HTC es conocida por fabricar algunos de los mejores smartphones que podemos ver hoy en día en el mercado, pero lo cierto es que la mayoría de gente sigue decantándose por móviles más baratos, por esta razón Nokia sigue vendiendo más móviles que nadie. Como es normal, HTC no quiere perder comba en esa franja de mercado y tiene alguna propuesta interesante como el HTC Smart, un teléfono que pese a pertenecer a la gama baja tiene interesantes características que hasta ahora eran exclusivas de los móviles más avanzados.
Evidentemente para poder ajustar el precio se han reducido mucho las prestaciones, incluso en algunas cosas que pueden parecernos básicas en un Smartphone. Pese a todo, el HTC Smart es un buen teléfono si lo valoramos por lo que es: un móvil de entrada, sencillo y barato, pero eficaz.
El diseño del HTC Smart
Una de las cosas que más me sorprendió del HTC Smart fue su ligereza, acostumbrada a manejar smartphones, 108 gramos me parecen pocos. A esto le ayuda que el tamaño también sea reducido pues mide 104 × 55 × 12,8 milímetros.
Además a diferencia de muchos teléfonos más caros y aburridos, el HTC Smart puede adquirirse en tres colores: blanco, negro y rosa. Pese a ser un móvil con carcasas de plástico, el acabado está hecho con pintura metalizada por lo que adquiere un aspecto más distinguido y un tacto más agradable que si se quedara en el propio plástico.
En cuanto a botones, dispone de uno alargado en el lado izquierdo para subir y bajar el volumen; otro más pequeño en el lado derecho que es un acceso directo a la cámara; en el frontal dispone de los clásicos botones de aceptar y rechazar llamadas, uno central con el que retrocedemos y accedemos al menú de aplicaciones, y otro más pequeño que nos lanza las opciones disponibles.
La cámara y la pantalla
El HTC Smart tiene una pantalla resistiva de 2,8 pulgadas y 320 × 240 píxeles. La resolución de la pantalla es bastante pobre e insuficiente para algunos usos. Se nota mucho en la interfaz, HTC Sense se merece más calidad. Además la resolución se queda muy pequeña cuando utilizamos el móvil para navegar a través del teléfono. El tamaño de la pantalla también influye en los teclados, ya que únicamente disponemos de teclado QWERTY cuanto utilizamos el teléfono en modo panorámico –en modo vertical sólo se nos permite utilizar el teclado numérico-.
Seguramente lo peor de todo sea que se trata de una pantalla resistiva aunque tiene la ventaja de que no se necesita un lápiz para hacerla funcionar, con el dedo ya vale, pese a que hay que darle con más fuerza que si se tratara de una pantalla capacitiva.
La cámara tiene 3 megapíxeles y un flash LED que también se utiliza de linterna gracias a una curiosa aplicación. La interfaz es bastante básica pero dispone de un menú con varios efectos y controles.
La cámara hace unas fotos algo pobres –muchas subexpuestas- con una resolución máxima de 2048 × 1536 píxeles; también graba vídeo QVGA a 15 fps.
Conectividad
Una de las cosas que más sorprenden cuando empiezas a configurarte el teléfono es que no dispone de WiFi y todo lo que hagas a través de Internet pasará por el 3G que tengas contratado.
También dispone de Bluetooth con A2DP, un miniUSB y una ranura microSD. La calidad de la llamada, guiándonos simplemente por la apreciación personal, nos parece excelente.
La agenda del teléfono también es muy interesante ya que, pese a parecer sencilla a simple vista, resulta muy completa. La agenda se sincroniza con nuestros contactos de twitter y Facebook y permite seguir fácilmente el devenir de nuestros contactos en ambas redes sociales.
HTC Sense y las aplicaciones
El HTC Smart no es multitarea pero destaca por su integración de HTC Sense en la que también se permite personalizar las pantallas del teléfono con widgets hasta siete aunque únicamente están disponibles: fotos, friend stream, mensajes, gente, correo, tiempo, Internet, calendario y música. El HTC Sense del HTC Smart no es tan resultón como en Android o Windows pero mejora la usabilidad.
HTC Sense viene con tres estéticas diferentes en las que siempre prevalece el clásico reloj de HTC Sense como la home.
El menú con las aplicaciones es simple y parece bien organizado en tres pantallas. Entre las aplicaciones hay que destacar los tres juegos —Memory, Rings y Whac’em-, el reproductor de música, y la radio. Además viene con Java, lo que permitirá a los más inquietos aumentar el número de aplicaciones disponibles en el teléfono.
HTC Smart funciona con Brew, que no es especialmente interesante, pero hay que destacar lo poco que se nota que el HTC Smart viene con una configuración muy justa: 300MHz de CPU, 256 MB de ROM y 256 MB de RAM.
Conclusiones
Al utilizar este teléfono te das cuenta de que se trata de un teléfono barato pero en el que se han cuidado mucho los detalles. Los plásticos son agradables al tacto y el diseño es bueno, además incluir HTC Sense es todo un acierto, probablemente lo mejor del móvil. Aunque posiblemente esto lo haya encarecido lo suficiente como para encontrar competidores de la gama baja de Android por precios similares.
Por otro lado, las carencias más importantes del teléfono son la resolución de la pantalla y que sea resistiva, juntamente con la ausencia de WiFi. También se echa de menos la multitarea y más aplicaciones –incluso la existencia de una tienda de aplicaciones-.
De todos modos hay que destacar su sencillez de uso, la buena calidad de las llamadas y la larga duración de la batería –hasta 450 minutos hablando y 450 horas en espera-, que son sus mayores ventajas.
Está claro que si ya eres usuario de smartphones este no es tu teléfono, pero si buscas una vía de entrada asequible y sin demasiadas complicaciones, el HTC Smart puede ser un buen candidato.
El teléfono ha sido cedido para la prueba por parte de HTC. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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