Podemos entender que el Nokia C5 presentado en el CeBIT y que inauguraba la nueva serie C de la empresa finesa, recurre a la nueva nomenclatura de dispositivos con una numeración más básica comprendida entre los números 1 y 9, siendo el primero el que corresponde a la configuración más básica. Por lo que podemos decir, sobre todo a tenor de nuestros propios análisis, que este terminal de Nokia tiene un merecido quinto puesto en su gama.
Un teléfono móvil elegante y versátil, fácil de llevar a todas partes y con un buen compendio de funciones que vamos a desglosar de forma minuciosa para poner de manifiesto nuestras primeras impresiones acerca del nuevo Nokia C5.
Diseño, tamaño y controles equilibrados
El Nokia C5 es uno de los terminales más elegantes y cómodos que he tenido la oportunidad de tener en mis manos. No sólo ya por su ligereza, con un peso tan sólo de 89.3 gramos, sino por su diseño ultradelgado con un espesor que en poco sobrepasa el centímetro de grosor (112×46×12.3 milímetros).
Ademas, su diseño combinando los colores negros con los acabados cromados, proporcionan cierta seriedad y robustez para un terminal que se considera todoterreno, a pesar de gran parte de su carcasa está realizada en materiales plásticos, sobre todo en la tapa posterior que da cabida a la batería y tarjeta SIM.
El teclado no aporta nada nuevo, ciñéndose a la habitual estética marca de la casa, con su tecla central, acceso a menús descritos en la parte inferior de pantalla, botones de inicio y retroceso, además de los obvios para iniciar y finalizar las llamadas telefónicas.
Por los demás, un teclado numérico con introducción de datos T9, ligeramente abultados facilitando así su uso. Algo que llama poderosamente la atención, es el hecho de que tratándose de un dispositivo de dimensiones relativamente pequeñas, los mecanismos de interacción del usuario no han sido reducidos en exceso.
El control de volumen, situado en uno de sus laterales, se encuentra suficientemente disimulado. Algo que se agradece, manteniendo la armonía del diseño, aunque repercutiendo de forma negativa en la facilidad de acceso, ya que son difícilmente detectables al tacto en plena conversación y de dificultosa presión para obtener el efecto deseado.
Conexiones integradas y bien repartidas
Dada la delgadez del Nokia C5 podríamos pensar en la ausencia de algunas de las acostumbradas conexiones, ya habituales en todo tipo de terminales. Por contra, las pocas conexiones de las que dispone, más que suficientes para este tipo de dispositivos, se localizan en la parte superior del teléfono. Desde le punto de entrada del cargador de batería hasta el microUSB, pasando por el jack de 3.5 milímetros para los auriculares.
Algo que tiene relación directa para el disfrute de determinado contenido multimedia con la ranura de inserción de tarjetas de memoria microSD. Con un límite de capacidad estipulado de 16 GB, aunque de serie trae consigo una de 2 GB en apoyo a los 50 MB de memoria interna, el teléfono hará buen uso de la tarjeta siempre y cuando contemos de algún objeto puntiagudo con el que seamos capaces de retirar la tapa que cubre tal hueco. Algo de lo que tendremos que hacer también uso a la hora de insertar o extraer dicha tarjeta.
Pantalla de aceptable, sonido de mayor calidad
Goza de una pantalla de 2.2 pulgadas con calidad QVGA y una resolución de 320×240 píxeles, capaz de reproducir hasta 16.7 millones de colores. Acorde con los dispositivos de su gama de precios, ofrece un visionado de los contenidos aceptable, siempre y cuando el sol no incida de forma directa sobre ella o el angulo de visión sea ligeramente inclinado.
Lo que resulta un llamativo contraste con el altavoz externo situado en la parte trasera, dando buena muestra de la nitidez del sonido, ya sea con los propios tonos de llamada, uso de manos libres o la reproducción de contenido multimedia. Siendo este último aspecto uno de los que tenemos que soportar cuando nos cruzamos con alguna pandilla de jóvenes imberbes.
Interfaz remozada
El Nokia C5 hace uso del sistema operativo Symbian S60 tercera edición (Pack 2), al igual que el resto de teléfonos de la misma gama, la cual no deja de ser la misma versión del software utilizado por otros modelos anteriores tales como el Nokia 5630 XpressMusic. Aunque hay que tener en cuenta la clara orientación a hacia la interacción del usuario con la redes sociales, aunque no por ello queda exento de usos multimedia.
Demostración clara de ello es la integración con los perfiles de usuario de Facebook, donde poder hacer uso de los números de teléfono en ellos introducidos por los diferentes usuarios. Así como aplicaciones para Nokia Messaging (email y IM), Friendster, Flickr, MySpace o YouTube.
No obstante, dentro del apartado meramente corporativo, el terminal ofrece integración a Mail for Exchange a través del cliente Nokia Email, además de una versión de prueba de la suite ofimática QuickOffice. Algo que carece, a mi juicio, totalmente de sentido con un teclado de estas características.
El comportamiento del aparato es bastante ágil, perdiéndose cierta rapidez a medida que abrimos aplicaciones. Algo, por otro lado, totalmente lógico. Tan sólo reseñar lo extraño de su funcionamiento en el proceso de encendido, no dando muestra alguna de ello, hasta el momento en el que solicita el PIN, dando la impresión que el dispositivo no acaba por arrancar y llevando a al usuario a presionar una y otra vez el botón de encendido.
En Xataka Móvil | Nokia C5, análisis a fondo (y II).
Más información | Nokia.