La ascendencia del iPhone en los teléfonos de hoy en día es de sobra conocida, pero hay otro smartphone que marcó el camino
Puede que en estos momentos estés leyendo este artículo desde el móvil. De hecho, no sería nada raro que lo hicieras, habida cuenta que según este estudio de Statista de 2023, más de 55% de personas acceden a internet desde su smartphone. Sin embargo, para llegar hasta el estado del smartphone actual ha hecho falta una evolución bestial desde el primer teléfono móvil. Aunque el iPhone tiene una fama merecida de haber cambiado el sector, hay otro menos recordado por su habilidad de ser un adelantado a su tiempo: el Palm Pre.
Mencionar al iPhone nada más empezar este artículo "homenaje" a la Palm Pre no es casual: el primer teléfono de Apple vio la luz en 2007 y la Palm Pre hizo lo propio en 2009, y ambos modelos fueron la base del smartphone que conocemos (y amamos hoy en día). De la influencia del iPhone en el sector no hace falta hablar mucho, no corrió la misma suerte el Palm Pre como teléfono y ni Palm como empresa.
Lo que Palm plasmó en su Pre hace 15 años, se usa hoy en los móviles
Lo que veis sobre estas líneas era el Palm Pre, un teléfono con una gran (para esos tiempos) pantalla táctil de 3,1 pulgadas con resolución resolución 320×480 píxeles y teclado físico deslizante, lo que permitía manipular el terminal tanto con la comodidad gestos como con la agilidad de la escritura en un QWERTY (siempre y cuando nos apañemos con estas teclas tan pequeñitas). En el apartado de conectividad, GPS, Bluetooth A2DP y WiFi 802.11b/g.
Una de las mejores pruebas de su hambre por innovar estaba en Touchstone, un cargador inalámbrico capaz de cargar el terminal sin cables con la conexión a una base imantada. Si en estos tiempos la eficiencia energética es inferior a la carga cableada, en aquellos tiempos esa era la razón para descartar esa tecnología por la mayoría de fabricantes.
Al manejo multitouch se suma la plataforma OMAP de Texas Instruments como encargada de procesar la información en el smartphone, sus características multimedia y su software, profundamente vinculado a la conectividad a internet. Bajo el capó, el sistema operativo Palm webOS basado en un kernel Linux. Porque la auténtica revolución era su sistema operativo y lo que ofrecía, de lo más completo de la época y un serio rival para el RIM de aquel entonces, Apple, Google y hasta Microsoft.
Así, su interfaz era sencilla e intuitiva, podía controlarse con los dedos y permitía usar varias aplicaciones a la vez mediante tarjetas. Esta gestión de la multitarea unida a que su sistema operativo era totalmente abierto en contraposición de lo que ofrecía Apple, tenía un efecto colateral que podría ser diferencial: el de abrir las puertas a que devs trabajasen creando más software para el dispositivo.
Contaba con apps como un navegador, redes sociales, calendarios y correos, todos ellos sincronizados gracias a Palm Synergy (un software que busca y recopila información en el dispositivo procedente de diferentes fuentes) y compatibles con Google, Outlook y Facebook. Así, integraba datos en local con el contenido de la web para una experiencia de lo más completa.
Por sus similitudes de algunos elementos de WebOS con el sistema operativo de Apple y la tecnología multitouch hicieron que la empresa de Cupertino llegase a amenazar de forma velada con una demanda por violar patentes, pero se quedó en nada. Lo que sí se materializó fue su capacidad para llamar la atención en el principal escaparate tecnológico: el dispositivo arrasó en los CES de 2009, consiguiendo erigirse como el mejor teléfono inteligente.
En un momento en el que fabricantes de ordenadores como Dell o Lenovo se pasaban a desarrollar móviles, Hewlett-Packard compraba Palm en 2010 por 1.200 millones de dólares con el mismo propósito. En su momento se vio como un win-win: HP se hacía con una de las empresas más prometedoras del panorama (y con su catálogo de productos), que además le permitiría iniciar una senda en un nuevo sector de forma independiente al iPhone OS y Android. Por otro lado, Palm tendría el respaldo de una gran empresa detrás para impulsar a webOS como la gran alternativa.
Las siguientes Pre serían una mera continuación de la primera, y en el camino HP experimentaría con webOS y otros formatos como la tablet HP Touchpad.
Después de Palm Pre y la llegada de HP, el abismo
Ese mismo 2010 HP presentaba la nueva Palm Pre 2 con WebOS 2.0 (en ese momento rebautizado como HB webOS), haciendo valer aquello de 'si algo funciona, mejor no lo toques'. O lo que es lo mismo, una apuesta conservadora que mantenía la esencia de ese teléfono pequeño con pantalla táctil y teclado deslizante que deslumbraba el año anterior. Entre las principales mejoras, una capacidad de procesamiento superior, pantalla reforzada, un mayor aprovechamiento de las dimensiones, el paso de los 3MP a 5MP, el soporte de flash para el navegador o la conexión con teclados Bluetooth.
Un año después, llegaría HP Pre3 (sin Palm) nuevamente con una "renovación tranquila", o lo que es lo mismo, pocas novedades más allá de ligeras actualizaciones como una pantalla más grande de 3,6 pulgadas y resolución WVGA, con CPU Qualcomm a 1.4 GHz y vídeo HD. Como dato, Touchstone seguía vigente y habían añadido la función 'Exhibition mode', que lanzaba automáticamente el reloj y el calendario cuando el teléfono estaba cargándose de forma inalámbrica. Algo así como la versión primigenia del modo stand by del iPhone con iOS 17.
Estamos en 2011, un año después de la adquisición de Palm por parte de Hewlett-Packard y este ya abandona el barco: HP anunciaba el adiós a los dispositivos webOS esgrimiendo como razón causas puramente económicos. Posteriormente lo convertiría en un proyecto de código abierto. En 2013, LG compraría webOS a HP y el futuro de ese SO pasaría a estar ligado hasta la actualidad a sus Smart TVs.
Nos vamos hasta 2015, fecha en la que el gigante chino TCL se hacía con Palm en en el intento de resucitar el dispositivo llevando el cerebro a Silicon Valley pero manteniendo la fabricación en China. Eso sí, el escenario había cambiado: ahora webOS pertenecía a LG y la salida lógica y viable era hacer un dispositivo con Android como sistema operativo.
Allá por 2018 regresaba sin pena ni gloria con un terminal antagónico a lo que fue e hizo grande a Palm Pre, el Palm a secas, un miniteléfono más parecido a un smartwatch que un smartphone como tal. Y no estaba fabricado por TCL, sino por una empresa de San Francisco que compró los derechos a la empresa china el año anterior.
Portada | De James Whatley - originally posted to Flickr as Palm Pre, CC BY 2.0
En Xataka Móvil | Qué fue de Palm
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