El mercado de los cargadores inalámbricos lleva varios años sonando, pero nunca ha terminado de cuajar. Hablamos de cómo estaba el panorama hace ya un año, y si bien es cierto que las cosas no han cambiado mucho desde entonces, algunos recientes movimientos intentan facilitar la labor al usuario. Es el caso del Samsung Galaxy S6.
El nuevo teléfono de Samsung - así como su versión Edge que ya hemos analizado - es compatible con la carga inalámbrica, tal y como ya nos comentaron en su presentación oficial. Pero hay más: Samsung Galaxy S6 es compatible con los dos grandes estándares de carga inalámbrica del mercado, Qi y Rezence.
Es, por tanto, el primer dispositivo que integra la tecnología necesaria para poder funcionar con ambos tipos de cargadores, liderados por las entidades WPC (Qi) y PMA (Rezence). Esto significa que independientemente del fabricante o tecnología que esté detrás del cargador inalámbrico, el Samsung Galaxy S6 se cargará igual.
Un gran paso para el usuario de a pie
Y es que esta guerra por ser el líder en el sector de la carga inalámbrica no sólo ha impedido un crecimiento de la tecnología en el mercado, también es una guerra que no le importa nada al usuario. Él simplemente quiere posar su teléfono sobre una superficie y que esta se cargue, no quiere saber nada más. Hasta ahora esto no había sido tan fácil como parece... pero con pequeñas innovaciones como las de Samsung, seguro que muchos se animan a dar el paso.
Además, también debemos recordar que empiezan a verse interesantes productos alrededor de la carga inalámbrica como las últimas novedades de Ikea, ya disponibles en España con el sistema Qi. Nosotros las probamos precisamente con un Galaxy S6 Edge, concluyendo con la facilidad y comodidad del proceso (pones tu teléfono sobre la mesilla, y listo) aunque con la contrapartida de tardar algo más en realizar la carga completa y, de paso, generar bastante calor en la trasera del teléfono.
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