Hace mucho tiempo que las gamas de los smartphones se dividieron en tantas categorías que ya resulta difícil englobarlas todas en tan sólo tres, las tradicionales. La gama baja o de entrada, la gama media y la gama alta tienen a su vez subdivisiones y en ocasiones es mejor hablar de la gama de precios en la que compiten que de una auténtica categoría, pues no resulta justo compararlos a todos en dichos bloques.
El Weimei Neon es uno de los smartphones de Weimei que compite en las categorías más económicas. No todos los usuarios necesitan ni aprovechan smartphones de 500 y 600 euros, y es bajo esa premisa que los fabricantes aportan terminales que, o bien se enfocan a comercializarse a muy bajo precio en forma de terminales libres, o bien son carne de cañón para las operadoras móviles, siempre dispuestas a contar con artillería que ofrecer junto a sus tarifas más económicas. Pero vamos allá con lo que importa, con la miga de la review.
Weimei Neon, lo más básico con algún extra
Vamos a repasar una por una las características que Weimei ha elegido para configurar este Weimei Neon que ahora colocaremos sobre nuestra mesa de análisis.
Pantalla | 195 píxeles por pulgada |
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Procesador | |
Núcleos | |
GPU | |
RAM | |
Memoria | |
OS | |
Conectividad | 4G TDD-LTE Bandas 38/39/40/41 4G FDD-LTE Bandas 1/3/7/20 WiFi 802.11 b/g Bluetooth 4.0 GPS con aGPS Dual SIM MicroUSB 2.0 |
Batería | |
Cámara trasera | Cámara frontal |
Otros | |
Dimensiones y peso | 167,4 gramos |
Precio actual |
Situándonos por debajo de los 100 euros en precio final, después de impuestos, y sabiendo que no estamos ante un terminal importado de China o comercializado allí, nos hacemos a la idea de que no encontraremos características punteras en ninguno de sus aspectos, aunque un terminal de este precio con 16GB de almacenamiento interno no es demasiado habitual por estos lares, y será algo que valoraremos positivamente.
Diseño y materiales, sencillo y colorido
Sacar el Weimei Neon de su caja es darse cuenta inmediatamente de que estamos ante un terminal muy llamativo. En nuestro caso hemos analizado el modelo con la carcasa trasera azul brillante, construida en un plástico rígido que se aleja de los policarbonatos mejor tratados que encontramos en los Lumia, por ejemplo, o en terminales de un nivel superior, pero que resulta muy atractiva a la vista.
Diseñado para resistir golpes, pues por sus especificaciones deducimos que puede convertirse en el primer smarphone de muchos adolescentes, con el consiguiente riesgo de caídas por descuidos o prácticas de riesgo, el Weimei Neon cuenta con un cuerpo de esquinas redondeadas cuya carcasa trasera, intercambiable, sobresale ligeramente con respecto al frontal.
La botonera es arrastrada por la pantalla, pues en la parte interior una vez retirada ésta sólo vemos los contactos metálicos para el encaje de la cobertura, así que cuando el Neon está desnudo sólo tenemos el frontal completo, quedando la parte trasera totalmente expuesta para poder extraer la batería o cambiar alguna de las SIMs, pues con el Neon tenemos opción a llevar dos microSIMs de forma simultánea. Los teléfonos duales van siendo cada vez más populares.
Pese a que cuenta con una pantalla de 5 pulgadas, el tamaño del Neon no está especialmente optimizado. Estamos ante un terminal de 144.5 x 72 milímetros y con un grosor que no llega al centímetro por únicamente 0,2 milímetros. El marco que rodea a la pantalla es de cuatro milímetros por cada lado y esto aporta anchura al modelo de Weimei que, curiosamente, agradece una mayor superficie de agarre pues tenemos entre manos un smartphone de casi 170 gramos de peso.
