¿No os da a veces la sensación de que el mercado de la telefonía móviles, de los smartphones, ha evolucionado más bien poco en los últimos años? Sí, los dispositivos cada vez son más potentes y se les puede dar la categoría de ordenadores de bolsillo, pero salvo por las nuevas posibilidades que ofrecen las cámaras dobles (el modo retrato engancha a quien lo prueba) lo cierto es que casi se puede decir lo de "visto un móvil vistos todos".
Con la tendencia de reducir a la mínima expresión los marcos de los móviles en su frontal, que parece que ha llegado para quedarse, los smartphones de alta gama se parecen cada vez. Y ZTE, que no tiene ningún móvil de esa categoría, ha decidido poco más que ir a su bola, con un Axon M con doble pantalla plegable. ¿Triunfará? No lo sabemos, pero lo que sí sabemos es que por lo menos los chinos se han atrevido a innovar, a hacer algo distinto a lo que están haciendo el resto de fabricantes.
La última salida del carril de un fabricante no acabó del todo bien. En el Mobile World Congress de 2016 LG decidió no seguir a sus rivales, hacer algo distinto. Así, su buque insignia del año, el LG G5, apostó por la modularidad. Un buen smartphone pero que era mejor gracias a los distintos módulos que se le podían acoplar extrayendo la parte baja del móvil. Una buena idea sobre el papel pero que no atrajo a los usuarios, que hizo que LG no renovase su apuesta por la modularidad.
La pantalla doble puede ser útil, e incómoda
Ya hay quien está dando por muerto, sin siquiera haberlo tenido en mano, al ZTE Axon M. ¿Para qué quiero una pantalla doble, sacrificando el ancho del móvil? A esa pregunta se ha afanado en responder ZTE durante la presentación del Axon M, enseñándonos (o al menos intentándolo) cómo podemos ver un vídeo en una de sus pantallas mientras atendemos al correo en otro o como se puede echar una partida de ajedrez entre dos jugadores, cada uno con su pantalla.
Mientras presentaban el móvil y todas las posibilidades que ofrece su diferente concepto se me venía a la cabeza también una situación en la que sería muy útil: cuando quieres enseñar a un grupo de personas algo en la pantalla de tu móvil y tienes que ir por turnos, por su posición alrededor de una mesa. Muy útil sería para ese tipo de situaciones, pero me paro a pensarlo... si ya a veces me siento incómodo llevando en el bolsillo un móvil con siete milímetros de grosor, ¿cómo sería llevar uno con casi el doble de grosor?
Que ojo, estoy hablando de mi caso concreto, que muchos otros llevaréis en móvil en un bolso o riñonera y ese grosor extra os dará más igual, pero la mayoría de los usuarios tendemos a llevarlo siempre en el bolsillo del pantalón. Esa es la principal pega que le veo al Axon M, una pega que si la idea triunfa podría desaparecer en el futuro, si la tecnología consigue adelgazar el concepto, aunque parece complicado un recorte importante de ese, a priori, incómodo grosor.
ZTE por lo menos lo intenta
Tengo claro que me gustaría tener en mano el Axon M, probarlo, meterlo al bolsillo para ver qué tal encaja en él... aunque probablemente no me lo acabaría comprando. A otros usuarios les gustará y para muchos pasará totalmente desapercibido entre iPhones y Galaxys. Le puede pasar lo que pasó al LG G5, que contaba con una idea buena pero los usuarios no le dieron la oportunidad.
Pero por lo menos ZTE lo intenta. La apuesta segura habría sido la de presentarnos otro móvil sin marcos y con cámara doble más, con su Snapdragon 835 en el interior y diseño metálico pero no, ZTE ha decidido salirse de ese camino establecido, que nos está llevando a móviles muy similares en cuanto a diseño. La marca china ya nos decepcionó en el último MWC con aquel móvil con "5G" que solo era un prototipo, pero en esta ocasión nos alegramos de que se haya atrevido a innovar, de verdad.
En Xataka Android | Del Kyocera Echo al ZTE Axon M: nueve formas de entender el concepto de pantalla doble en móviles
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