Ni la inyección económica del grupo inversor Elevation Partners sobre Palm, con el cantante del grupo U2 al frente, ni la entrada de diferentes ejecutivos venidos desde Apple, incluido Jon Rubinstein como actual CEO de la compañía, parecen hacer levantar cabeza a la que un día fue compañía líder en dispositivos móviles.
Nuestro bajo rendimiento se debe a una lenta adopción de nuestros productos por parte de nuestros clientes, más lenta de lo esperado, lo que a su vez a llevado a nuestros socios a poner en situación de suspenso pedidos pendiente en los Estados Unidos.
Ni siquiera la expectación levantada con el nuevo sistema operativo Web OS, del que el propio Rubinstein ha sido piedra angular, ha servido a Palm para recuperar la confianza de muchos clientes insatisfechos con la errática gestión realizada a lo largo de 16 años por Ed Colligan, anterior director ejecutivo.
Datos que se desprenden de un correo electrónico enviado por el propio Rubinstein a sus empleados, en la que advierte que los objetivos de la compañía se encuentran aún lejos de ser conseguidos, ya que las cifras de venta registradas por los terminales de Palm no cubren las expectativas generadas en un principio.
Tanto es así, que la dirección de la compañía ha lanzado una pequeña advertencia a los analistas de Wall Street, informando sobre unos ingresos al cierre del año fiscal por debajo de los casi 2.000 millones de dólares (1.468 millones de euros) previstos para el presente ejercicio, como medida preventiva de un posible descalabro bursátil de sus acciones.
Como medida para tratar de paliar los pésimos resultados obtenidos Jon Rubistein y Dave Whalen, vicepresidente y responsable de ventas de la firma, han puesto en marcha el Proyecto JumpStart en colaboración con el operador Verizon Wireless, tratando de incentivar la venta de sus terminales y accesorios realizando un plan de formación intensivo a los empleados de los puntos de venta del mencionado operador con el despliegue de más de 200 profesionales de Palm llegados desde su planta de Sunnyvale.
Por otro lado, Palm se remonta a tiempos pasados con una estrategia que pretende acelerar la adopción y distribución de webOS en terminales de otras compañías, al igual que ocurriera con el extinto Palm OS.
Vía | The Wall Street Journal.