No lo hemos puesto a prueba en cuanto a caídas, pero todo en el Weimei Neon apunta a que resistiría una sin problemas. Así que mientras que con otros modelos metálicos o recubiertos de cristal sí hemos de tener más cuidado, el Neon, aunque algo basto y poco refinado, invita a confiar más en su resistencia que en nuestra atención. No hay mal que por bien no venga, ¿no?
La pantalla, insuficiente
Hay dos aspectos especialmente débiles en el Weimei Neon y uno de ellos es sin duda su pantalla. De acuerdo en que el precio baja de los 100 euros y que recortar en especificaciones se antoja imprescindible, pero sus cinco pulgadas deberían haber sido, al menos HD. Incluso habríamos aceptado qHD, pero ni tan siquiera llega a estas cifras. Las 5 pulgadas del Neon tienen una resolución de 854x480 píxeles y eso nos deja una cifra pobre: 195 píxeles por pulgada.
Pero el mayor problema de la pantalla del Neon no es su resolución, ni mucho menos, es la propia pantalla en sí. Observándola de frente no apreciamos ningún problema aunque en cuanto la inclinamos, y no hace falta demasiado, comenzamos a ver variaciones de color y más allá de los 60 grados se hace muy molesta, una molestia que se acentúa más cuando en la pantalla mostramos colores claros, los más propensos a cambiar de tonalidad.
La pantalla tiene poca resolución, malos ángulos de visión y es una auténtica "atrapahuellas"
La superficie táctil es además algo errática, posiblemente por culpa de la escasa potencia del dispositivo unido a su pesada capa, pero para comentar eso esperaremos a más adelante. Lo que nos interesa ahora es que tenemos toques fantasma, sobre todo cuando estamos en el teclado, y eso es sin duda lo más molesto pues es tecleando precisamente cuando necesitamos mucha más precisión, y el Neon no la ofrece.
Sacar el Weimei Neon a la calle y querer usarlo es, literalmente, necesitar buscar zonas de sombra. Si la pantalla en interiores es usable, en el exterior no lo es tanto y si el sol incide directamente sobre ella podemos olvidarnos de ser capaces de consultar nada. Hay que decir algo bueno sobre ella, no obstante, y es que disponemos del doble toque para encenderla y apagarla. No todo iba a ser tan malo.
Anteriormente decíamos que construir un smartphone de este precio requería de recortes, pero la tijera con respecto a la pantalla ha sido ciertamente excesiva. Ni tan siquiera está bien protegida contra las huellas, pues estaremos más tiempo limpiándola para poder verla en condiciones que casi usándola. Una pena.
El rendimiento y el software, una losa
Es hora de que los fabricantes comiencen a entender que estamos ya en 2016 y que las fórmulas que funcionaban en el pasado no lo hacen en nuestros días. Ni las gamas bajas deberían montar 1GB de RAM a estas alturas, con los requerimientos del propio sistema y de las apps, ni terminales que juegan en estas ligas deberían llevar una capa sobre el propio sistema. Y aquí el Weimei Neon peca en ambas.
La capa que cubre Marshmallow y el GB de RAM del Weimei Neon son demasiado para el dispositivo, que se resiente
El Neon no monta el mejor procesador de MediaTek, ni lo pretende, pero el 6735 de cuatro núcleos sufre en exceso por disponer de más memoria en la que apoyarse, y la multitarea se convierte en un proceso constante de esperas. Pulsar botón, esperar a la lista, cambiar de aplicación, esperar a que ésta vuelva a cargarse o, en el mejor de los casos, esperar sólo hasta que reaccione y nos deje interactuar con ella. El rendimiento es lo segundo peor del Weimei Neon tras su pantalla.
4 núcleos a 1,0GHz |
4 núcleos a 1,2GHz |
4 núcleos a 1,3GHz |
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single / multi |
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La capa del Neon, además, peca de que no aporta en exceso al funcionamiento del terminal. En lugar de optar por una fórmula como la que siguen tanto bq como Energy Sistem, fabricantes también españoles, en Weimei han optado por no dejar el sistema limpio y agregarle alguna modificación o app propia sino que cuenta con toda una capa que no hace más que ralentizar en exceso el sistema. El Neon funciona bien en monotarea, con una sola app fija al frente con la que estemos interactuando. Si precisamos de varias a la vez, debemos prepararnos para sufrir.
