Un éxito inesperado. Cuando Samsung presentó el primer Galaxy Note durante la edición de IFA de 2011, hace ahora exactamente tres años, probablemente ni siquiera la firma surcoreana podía intuir la muy buena acogida que iba a recibir este terminal por parte de los usuarios. En aquel momento el mercado estaba dominado por smartphones con pantallas de entre 3,5 y 4 pulgadas, y nada parecía indicar que un móvil con una gigantesca pantalla de 5,3 pulgadas fuese a gustar a tantos usuarios. Pero lo hizo.
Dos meses después del lanzamiento del Galaxy Note original, en diciembre de 2011, Samsung anunció que había distribuido un millón de unidades de su phablet. Esta cifra tan abultada nos sorprendió a todos, y es muy probable que los primeros sorprendidos fuesen ellos mismos, la gente de la propia compañía, para los que inicialmente el lanzamiento de este producto probablemente solo fue una forma de tantear el mercado como parte de una estrategia que intenta colocar en la calle muchos productos adaptados a todo tipo de necesidades.
Crónica de un éxito imprevisto
El éxito inicial del Galaxy Note original pudo haber sido solo un espejismo fruto de la sorpresa que provocó la llegada de un móvil con una pantalla tan grande, que, además, incorporaba un puntero al que muchos casi habíamos perdido la pista desde la época de los Palm y los Pocket PC. Cabía la posibilidad de que los usuarios, después de probarlo, descartásemos un terminal tan voluminoso y prefiriésemos los móviles con pantallas más pequeñas.
Pero su éxito no fue un espejismo. Es evidente que los phablets en general, y los Galaxy Note en particular, tienen su mercado, una realidad acerca de la que reflexionamos no hace mucho (no os perdáis los posts en los que indagamos en sus ventajas y sus inconvenientes). Al modelo original lo han seguido, hasta el momento, otros tres: el Galaxy Note II, el Galaxy Note 3 y el Galaxy Note 3 Neo. Y a todos ellos les ha ido muy bien, lo que ha allanado el camino al Galaxy Note 4, que probablemente será presentado en la rueda de prensa que Samsung celebrará mañana en IFA, y de la que daremos cumplida cuenta en Xataka Móvil.
Una familia exitosa, en cifras
Como mencioné al principio del post, el «tirón» inicial del Galaxy Note original fue considerable. En solo dos meses Samsung anunció que había distribuido un millón de unidades, y tres meses más tarde, cuando el terminal llevaba cinco meses en la calle, la firma surcoreana aseguró que ya había vendido cinco millones de Galaxy Note en todo el mundo, consolidando así un éxito que muy pocos habían predicho. No mucho más tarde, en agosto de 2012, coincidiendo con la presentación del Galaxy Note II, Samsung anunció que había conseguido vender 10 millones de unidades de su phablet. Ante estas cifras es comprensible que la surcoreana tratase de aprovechar el tirón y presentase su sucesor cuando el modelo original aún no llevaba un año en el mercado.
El Galaxy Note II aterrizó con una pantalla aún más grande que la del modelo original, de 5,5 pulgadas, mejoras en la funcionalidad del puntero y un hardware similar al del Galaxy SIII, el «buque insignia» de Samsung en ese momento. Y su recepción fue tan positiva como la de su predecesor. Cuando llevaba dos meses en el mercado, Samsung anunció que había vendido (en este caso no habló de unidades distribuidas, sino vendidas) cinco millones de phablets. Ahí es nada. Muchos más que del primero en el mismo período en las tiendas. Y, tal y como había hecho meses antes, la compañía surcoreana aprovechó la presentación del tercer Galaxy Note para dar las cifras de ventas casi definitivas de su segundo modelo: 30 millones de unidades.
