubular que, como el resto de productos de la marca, puede llevarse de varias formas (como collar, pulsera, etc.) y que guarda las líneas de diseño característica de la marca, buscando cierto toque de elegancia. Sin pantalla, con un LED indicador y resistente al agua, Misfit Ray mide nuestra actividad tanto en movimiento como en reposo. Veamos cómo es la experiencia con él.
Diseño y materiales: una discreta todoterreno
Una característica que la marca dejó patente desde sus inicios es que sus productos presentarían un diseño sencillo hasta el extremo, y Misfit Ray también lo lleva en su genética. Tenemos en este caso un diseño en forma de tubo; un cilindro de unos 3,7 centímetros de longitud en cuyo interior se alojan las baterías (tres pilas botón de voltios) y a cuyos extremos se enganchan las correas (o el accesorio que prefiramos para llevarla).
A colación de esto, en el caso del Misfit Ray nos olvidamos de conexiones porque han optado por baterías no recargables. En este caso no hemos de introducir en nuestra rutina de cables y enchufes un nuevo elemento, sino que podremos estar unos meses sin preocuparnos por la batería (aquí Misfit promete hasta seis meses de autonomía). El consumo de hecho debe ser bastante bajo dado que no tenemos pantalla indicadora y el cuantificador se limita a medir la actividad y a realizar transmisiones de información de vez en cuando (y las vibraciones).
¿Es cómodo? Dentro de lo que lo son estas pulseras (que siempre presentan una parte rígida) lo cierto es que lo es y no nos ha molestado en ninguna situación. Eso sí, aunque se coloca muy fácilmente (un simple click), a la hora de ajustarlo sí que hemos encontrado un poco de dificultad (se trata de colocar el punto de anclaje donde corresponda según el diámetro de nuestra muñeca y cuesta bastante moverlo).
El montaje es muy sencillo. La pulsera nos viene ya montada pero hemos de colocar las tres pilas, lo cual se hace en unos minutos sin que se requiera nada más. Simplemente hemos de abrir el extremo indicado con un punto en la parte interior con un sencillo movimiento, colocando las pilas en su correcta orientación y volviendo a montar.
En cuanto a los materiales, hemos mencionado el aluminio que compone el cilindro exterior. En nuestro caso hemos probado la pulsera, siendo las correas de plástico flexible, todo de un color entre marrón y grisáceo (metálico). La sensación que dan es de calidad y de resistencia, y por lo que hemos comprobado es así (el aluminio aguanta esos toques accidentales que puede sufrir al estar en la parte exterior de la muñeca contra paredes y demás).
Lo que se busca aquí es que la estética no sea un impedimento a la hora de llevarlo incluyendo esas situaciones en las que estos detalles tienen importancia, y lo cierto es que la sencillez y el toque metálico hacen que, pese a no tratarse de algo elegante como lo es una pieza de joyería, sí tiene un aspecto algo menos sport que en otros casos. Esto ya es cuestión de gustos y modas, pero a priori es bastante más discreta que otras pulseras en cuanto a llevarla en cualquier situación.
Minimalismo a todos los niveles
Los sensores del Misfit Ray miden el movimiento en los tres ejes y desde que ponemos las pilas su actividad se inicia hasta que éstas mueren. Es un registro pasivo en cuanto a que no envía la información a tiempo real al dispositivo móvil, sino que hemos de sincronizar para actualizar los datos cada vez que queramos.
Los parámetros que mide son la distancia y la intensidad, la cual en la práctica es más bien la velocidad (la actividad es más intensa a más desplazamiento por unidad de tiempo y distancia). Según ésta la actividad se clasifica en suave, moderada o vigorosa, siendo por defecto andar o correr. Si se trata de otra actividad nos toca a nosotros especificárselo a posteriori desde la app, disponible para iOS, para Android y para Windows Phone.
En cuanto al registro del sueño, lo que detecta Misfit Ray es la inactividad prolongada en horario nocturno. Nos da la opción de establecer una hora a la que vamos a dormir de manera habitual (que podemos anticipar en cualquier momento), si bien es una simple orientación y el registro empieza como decimos cuando los sensores detectan una inactividad casi absoluta sea antes o después de esta hora.
Así, la app conserva esta sencillez característica de la marca también en cuanto a diseño y funciones (sobre todo si optamos por el tema en escala de grises). Tiene una interfaz con los elementos justos y navegación por pestañas:
- Inicio: es la sección principal en la que salen los datos registrados del día en el que estamos. Muestra los puntos de actividad hasta la última sincronización en un gráfico circular, siendo el diámetro equivalente al objetivo mínimo en punto que nos marquemos (hay un mínimo de 600 por defecto). A continuación muestra los distintos registros (de actividad, sueño y si hemos guardado algún alimento o frecuencia cardiaca).
- Social: Misfit tiene su propia red social (compuesta por los usuarios de sus cuantificadores que quieran formar parte) en la que se comparan las puntuaciones.
- Nuevo: para añadir un nuevo dato de actividad, sueño, peso, alimento o pulsación.
- Dispositivos: para gestionar nuestro o nuestros dispositivos, indicando dónde lo solemos llevar (esto ayuda a que el registro sea más exacto).
