Los documentos internos de la compañía surcoreana no dejan lugar a dudas: el esfuerzo que ha realizado Samsung durante años para afianzarse como uno de los principales actores del mercado de los smartphones con Android podría tener como desenlace un «golpe de estado» a esta plataforma. Impactante, pero cierto. Esto es, al menos, lo que defienden con todo lujo de detalles unos documentos confidenciales elaborados por la propia compañía en septiembre de 2011.
Esta estrategia ha salido a la luz esta misma semana durante las sesiones del litigio que sostienen Apple y Samsung en los tribunales, por el que la compañía estadounidense pretende que su competidora la indemnice con 2.200 millones de dólares por daños y perjuicios. Pero lo más interesante es que los documentos de la empresa surcoreana explican en detalle qué amenazas es necesario «desactivar» para fortalecer aún más la posición de Samsung en el mercado de los smartphones.
Apple y HTC, los rivales a batir
Que Samsung considere que Apple es uno de los competidores a los que es necesario tomarse muy en serio no puede sorprender a nadie a estas alturas. Los documentos internos de la firma coreana no solo reconocen la fortaleza de la empresa de Cupertino, sino también la necesidad urgente de combatirla y destronarla. Este reto está provocado por lo que ellos mismos definen, en un documento titulado «Combatir a Apple», de la siguiente forma: «nuestro competidor está experimentando un crecimiento muy agresivo, por lo que nuestro éxito en el futuro depende de su avance». Es difícil ser más tajante.
Lo que puede resultar un poco más chocante es que Samsung considerase en el momento en que fueron elaborados esos documentos a HTC su segundo oponente más importante. Pero no porque la compañía taiwanesa no sea una competidora muy potente (lo era entonces, y, aunque ha pasado momentos difíciles, lo sigue siendo), sino porque desde fuera puede parecer que otras firmas, como Sony o LG, por ejemplo, podrían ocupar esta segunda posición (aunque es verdad que hace dos años y pico la situación era distinta). Sin embargo, Samsung depositó sus ojos sobre HTC.
Y lo hizo, como revelan sus documentos, por la capacidad de innovación que tiene esta última firma, la consistencia de las actualizaciones de su hardware y software, la sólida experiencia que ofrecen sus productos, y, según Samsung, también por su agresiva política de precios (probablemente se refieren a las gamas media y de entrada).
Resulta muy curioso comprobar que la medida que proponen estos documentos para combatir a HTC no pasa por apostar por una mayor capacidad de innovación, que a priori parece lo más razonable dado que Samsung respeta a su rival, sobre todo, por su capacidad tecnológica, sino «combatir en su propio terreno» desarrollando dispositivos de entrada económicos lo suficientemente buenos.
El enemigo número tres: la propia Samsung
Esta reflexión demuestra que en la gigantesca compañía surcoreana son capaces de ejercer la autocrítica. La razón por la que Samsung se considera a sí misma el tercer enemigo al que es necesario vencer se apoya en la lentitud con que suele reaccionar (al menos hasta el momento en que fueron redactados los documentos) ante las actualizaciones de hardware y software. En lo que concierne a las actualizaciones de Android lanzadas por Google, la compañía reconoce lo difícil que es aplicarlas a un catálogo de productos tan amplio como el suyo en un tiempo mínimo, mientras que a otras empresas, como Apple o HTC, que cuentan con un porfolio de terminales mucho más reducido, les resulta más fácil implantar novedades.
Además, Samsung estaba convencida en 2011 de que no lo estaban haciendo bien tampoco en el último eslabón de la cadena, en el que están involucrados los distribuidores y las tiendas que se relacionan directamente con los usuarios y pueden decantar su elección hacia un producto u otro. De hecho, este documento arroja un dato muy interesante: en aquel momento, el 71% de las recomendaciones de AT&T inclinaban la balanza hacia un iPhone, mientras que solo el 18% aconsejaba la compra de un smartphone de Samsung.
Ha llegado la hora de competir con Google
Como os adelanté al principio del post, algunos de estos documentos fueron redactados a finales de 2011 (otros parece que un poco más tarde), y es evidente que la marca Galaxy es ahora mucho más fuerte que entonces. No cabe duda de que Samsung ha conseguido aplicar algunas de las propuestas que se planteó en ese momento, y el balance actual posiblemente será mucho más positivo para esta compañía que el de hace tres años. Esto nos lleva a un hito crucial, reflejado también en alguno de estos documentos.
Samsung identificó a Google como el cuarto competidor al que era necesario superar, y la forma de hacerlo era afianzarse como los valedores de una tercera plataforma que representase una alternativa consistente a iOS y Android. Los documentos revelan que se veía perfectamente capaz de escalar posiciones en el mercado, aunque también reconocen que no iba a ser fácil. En aquel momento Samsung ya estaba impulsando Bada, una plataforma que permite utilizar con relativa sencillez cualquier núcleo de Linux u otro sistema operativo en tiempo real (RTOS), y también había realizado algún escarceo con Tizen, en cuyo desarrollo se involucró, junto a Intel y Nokia.
Los informes defienden varias razones por las que a la compañía surcoreana le interesa distanciarse de Android. Una de las más contundentes es la posibilidad de controlar el ritmo de lanzamiento de las actualizaciones, una razón de mucho peso dado el tamaño de su catálogo de smartphones. Y, por otra parte, en estos documentos Samsung ensalza la flexibilidad de Tizen, una cualidad que, al menos en ese momento, no debía ver en Android.
No sabemos qué sucederá en el futuro, pero estos informes no dejan lugar a dudas acerca de la intención que tenía Samsung hace menos de tres años: incrementar su peso en el mercado de los smartphones y distanciarse de Android. El primer objetivo ya lo han conseguido al transformarse en uno de los principales valedores de la plataforma de Google. Veremos si finalmente deciden decirle adiós y «llevarse» a sus millones de usuarios a Tizen u otra plataforma. Dadas las circunstancias parece posible.
Vía | Apple Insider En Xataka Móvil | Apple quiere que Samsung le pague 2.200 millones de dólares por daños y perjuicios
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