Ante la excelente acogida que habían experimentado los dos primeros Galaxy Note, Samsung decidió incrementar de nuevo el tamaño de la pantalla en su Galaxy Note 3, alcanzando las 5,7 pulgadas. Este dispositivo llegó a las tiendas a finales de septiembre de 2013 con un hardware de auténtico phablet premium, en el que destacan un SoC Snapdragon 800 a 2,3 GHz, 3 gigabytes de RAM y la posibilidad de grabar vídeo 4K a 30 FPS, entre otras características. Y, de nuevo, muchos usuarios lo recibieron con los brazos abiertos. En solo un mes se vendieron más Galaxy Note 3 que rosquillas: 5 millones de unidades en todo el planeta. En dos meses este móvil superó los 10 millones, y ahora, a falta de las cifras oficiales, que probablemente Samsung dará a conocer mañana durante su rueda de prensa en IFA, es muy probable que el Galaxy Note 3 haya superado los 30 millones de unidades que vendió su predecesor.
Los tres primeros Galaxy Note han sido móviles decididamente premium, pero, como recordaréis, a finales del pasado mes de enero Samsung presentó el Galaxy Note 3 Neo, una versión del Note 3 con un coste menor, y un hardware menos ambicioso. Aun así, su pantalla también es bastante grande, de hecho alcanza las 5,5 pulgadas, aunque su resolución no es Full HD (se queda en 1.280 x 720 puntos). Las cifras de las ventas de este modelo y en qué medida ha podido afectar a las ventas del Galaxy Note 3 «estándar», si es que las ha modificado (están dirigidos a públicos distintos) aún no están claras. Pero, como decía antes, es muy probable que Samsung mañana las dé a conocer durante su rueda de prensa de IFA.
La otra clave del éxito: el puntero
A muchos usuarios les gustan los móviles con pantallas grandes. De eso no cabe la menor duda. Eso explica no solo el éxito de la familia Galaxy Note, sino también que Samsung haya logrado consolidar una tendencia ahora claramente establecida en el mercado. Los demás fabricantes no han permanecido ajenos al éxito de la firma surcoreana y sus phablets, por lo que no han tardado en reaccionar y lanzar sus propios móviles con pantallas con un tamaño claramente superior a las 5 pulgadas. Lo han hecho Sony, LG, Nokia, Xiaomi y muchas otras. Ahora incluso parece que Apple va a «tomar este tren», a pesar de las reticencias que tenía Steve Jobs, que prefería utilizar pantallas de solo 3,5 pulgadas, si finalmente se confirma el próximo día 9 de septiembre el futuro lanzamiento de dos iPhone 6 distintos con pantallas de 4,7 y 5,5 pulgadas.
La influencia que ha ejercido la pantalla de los dos primeros Galaxy Note en el mercado es innegable. Pero no es la única responsable del éxito de estos terminales. Una parte de esa responsabilidad debemos concedérsela al lápiz o puntero que, hasta ahora, ha acompañado a todos los Galaxy Note. Gracias a este sencillo accesorio podemos utilizar estos phablets para tomar notas a mano alzada, dibujar, interactuar y llevar a cabo otras tareas de una forma intuitiva y muy similar a la experiencia que nos ofrece un cuaderno de papel de los de toda la vida. Además, en el Galaxy Note 3 Samsung ha integrado tecnología desarrollada por Wacom, una empresa especializada en el diseño y la fabricación de tabletas digitalizadoras, para incrementar la sensibilidad de la pantalla al puntero, y, así, mejorar su respuesta.
Curiosamente, los demás fabricantes han seguido con convicción el «camino de las pantallas grandes» iniciado por Samsung, pero no han hecho lo mismo con el puntero. Aunque algunos han lanzado móviles dotados de lápiz, como LG con su G Pro Lite o en el G3 Stylus que va a enseñar esta semana en IFA, basta observar el mercado para darse cuenta de que el puntero no ha despertado tanta simpatía entre los fabricantes como las pantallas de más de 5 pulgadas. Pero todo parece indicar que Samsung va a mantenerse fiel a este componente, que más que un accesorio debe ser considerado una pieza esencial de su familia Galaxy Note. No cabe duda, volveremos a verlo esta semana en el quinto miembro de esta exitosa familia de teléfonos móviles.
En Xataka Móvil | El Galaxy Note 4 de Samsung podría llegar con una pantalla QHD de 5,7" y dos versiones: plano y curvo
Ver todos los comentarios en https://www.xatakamovil.com
VER 24 Comentarios