Año 2016. Los fabricantes luchan por hacerse un hueco en un mercado donde cada vez hay menos oxígeno disponible y más bocas pidiéndolo. El enfoque low-cost está sobreexplotado. La gama alta casi no baja de los 700 euros. Cada día es más difícil llamar la atención y lograr el favor de la cada vez menor masa de compradores potenciales anuales. Y ahí, en medio de todo esto, una empresa no lanza un smartphone, sino un "antismartphone".
Hablamos de un dispositivo que sabrás que es un móvil porque te lo contamos, porque a primera vista parece un elemento de decoración o una piedra con un borde circular anormalmente perfecto salida de un jardín zen. Pero no, Runcible es un smartphone con forma y pantalla circular y todos los demás componentes necesarios para hacer funcionar un teléfono móvil, aunque con salvedades.
Una pantalla redonda, ¿por qué no?
Presentar un diseño innovador es difícil si no quieres romper el status quo. Samsung es un ejemplo de haber apostado por algo distinto y arriesgado con las curvas de sus modelos Edge, si bien en su caso ha funcionado y desde que el Galaxy S6 Edge (vamos a contar desde aquí y a pasar discretamente del Note Edge) han lanzado ya 3 modelos con curva y parece que se avecina un cuarto.
Pero no, Samsung no ha roto con nada si nos atenemos a la propuesta de Monohm Inc., la empresa que está detrás de este peculiar smartphone. Un producto que se mostró en fase de proyecto en el MWC 2015 como recuerdan en Engadget. Runcible es un móvil pensado no para ser el mejor (como sí fue lema en OnePlus, por ejemplo), sino para ser distinto, tanto por fuera como por dentro.

Empezando por el exterior, se trata como decíamos de un terminal con forma de canto rodado perfectamente circular, estilo cajita de maquillaje, del tamaño aproximado de una taza de café. Con una pantalla de diagonal (o diámetro) de 2,5 pulgadas con una resolución de 640 x 640 píxeles (unos 256 píxeles por pulgada). Para tener una referencia similar, el Samsung Galaxy S4 mini (2015) tenía una resolución de 540 x 960 píxeles y una densidad de 256 píxeles por pulgada.
Tampoco son de primera línea el resto de componentes, algo que encaja con la idea de antismartphone en la que luego profundizaremos. El Runcible monta un Snapdragon 410, con gráfica Adreno 306 y 1 GB de RAM. 8 GB de almacenamiento interno y una cámara de 7 megapíxeles. En principio soporta hasta 3G, pero si las reservas fuesen significativas (lo suficiente para llamar la atención de los operadores) podría haber una versión con LTE.
Parece un smartphone, ¿por qué no lo quiere ser?
La propuesta de Monohm está motivada por el hecho de que cada vez pasamos más tiempo pendientes del móvil, es decir, mirando a su pantalla. Una alternativa para quien ve en esto un problema. El objetivo del Runcible es, de hecho, que lo uses lo menos posible.
Las características que lo hacen adquirir este papel de "antismartphone" las pone sobre todo el software, el cual fue una aventura dado que en un principio iba a basarse en Firefox OS, pero dados los acontecimientos en Mozilla hubo que recomponerlo para basarlo en Android 5.1. Concretamente se trata de la plataforma propia BuniOS construida por Monohm usando AOSP (Android Open Source Project).

¿Cuáles son estas características? El hecho de que la app de mapas no dé las rutas más cortas, sino las más bonitas, o que haya un sistema de gestión de notificaciones que evite la acumulación que vemos en la cortinilla (si no las consultamos) en el resto de sistemas. Eso sí, olvidémonos aquí de acceder a la Play Store, no será posible desde el teléfono circular.
El precio de lo básico cubierto de exclusividad
Tenemos, en un planto de la balanza, unas especificaciones muy básicas, con un procesador de finales de 2013. En el otro plato, una forma redonda con un acabado a elegir de plástico reciclado del océano (¿os suena la Gran Isla de Plástico del Pacífico Norte?) en el caso del modelo Babbage o madera en el caso del Lovelace. ¿Cuál pesa más en cuestión de precio? Correcto, el segundo.

Si os interesea el "antismartphone" podéis reservarlo desde su página web por 399 dólares (unos 355 euros) en el caso del Babbage y 499 dólares (unos 444 euros) si preferís el Lovelace (edición limitada), para recibirlo en septiembre de este año. Explica Aubrey Anderson, su creador, que el motivo de que el precio suba tanto es que está pensado para que dure décadas.
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11 comentarios
piter_parking
buff, eso mismo en plateado y con un botón físico, y a buscar las Dragon Ball xD
Land-of-Mordor
Incluso perdonando todo lo que hay que perdonar en este terminal tan "original", ¿no había para ponerle flash a esa cámara trasera?
gsm_atack
si os perecia que hablando por un N-gage era una experiencia "un poco rara"con el circulo si que rompen ....
obrien
Si alguna vez le pudo interesar a alguien esto, el precio acaba con ese interés.
jorgeescmem
No le vería problema al precio con un flash LED y 2gb de ram.
Me parece increíblemente bonito.
ariasdelhoyo
Pues me gusta el concepto.
dpd
¡Ostras! ¡El radar del Dragón!
¡Por fin conseguiré las bolas de Dragón, invocaré a Shenlong, le pediré baterías para móvil que duren más y él se reirá en mi cara!
jaimebcn
Pues yo no lo veo tan descabellado. Si tuviera caracterísiticas más modernas, lo mismo no descartaba en comprarlo.
Nos quejamos cada vez que sale un modelo nuevo de que se ha perdido el diseño, que todos son rectangulares, blablabla y cuando se presenta un smartphone diferente (BB lo presentó "cuadrado") nos echamos las manos a la cabeza.
carlosperez852
murio instantaneamente por el precio, con eso te lo digo todo.
cristian.otegui
Muy caro, para lo que ofrece. Con Firefox OS - cuando estaba vivo - y un valor más bajo, es como un mensaje para el mercado. Pero sin flash en la cámara, y sin cámara delantera -que le ayudaría a ser una suerte de espejo de mano- no puede ser más que un producto destinado a la gente que le gustan las cosas raras y de colección.
elzapato
Lo que dirían en Xataka si esto le presentaran Samsung o Apple!