Durante años, Google echó mano de diferentes tipos de cerebros para sus dispositivos Nexus, y lo mismo pasó cuando aterrizaron los Pixel. Qualcomm fue el principal partner de los norteamericanos hasta que finalmente, con la llegada de los Pixel 6, la cosa cambió. Con ellos llegó el Pixel Tensor, el primer procesador diseñado en casa por Google, y un año después ya tenemos aquí su renovación. El Google Tensor G2.
El nuevo procesador aterriza en el mercado para dar vida a los nuevos Pixel 7 y Pixel 7 Pro, y posiblemente a un futuro Pixel 7a del que por ahora no tenemos información oficial ni pistas sólidas. Como era de esperar, Google mejora todos los aspectos de su chip pero centra sus esfuerzos en la inteligencia artificial. Google sabe que es un factor clave, diferencial, y los Pixel 7 lo llevan a la práctica.
La inteligencia por encima de todo, aunque sea artificial
Google comprendió el año pasado que su camino en el mercado móvil tenía que diferenciarse del de su competencia, así que dejó de pugnar por ofrecer un móvil con el chip más potente en cuanto a fuerza bruta. Google siempre ha contado con los algoritmos de inteligencia artificial más avanzados así que necesitaba un chip diseñado ex profeso para ellos. Y así fue como nació el Google Tensor original.
Con la llegada del Google Tensor 2 se reduce la tecnología de fabricación. Dejamos atrás los 5 nanómetros para pasar a la litografía de 4 nanómetros y con ello ganamos eficiencia energética pero también potencia. Si todo es más pequeño, la densidad de transistores puede ser mayor. Pero no ha sido el único cambio. Google también ha mejorado la CPU introduciendo núcleos más eficientes y potentes.
Si en el Tensor original teníamos una configuración 2+2+4 con Cortex X1, Cortex A76 y Cortex A55, ahora tenemos Cortex X1, Cortex A78 y Cortex A55. Los A78, además, corren a 2,35GHz en lugar de a 2,25GHz, y los Cortex X1 suben hasta los 2,85GHz. Tal vez cambios algo continuístas, pero importantes a la hora de ofrecer más potencia. La Mali G78 ha sido sustituida por la Mali G710, por cierto. Más potencia gráfica.
Sin embargo, la joya de la corona del Google Tensor G2 reside en su capacidad para manejar la inteligencia artificial, el código de machine learning, y ahí Google lo ha dado todo. Según la propia compañía, este código IA se procesa ahora un 60% más rápido, ojo con este dato que no es nimio, gracias a la llegada de su nueva TPU, o Tensor Processing Unit. La NPU de los Pixel, para entendernos.
No nos olvidamos del consumo energético ya que Google nos cuenta que el Tensor G2 es un 20% más eficiente que el Tensor original, lo que debe repercutir en una mayor autonomía. Además, la llegada del procesador propicia que el reconocimiento de voz sea más veloz y potente. Algo que se aplica, por ejemplo, a la transcripción automática de mensajes a través de Assistant. También se usa este sistema para el 'Clear Calling' que permite mejorar las llamadas borrando el ruido de fondo, como el viento o el sonido del tráfico.
Y cómo no, la inteligencia artificial del Tensor G2 se aplica también a la fotografía de los Pixel 7 y Pixel 7 Pro. Se mejora el procesado fotográfico nocturno, el enfoque de Face Unblur es más veloz y potente y llega el Cinematic Blur al vídeo. Y sí, también se emplea inteligencia artificial para el nuevo Super Zoom, y para el enfoque y procesado de las imágenes macro. Todo esto es lo que llega con un Tensor G2 que, como de costumbre, se limitará única y exclusivamente a la séptima generación de móviles Google Pixel.
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