La gente de Oppo nos había liado un poco con sus nuevos productos, esperábamos un nuevo terminal con cámara giratoria - ese es el N3 - y también otro más asequible conocido como Oppo R5. Pero la realidad es que el segundo terminal tiene unas especificaciones muy buenas, y un grosor difícil de igualar.
Nos han sorprendido con un terminal bastante competente, como podemos comprobar con el estreno de hardware de Qualcomm. Pero lo realmente llamativo es ver que todo cabe en 4,85 milímetros de grosor. El cuerpo está construido en metal, y todo el mundo que conoce el trabajo de Oppo puede intuir que la calidad de construcción será alta.
En vistas de lo que han metido dentro, nos parece mejor definirlo como un nuevo terminal más cercano a la gama alta, que un sustituto del Oppo R3. Eso sí, le quita el record de grosor al Elife S5.1 de Gionee (5,15 milímetros). Vamos a conocerlo mejor con la siguiente galería:
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Snapdragon 615 con 64 bits
El chipset protagonista de la ocasión es un Qualcomm Snapdragon 615, ya presentado en nuestras páginas, y conocido por ser uno de los integrantes de la nueva familia de soluciones de 64 bits de la casa americana.
En esta ocasión estamos ante un procesador de ocho núcleos - cuatro a 1,5 y cuatro a 2,1GHz -, acompañado de 2GB de RAM y 16GB de memoria interna (no se puede expandir). Las dimensiones completas del Oppo R5 son de 148,9 x 74,5 x 4,85 milímetros, y pesa 155 gramos.
Pasando a las cámaras, nos encontramos con sensores Sony. La unidad principal es un IMX214 de 13 megapíxeles, y la frontal, de 5 megapíxeles (lente gran angular, 80 grados). Debido al grosor, podéis ver como el módulo de la cámara sobresale significativamente sobre la parte trasera. Ambas lentes cuenta con una apertura máxima f/2,0.
Pantalla AMOLED y sistema de carga rápida
Podríamos pensar que la batería era el aspecto más perjudicado con el adelgazamiento, pero encontrarnos con una unidad de 2.000mAh, nos parece una cantidad llamativa. El teléfono cuenta con el sistema de carga rápida - VOOC Rapid Charge - que estrenaron en el Oppo Find 7a. Para el que ande perdido, el sistema carga el 75% de la batería en media hora.
Pasamos a la pantalla, que es de 5,2 pulgadas, con resolución Full HD. Unas cifras muy buenas que lo colocan con una densidad de píxeles de 423ppp. La tecnología empleada para su concepción es AMOLED.
Como ocurrió con el teléfono de Gionee, el grosor está tan conseguido, que han eliminado el puerto de auriculares - el jack de 3,5 milímetros -, en su lugar habrá que tirar de un adaptador microUSB.
El sistema operativo con el que se va a lanzar al mercado es Android 4.4, con la personalización Color OS de la casa, en su versión 2.0. La conectividad máxima disponible es LTE, y entendemos que si lo incluyen en la oferta de terminales que saldrán en Europa, será compatible con nuestras redes, como han hecho con modelos anteriores.
Aunque esperamos que Oppo sea más clara con su lanzamiento global, tiene toda la pinta de que llegará en diciembre, y lo hará en tres colores: plata, dorado y gris. Su precio libre, algo superior a los 400 euros.
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