Me enorgullezco de poder presentaros la revisión del Sony Ericsson C905, el estandarte de la gama Cybershot de Sony Ericsson que me ha sorprendido tanto por sus pros como por sus contras.
Haciendo un poco de revisión, el Sony Ericsson C905 es un terminal slider con una pantalla de 2.4 pulgadas (QVGA) y una cámara de 8.1MP con autofocus y flash de Xenon, Wi-Fi y GPS con soporte para DLNA y aGPS, respectivamente, y HSDPA. Así mismo, el Sony Ericsson C905 posee 160MB de memoria ampliables con tarjetas M2 y, de serie, la tecnología Capuchin que nos permitirá ejecutar aplicaciones bajo esta especificación que combina Flash y J2ME.
Además de lo que ya comento en el vídeo, el Sony Ericsson C905 está construido con materiales plásticos que me recuerdan al S500, haciéndolo cómodo pero sin aparentar que se haya realizado para abaratar el precio.
A pesar de las apariencias, el teclado numérico del Sony Ericsson C905 es bastante cómodo y posee una bastante buena calidad de las fotos, podéis comprobarlo en la galería tras el artículo, principalmente con buenas condiciones ambientales, aunque en entornos oscuros o nocturnos se comporta bastante bien.
La tapa de la cámara del Sony Ericsson C905 es algo endeble holgada y tiende a moverse ligeramente. El problema es que por un lado cuesta de abrir (cuando le pillas el truco, mejora) y por el otro, que a veces se abre levemente mostrando el interfaz de la cámara para desaparecer al momento. No me termina de convencer este formato.
A la Wi-Fi del Sony Ericsson C905 le costó detectar algunas redes protegidas, utilizando protección WEP (no hablemos ya de WPA), pero finalmente funciona correctamente. Por su parte, al GPS le cuesta encontrar los satélites, a pesar de utilizar también aGPS (inicio asistido), más que a sus hermanos como el W760 (lo tengo y lo he comprobado), o el C702.
En la llamadas utilizando el altavoz del Sony Ericsson C905, a modo de manos libres, la calidad de la escucha es bastante aceptable, pero la recepción del interlocutor parece lejana y de una calidad cuestionable si lo comparamos con casi cualquier terminal de Nokia o de la gama Walkman de Sony Ericsson (que están especialmente optimizados a nivel de la calidad general del audio).
Las aplicaciones Capuchin no aportan mucho hasta el día en el que su desarrollo y uso se haya extendido, por lo que de momento su soporte es anecdótico.
En definitiva, el Sony Ericsson C905 es un muy buen terminal, con soporte para casi todas las tecnologías existentes en terminales de gama alta, con una cámara de fotos (hacia lo que se enfoca este móvil) de excelente calidad, que como mayor problema sería su tamaño, acercándose al del Nokia N85.
Eso sí, para usuarios del Sony Ericsson K800/K810 o posteriores, el Sony Ericsson C905 es una compra imprescindible que no pueden dejar pasar. Para el resto, si no nos importa en exceso la calidad (es decir, 5MP que 8MP) de la cámara, podemos conformarnos con un terminal de menos peso como el C902 o el C702.
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