Hace poco más de un mes aparecía al fin entre nosotros el Amazon Fire Phone, el dispositivo llamado a poner a la empresa de Bezos en el complicado mapa de la movilidad. Su apuesta pretendía ser diferencial por la presencia de la llamada Perspectiva Dinámica -basada en su sistema de cámaras frontales- y por la aplicación FireFly.
Sin embargo el precio del dispositivo era a todas luces desorbitado. Eso unido a la limitada utilidad de las citadas opciones diferenciales han tenido un efecto contundente en las ventas. En estas primeras semanas de disponibilidad se estima que Amazon ha vendido tan solo 35.000 unidades de su Fire Phone.
Los datos provienen de The Guardian, que a su vez ha utilizado los últimos informes de las consultoras comScore y Chitika. Según ésta última, por ejemplo, el Fire Phone solo fue responsable del 0,2% de actividad en la monitorización que esta empresa realiza a la impresión publicitaria online en Estados Unidos. Eso, unido a la estimación de que actualmente hay entre 175 y 177 millones de smartphones en ese país, arrojaba unas ventas de unos 35.000 dispositivos en estas primeras semanas de disponibilidad.
El Fire Phone es un buen producto para Amazon, no para sus clientes
La única propuesta realmente interesante en el Fire Phone es la introducción de FireFly, la aplicación que permite escanear productos a través de una foto de los mismos o de un código de barras, y que luego ofrece información sobre el precio al que podemos encontrar ese mismo producto en Amazon.
Esa capacidad hacía del Fire Phone el perfecto asistente de compras para los "heavy users" de Amazon, que de este modo podrían contar con una forma óptima de aprovechar los precios y prestaciones que ofrece el gigante del comercio electrónico. El problema es que es una característica que no debería estar únicamente disponible en estos dispositivos: Amazon debería lanzar FireFly como aplicación independiente para Android e iOS.
De hecho, el precio del Fire Phone no está justificado ni por esa opción ni, desde luego, por un sistema de cámaras frontales que apenas ofrece utilidad real al usuario. Amazon ha querido situar su dispositivo al nivel de los tope de gama de Apple o Samsung, pero en lugar de eso nos encontramos con un dispositivo mediocre en muchos otros apartados.
Un problema sin solución
Amazon se encuentra aparentemente ante una encrucijada: esas ventas son injustificables para un proyecto de esta magnitud, y no es probable que la situación mejore en los próximos meses, sobre todo cuando las propuestas de otros fabricantes -muchas de ellas las veremos en el IFA los próximos días- volverán a demostrar cómo el Fire Phone sencillamente no puede competir a esos precios.
Ante el dilema, Amazon solo parece tener un camino de salida: rebajar drásticamente el precio del dispositivo, reducir sus expectativas y su margen de beneficio, y tratar de salvar un barco que parece hundirse de forma irremediable.
Será difícil que la empresa de Bezos tome esta difícil decisión: como ocurre con Apple, Amazon tiene una fuerte fijación por controlar su ecosistema y los precios de todo lo que vende -y si no, fijaos en la situación con las editoriales de libros-. Y sin embargo, reducir el precio de los 649 dólares que cuesta libre a unos mucho más razonables -soñar no cuesta nada- 349 dólares seguramente atraería notablemente a los usuarios y permitiría a Amazon 1) salvar el inventario y 2) seguir ganando dinero con unos dispositivos cuya factura de materiales se sitúa en los 210 dólares.
Esa reducción de precio debería ir acompañada, como decíamos, de la publicación de la aplicación FireFly "para todos los públicos", y probablemente del salto inmediato a una variante sin la Perspectiva Dinámica y sin ese sistema de cámaras frontales que es una de las opciones más absurdas que hemos visto en un dispositivo móvil en los últimos tiempos.
En Xataka Móvil | Así queda el Amazon Fire Phone comparado con sus rivales
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