De acuerdo en que disponemos de 16GB de almacenamiento interno pero si el propio sistema desalienta del uso del smartphone, nos limitamos a usar el espacio disponible para almacenar música y quizá fotografías, pues llenarlo de aplicaciones sólo hará que acabemos por cogerle algo de manía. Un Marshmallow completamente limpio habría mejorado la nota en este aspecto, pero la capa es un lastre insuficiente y difícilmente soportable. Una lástima.
La autonomía, ligeramente superior a la media
Volvemos a las sensaciones positivas cuando nos enfrentamos a la autonomía del Weimei Neon, pues no todo iba a ser algo negativo en contra del terminal. Dependiendo del uso, pues la autonomía es un factor tan personal como variable, nos movemos en cifras de entre cuatro y cinco horas de pantalla, tendiendo más a las primeras.
Los 2300 mAh de la batería del Weimei Neon nos ofrecerán un día de autonomía sin muchos problemas, pese a que su procesador A53 no está muy optimizado para el ahorro de energía. El uso bajo redes móviles puede haber bajar la autonomía hasta las tres horas y media, aproximadamente, así que el uso mixto debe darnos la opción de regresar a casa de noche con el Weimei Neon aún encendido, algo que es importante cuando no podemos o no queremos invertir más en un smartphone.
Las cámaras, lo justo
Hemos de reconocer que esperábamos un peor panorama fotográfico al enfrentarnos al Weimei Neon pues no prometía mucho sobre el papel y el resto de características nos invitaban al desaliento. Pero contra todo pronóstico, las capacidades fotográficas del terminal son usables y si bien no nos permitirán obtener fotografías de mucha calidad, nos dejarán defendernos en aplicaciones de mensajería y redes sociales, donde necesitamos más el documento fotográfico que el arte.
Esperábamos otro suspenso, pero las cámaras están en consonancia con la competencia
Los cinco megapíxeles traseros del Neon se defienden bien con buena luminosidad, algo que ya viene siendo habitual en casi todos los rangos de cámaras móviles del mercado, y aquí vuelven a pesar sus 100 euros de precio pues en cuanto la luz escasea, mejor desistamos de tomar la fotografía. Mucho ruido con poca luz, enfoque errático y empaste de algunos colores que entorpecen la fotografía definitiva.
Incluso con buena luz, el rango dinámico no es el mejor que podíamos esperar aunque las fotografías salen bien contrastadas. Quizá los peores resultados se obtengan con fotografías que muestran zonas de luz y sombras demasiado marcadas, tendiendo entonces a favorecer la zona que enfoquemos, aunque las fotografías aquí no decepcionarán para un terminal de estas características.
Si lo que haremos será fotografía en interiores, hemos de contar con una buena iluminación o con un buen pulso, pues el flash no nos echará una mano demasiado útil, al centrarse en objetos demasiado cercanos, oscureciendo el fondo en exceso. Así pues, tendremos que tomarlas sin flash y debido a su lento enfoque es muy probable que obtengamos fotografías movidas o, en el mejor de los casos, bien enfocadas pero con mucho ruido.
En cuanto a la cámara frontal, de 2 megapíxeles, nos permitirá tomarnos algún que otro selfie y realizar videollamadas pero al igual que la trasera, no lograremos obtener de ella imágenes de calidad. Simplemente nos permitirá salir del paso cuando la necesitemos y poco más. La fotografía es uno de los aspectos que más se resiente en cuanto un smartphone va reduciendo su precio y en el Weimei esa baja calidad es sensible.
Uno de los puntos a favor de la cámara es su aplicación, y si bien decíamos que la capa lastraba prácticamente todo el sistema, la app de cámara ofrece posibilidades extra a las que hubiésemos obtenido con la app de stock de Android. Filtros y algún que otro ajuste extra para que podamos mejorar lo que el terminal nos ofrece, que no es demasiado.