- Yo: nuestro perfil, en el que podemos modificar los objetivos, los datos personales (foto, peso, etc.) y gestionar las apps asociadas (por ejemplo, MyFitnessPal, Salud de Apple o Runkeeper). Vemos también un resumen de lo que hemos hecho hasta el momento, con promedios y un recuento de la distancia total (y unas curiosas comparaciones con la costa de California o la circunferencia de la Luna).
La sincronización funciona a la perfección: el dispositivo se conecta por Bluetooth y podemos actualizar datos abriendo la app o configurando los toques con Misfit Link (otra app complementaria para poder asociar acciones al dispositivo mediante una secuencia de toques). Aquí hay algo que tenemos que tener en cuenta: sólo puede asociarse un dispositivo (si intentamos sincronizar un segundo nos dará error). Y de hecho si probamos a sincronizar un segundo no tendrá en cuenta los datos sincronizados en el otro.
En cuanto a los tipos de actividad que registra tenemos andar, correr, nadar, ciclismo, baloncesto, tennis y fútbol. A éstas añadimos yoga y danza si se activa el registro previamente, pulsando la pestaña de Nuevo y la opción de registro de la actividad que queramos, pero no salen si editamos un registro ya hecho cambiando el tipo de actividad. Lo que hace la app es una conversión del tiempo y la intensidad según de qué se trate, resultando así en más o menos puntos (es decir, 30 minutos de actividad moderada dará un resultado u otro según indiquemos que sea andar, natación u otra actividad).
Aquí quizás podemos echar en falta algo más en cuanto a la alimentación y kilocalorías. En otros cuantificadores la app permite llevar un registro más detallado tanto de las kilocalorías que se queman (siempre valores aproximados) como da las que se consumen. En este caso podemos registrar alimentos fotografiándolos, pero no podremos establecer planes o controlar la dieta con la app del producto.
Otra actividad que podemos controlar es el sueño. Aquí como decíamos podemos establecer una hora de referencia, aunque la pulsera empieza el registro en cuanto ésta no tiene movimiento durante un rato, aunque sea antes o después (además da la opción de empezar antes el registro con un botón de "Estoy listo" para irnos antes a la cama). Eso sí: si somos seres de siesta tendremos que tenerlo en cuenta, dado que durante el día no lo registra como sueño. Tendremos que introducirlo de manera manual desde la pestaña Nuevo (sin que podamos ver la calidad del sueño).
A nivel de descanso lo que vemos es un gráfico en forma de eje cronológico dividido en fragmentos según la profundidad de nuestro sueño (según sea ligero, profundo o estemos despiertos). Este registro tiene una obvia dificultad a la hora de evaluarlo (la inconsciencia), pero dentro de lo posible hemos visto que es bastante preciso, registrando esos pequeños periodos en los que nos despertamos o nos levantamos durante la noche. También permite configurar una alarma para despertarnos así como la reproducción de sonidos relajantes para dormirnos, bien un rato o durante toda la noche (audios de grillos, bosques, agua, etc.).
Sencillez, en lo bueno y en lo malo
Los dispositivos de Misfit están diseñados para quien quiere una cuantificación constante en tierra (sea en movimiento o no) y agua. Nos alejamos aquí de las propuestas más sociales y que van más allá en la app, tocando temas de dieta y otros aspectos, para centrarnos en la evolución pura y dura de la actividad con una variedad más bien limitada de actividades.
La información que da es bastante clara y útil, y efectivamente nos sirve para medir nuestro progreso y estimularlo pudiendo configurar nuestras propias metas. Pero con respecto a esto, aunque detecta con precisión el grado de actividad, la conversión en otras actividades que no sean andar o correr será siempre una aproximación que será especialmente poco concreta cuando se trata de una actividad sin mucho desplazamiento. Está, además, el hecho de que no estén disponibles las mismas actividades si iniciamos nosotros el registro a si lo editamos posteriormente.
Algo que también se podría mejorar, sin que con ello el producto saliese de su minimalismo y su ausencia de pantalla como gran parte de su competencia, es el que se pudiese configurar mejor los avisos por vibración. El Misfit Ray vibra con llamadas y mensajes, pero pese a que ofrece una pestaña de configuración con las apps compatibles (Facebook Messenger, WhatsApp, Line, Skype, WeChat, Viver y GMail) lo hace por defecto en otras apps de mensajería (sin que puedan desactivarse selectivamente).
Con respecto a esto, apuntar que la vibración es intensa pero no molesta, probablemente justo en la intersección entre estas dos características. A colación de esto, uno de los puntos es el poder configurar una alarma para recordarnos que no nos hemos movido en una hora (compañero de trabajo estático, esto es algo que te interesa).
Así, el hecho de que no tenga una pantalla sino un LED multicolor en principio no afecta a la experiencia si no se quiere una actualización constante de los datos como las pulsaciones o el ritmo que se lleva. Esto además puede saberse en cualquier momento con el móvil, si bien para las pulsaciones aquí se trata del típico método con la cámara trasera (colocando la yema del dedo) y no tiene relación con el wearable en sí.
A destacar, además de la precisión, el hecho de que no tengamos que estar pendientes de la batería en meses, algo que se traduce en cierta comodidad sobre todo si en nuestro día a día ya lidiamos con cargas casi diarias de otros dispositivos. También el precio, dado que el Misfit Ray queda en 99 euros, por debajo de otros cuantificadores como la Fitbit Alta.
El dispositivo ha sido cedido para la prueba por parte de Misfit. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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