Posiblemente Samsung pase mucho tiempo arrepintiéndose de todos los errores cometidos en torno al lanzamiento y posterior recall de sus Samsung Galaxy Note 7. Un teléfono que estaba destinado a convertirse en el líder absoluto de los ranking de terminales y que será recordado como uno de los mayores desastres del fabricante coreano.
Pese a encontrarse ya algunos teléfonos reemplazados en el mercado, éstos parecen seguir dando indicios de tener los mismos problemas que la primera hornada, pese a que Samsung aún no se ha pronunciado oficialmente sobre las últimas noticias acaecidas en torno a ellos. El gobierno estadounidense, sin embargo, está muy al tanto y persigue estrechamente todo el proceso.
La comisión para la seguridad de los productos de consumo
El gobierno de los Estados Unidos ya intervino en el proceso llevado a cabo por Samsung para la retirada de la primera tirada de Galaxy Note 7 defectuosos. La propia CPSC (consumo) instó a los compradores del Note 7 a apagar sus teléfonos y acudir al programa de reemplazo de la firma coreana, fijándose entonces el 21 de septiembre como la fecha para la llegada de los teléfonos modificados, a falta de la aprobación de la propia FCC.
Ahora ha sido la comisión para la seguridad de los productos de consumo la encargada de deslizar unas declaraciones oficiales a los medios. En ellas, Pamela Gilbert, directora ejecutiva de la comisión, ha dejado claro que el gobierno sigue todo el proceso con celo y que están estudiando lo acontecido en el último vuelo en el que se detectó, supuestamente, un Note 7 con problemas.
Si se trata de un teléfono reparado y ha empezado a echar humo en su bolsillo, voy a suponer que tendremos un segundo recall
Con estas palabras, la comisión de seguridad se une a la Administración Federal de Aviación estadounidense en el estudio sobre qué ocurrió en el citado vuelo y si se tendrán que tomar medidas más agresivas, como presionar a los coreanos para que retiren el teléfono de nuevo. Como afirma Bloomberg en un informe, este sentimiento sería compartido por dos oficiales de seguridad estadounidenses.
Samsung ya ha confirmado que no puede asegurar que el teléfono que causó el humo en el avión evacuado fuese uno de los nuevos Note 7, supuestamente reparados, y que quiere investigar más a fondo todo el proceso. Malas noticias para un fabricante actualmente inmerso en un reemplazo generacional de su junta directiva, y que está tomando ya medidas para devolver la situación a la normalidad.
No obstante, de demostrarse que el teléfono que tiene el Louisville Metro Arson Squad es un Galaxy Note 7 reparado, la situación podría agravarse aún más.
Vía | Phandroid
En Xataka Móvil | Samsung y el problema de las baterías del Note 7 a fondo: ¿cómo hemos llegado hasta aquí?
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