El sonido, potente
Otro punto a favor del Weimei, su sonido. El Neon cuenta con un único altavoz trasero situado en la parte inferior del dispositivo y su sonido, si bien no es una calidad excelente, ofrece una buena experiencia y es, además, potente. Oiremos sin problemas las llamadas desde cualquier punto de la casa e incluso estando en la calle, y la reproducción multimedia nos permitirá no tener que echar mano constantemente de algún tipo de auricular.
El Weimei Neon suena fuerte y claro, aunque si lo llevamos al límite encontramos distorsión
La potencia no se ve mermada ni tan siquiera por la posición del altavoz, que normalmente llevaremos tapado con la propia mano cuando lo usemos en vertical y que sí quedará libre con el móvil en horizontal o apaisado, la forma de sostenerlo cuando visualizamos vídeo o incluso durante los juegos.
El sonido del Weimei Neon tiene una pega y es que si lo elevamos al máximo, suele distorsionar. Es una pena que en este punto flojee pues habría ayudado a elevar la nota media de un dispositivo que necesita de ayuda para destacar, y el apartado multimedia parecía que fuese a echarle una mano más generosa que la que se encontrará en realidad.
El Weimei Neon frente a algunos rivales
Neon |
Max 4000 |
Zenfone Go |
Play by Lenovo |
|
---|---|---|---|---|
Pantalla | 854 x 480 píxeles |
1280 x 720 píxeles |
1280 x 720 píxeles |
1280 x 720 píxeles |
Procesador | 4 núcleos a 1,0GHz |
4 núcleos a 1,3GHz |
4 núcleos a 1,3GHz |
4 núcleos a 1,2GHz |
GPU | ||||
RAM | ||||
Almacenamiento | ||||
Software | ||||
Conectividad | ||||
Batería | ||||
Cámaras | 2 megapíxeles |
2 megapíxeles |
2 megapíxeles |
5 megapíxeles |
Otros | Radio FM |
Dimensiones y peso | 167,4 gramos |
155 gramos |
Precio |
Weimei Neon, la opinión de Xataka Móvil
Viendo la configuración interna y el rendimiento de este Weimei Neon, no cabe duda de que construir un smartphone de menos de 100 euros no es tarea fácil. No encontramos muchos terminales con 16GB de memoria interna por este precio si nos salimos del circuito de terminales chinos y, desde luego, mucho menos con conectividad 4G. ¿Podemos encontrar algo mejor en esta franja de precios? Tal vez no en ciertas especificaciones pero sí en rendimiento, sólo basta con echar un vistazo al Moto E 4G en funcionamiento para saber que se puede.
Recortar para abaratar está bien, pero en el Weimei Neon ha sido excesivo
El problema con este Weimei Neon radica principalmente en que no parecen haberse tomado las mejores decisiones en su construcción y su puesta en marcha. Los recortes han sido muchos y demasiado notables. No hablamos de que el sonido sea deficiente o su autonomía demasiado justa, sino de un rendimiento general pobre debido a recortes agresivos.
Nos habría gustado habernos enfrentado a un terminal con una ROM limpia, sin el sobrecargo de una capa que sólo resta, sin apenas aporte, o con un GB más de RAM en lugar de los 16GB de almacenamiento interno. Al final todo se decide con detalles. Ya decíamos que construir un terminal de menos de 100 euros no es sencillo pero no parece haberse invertido allí donde el Neon se habría visto beneficiado. Una auténtica lástima pues quizá aumentando el precio final a los 120 ó 130 euros, y las especificaciones en consecuencia, habríamos tenido un smartphone radicalmente distinto.
5.4
A favor
- Es robusto y resistente
- La autonomía nos da un día de uso
- Los 16GB de memoria nos darán juego
En contra
- La pantalla es de muy poca calidad
- La capa lastra todo el sistema
- 1GB de RAM es insuficiente, queda demostrado
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