El software es crítico para el éxito del Samsung Galaxy S4. Es la clara conclusión que uno saca tras presenciar el evento Samsung Unpacked (aunque fuera de forma virtual) y tras la avalancha de noticias que han rodeado a la presentación del nuevo buque insignia del fabricante surcoreano.
Las barreras de acceso a componentes de última generación e incluso a procesos de fabricación avanzados se han reducido demasiado: los fabricantes chinos de segundo y tercer orden lo han demostrado con productos competitivos en precio, diseño y acabados, y Samsung quiere enfrentar esa tendencia con una apuesta clara por el software.
Sin sorpresas en el hardware
El Samsung Galaxy S4 no ha ofrecido sorpresas en cuanto a su configuración hardware, de la que hemos hablado largo y tendido y en la que destacan los nuevos procesadores octo-core. Dichas CPUs están orientadas no tanto a la máxima potencia como a la máxima eficiencia, y representan una evolución lógica de lo que habíamos visto hasta ahora.
Lo mismo ocurre en otros apartados como en el de la cámara trasera --veremos si su sensor de 13 Mpíxeles se comporta de forma adecuada--, la pantalla --cuyas primeras impresiones son muy buenas-- o la calidad de los altavoces, algo sobre lo que apenas se ha hablado y que era uno de los puntos fuertes del HTC One.
El diseño: si algo funciona, no lo cambies
En Samsung tampoco han hecho revoluciones en el diseño: el Galaxy S4 es una versión algo más grande del S III, pero en esencia nada cambia en su aspecto exterior, aunque los componentes internos sí lo hayan hecho, lógicamente.
El proceso de fabricación tampoco se verá afectado al menos en lo que se refiere a ese diseño externo, y de hecho han vuelto a apostar por los materiales plásticos --en concreto en policarbonatos-- para la cubierta de un smartphone que sigue sin apostar por otros materiales como el aluminio que algunos usuarios querrían ver en un smartphone de estas características.
Esa quizás es una de las decepciones del acabado del Samsung Galaxy S4, que como comentaban en SamMobile manejaba varios prototipos --algunos con esquinas realizadas precisamente en alumino-- y que al final se ha quedado con el menos complejo y el menos caro de fabricar. Parece que Samsung aún no está preparada para invertir en esos procesos que diferencian por ejemplo a los iPhone y que le darían ese valor añadido en temas de acabado a sus terminales.
Lo cierto es que tanto en hardware como en diseño los rumores se han ajustado mucho a lo que se esperaba del sucesor al Galaxy S III, pero probablemente ambos aspectos han acabado convirtiéndose en lo menos importante de un smartphone que defenderá su centro en otro terreno: el del software.
Si no puedes diferenciarte con el hardware...
Si comparamos los smartphones de última generación más populares del mercado, nos encontramos con que efectivamente los Samsung Galaxy S4 son especialmente llamativos por su configuración hardware, pero esas diferencias no son ya tan importantes como sucedía en anteriores generaciones.
Eso ha llevado a Samsung a centrar parte de sus esfuerzos no solo en conseguir un S4 "redondo" a nivel hardware, sino en aprovechar sus capacidades para fortalecer el apartado software. Muchas de las aplicaciones disponibles en el S4 están pensadas por y para ser aprovechadas en este terminal (o en sus antecesores), y es en ellas donde reside el valor añadido del terminal.
Por supuesto, no todas tendrán la misma popularidad, y en algunos casos es probable que dichas funciones se queden en mera anécdota. Soy particularmente escéptico con la utilidad de funciones como Smart Pause, Smart Scroll, Air View y Air Gesture, mientras que otras como S Translator, S Health y por supesto Samsung Knox me parecen funciones diferenciales de este terminal.
Obviamente la mayoría de ellas podrán ser replicadas por la competencia. Es de esperar que Google potencia su alternativa para Android en el mundo de la traducción automática (aprovechando Google Now, quizás), y también es probable que en algún momento de un futuro cercano (quizá con Key Lime Pie) quieran ofrecer prestaciones empresariales como las que propone Knox, algo que tendría mucho sentido.
Competir con otras opciones como Dual Camera, Dual Video Call o Sound and Shot es algo que o bien se puede hacer ya con aplicaciones de terceras partes o probablemente se pueda hacer muy pronto: los desarrolladores no dejarán escapar la oportunidad de ofrecer alternativas en este segmento.
El secreto estará en la integración del hardware Samsung con su software, un modelo que Apple ha defendido desde el principio --un ecosistema total, pero cerrado-- y por el que Samsung quiere apostar con esas aplicaciones tan ligadas al hardware.
El problema, claro está, es que por ahora esa integración es replicable en la mayoría de los casos. Y será ahí donde Samsung, como decimos, tendrá que demostrar que su valor como plataforma global es diferencial.
Conclusiones: El Galaxy S4 lo tendrá mucho más difícil que sus antecesores
Tanto el Galaxy S II como el Galaxy S III fueron éxitos arrolladores gracias sobre todo a su hardware y a su acabado. En el Samsung Galaxy S4 se mantiene el listón muy alto en ambos apartados, pero nos encontramos en una era en la que los competidores ya son capaces de rivalizar en ambos apartados y de hacerlo incluso con precios mucho más competitivos --el Nexus 4 sigue siendo un terminal notable a pesar de estar un escalón por debajo en especificaciones--.
Es probable que el Samsung Galaxy S4 también acabe siendo un éxito fulgurante de ventas, pero en ello contribuirá de forma importante un apartado al que antes no se había prestado tanta atención: el software. Con una competencia cada vez más feroz (en el que los terminales chinos de bajo coste podrían seguir creciendo de forma crítica) y con una oferta software que crece como la espuma, aunque provenga de terceras partes, nos encontramos ante un año que probablemente sea el más complicado para el éxito del S4 frente a sus rivales.
En Xataka | Samsung Galaxy S4
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