La vanguardia en chips no queda sólo en China: Valencia tendrá una fábrica piloto de chips fotónicos

Asia se encuentra a la vanguardia en lo que a fabricación de chips se refiere, de ahí que Europa busque la manera de recuperar el terreno perdido. Y una de las vías es la de apostar por la siguiente generación de semiconductores: los chips fotónicos plantean enormes ventajas con respecto a los chips electrónicos actuales. Una de las primeras fábricas piloto estará en Valencia.

Con una guerra comercial abierta entre Estados Unidos y China, la hegemonía en la fabricación de chips se encuentra en el territorio asiático. TSMC está actualmente a la vanguardia en semiconductores de alto nivel; por más que sea una empresa holandesa la que desarrolla las máquinas de litografía, ASML. Y Europa quiere dar el siguiente paso: convertirse en referente de la próxima generación de chips. Ahí entra en juego Valencia.

De chips electrónicos a chips fotónicos: Valencia tendrá una fábrica piloto

En la actualidad, todos los dispositivos de consumo que utilizamos se desarrollan sobre chips electrónicos. Dichos chips llevan grabados canales litográficos sobre la oblea de silicio por los que circulan los electrones; de ahí la denominación de «chips electrónicos». Con la evolución de estos componentes, los procesadores cambiarán la circulación de electrones por fotones de luz, con todas las ventajas que esto supone.

La Universitat Politècnica de València se encuentra a la vanguardia de los chips fotónicos, unos procesadores experimentales que realizan los cálculos aprovechando la circulación de los fotones por las guías de onda practicadas en la placa. Estas partículas de luz maximizan el potencial de los componentes en diversos campos:

• Dado que la luz es mucho más rápida que la electricidad, los chips fotónicos ofrecen mayor velocidad de cálculo.
• El ancho de banda es mucho mayor en los chips fotónicos, pueden manejar grandes cantidades de información simultánea. Igual que ocurre con la fibra óptica que llega a nuestro hogar, por ejemplo.
• Menor latencia: la luz no sufre apenas retardo en su desplazamiento.
• Los chips fotónicos son mucho más eficientes que los chips electrónicos: no se genera tanto calor durante el procesamiento, por lo que se pierde menos energía.

Pese a que los chips fotónicos plantean un enorme potencial en comparación con los chips electrónicos actuales, su desarrollo y fabricación aún se encuentra en una fase experimental. Ahí entra en juego la Universitat Politècnica de València: ha obtenido financiación del PIXEurope, un consorcio formado para potenciar el desarrollo europeo en la próxima generación de semiconductores.

El consorcio PIXEurope cuenta con una financiación de 400 millones de euros para cimentar las bases del desarrollo de chips fotónicos en Europa. En Valencia se construirá una planta piloto para el desarrollo de chips fotónicos híbridos, unos semiconductores que aprovechan las placas de silicio y las litografías electrónicas para adaptar estos componentes al empleo de haces de luz. La Universitat Politècnica de València contará con el 10 % de la financiación de PIXEurope para levantar la fábrica de chips fotónicos híbridos en Valencia.

Pese a que aún estamos en una fase experimental, los chips fotónicos plantean una enorme revolución para aquellas tareas que necesiten enormes capacidades de cálculo; como la Inteligencia Artificial o la conducción autónoma. Y puede ser la vía para recuperar el potencial tecnológico perdido en Europa.

Imagen de portada | ASML

Más información |  Universitat Politècnica de València

Vía | Expansión

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