Qué puede hacer el Samsung Galaxy Ring que no haga ya un reloj inteligente (y viceversa)

El Samsung Galaxy Ring ya está aquí. En España no, pero sí en un puñado de países. Es el primer anillo inteligente de Samsung y el primero de una marca de móviles gigante como Samsung. Muchas personas tendrán que tomar la decisión pronto de si les merece la pena comprarse un Smart Ring o si es mejor usar un smartwatch.

¿Necesitas un anillo inteligente o te sirve con un reloj inteligente? Son dos accesorios distintos aunque es cierto que sirven un poco para lo mismo, así que Samsung va a tener que convencer a los potenciales compradores de que necesitan uno en vez de un smartwatch o en conjunción con el suyo. Y no lo va a tener fácil.

"Esto ya lo hace mi smartwatch"

Un teléfono sirve para llamar, un reloj para ver la hora y un anillo para no mucho más que llevarlo en el dedo, pero en cuanto le añadimos el "smart" delante la cosa se complica. Los móviles sirven para mil cosas y los smartwatch pueden registrar nuestro ejercicios, salud y mostrarnos información (como la hora) en miles de estilos. Los anillos inteligentes están un poco más limitados.

Al no tener pantalla, el Galaxy Ring no te puede mostrar la hora, el tiempo ni ninguna información que requiera texto, como las notificaciones que te han entrado en WhatsApp. Es más parecido a una Xiaomi Smart Band original, con un LED que se puede encender pero no te dice nada: necesitas el móvil para ver qué quiere.

Carecer de pantalla no evita que registre muchos datos de salud como un smartwatch: ritmo cardiaco, nivel de oxígeno en sangre y estrés, con la ventaja de que cuenta con un sensor de temperatura de la piel que no es muy habitual en smartwatch. Este sensor se usa por ejemplo para registrar el ciclo menstrual o para un completo análisis del sueño.

Es precisamente en el análisis del sueño donde destaca el Galaxy Ring, y es que muchos anillos se especializan precisamente en esto. Tiene además la ventaja de que es más fácil olvidar que lo llevas, pues hay gente a la que le puede molestar dormir con el smartwatch. Especialmente si es grande.

El deporte no es el punto fuerte del Galaxy Ring, pues reconoce un puñado de actividades automáticamente pero al carecer de pantalla y menús no puedes elegir entre cientos de actividades deportivas, como es habitual en los smartwatch. Medir los pasos y cuántos has andado sí: igual que tu smartwatch.

La ventaja del Galaxy Ring frente a un smartwatch es que es un gadget pasivo. La idea es llevarlo puesto, que recoja datos y mirarlos más adelante, cuando quieras y ya digeridos, en el móvil. Esto puede resultar más práctico para algunas personas que se sientan abrumadas por todas las opciones de un smartwatch y quieran algo sencillo que mida unas cuantas constantes de salud y ya.

Por sus características, hay muchas cosas que un smartwatch hace y no puede hacer un Galaxy Ring, aunque hay unas pocas cosas que un Galaxy Ring hace y no tendrás en un smartwatch: mantenerlo sin pasar por el cargador más de una semana (si lo comparamos con un smartwatch Wear OS o un Apple Watch), cargarlo con una cajita de carga adorable, llevarlo en el dedo y usarlo para proponer matrimonio de la forma más tecnológica.

Si bien habrá quien deba decidir entre un anillo o un smartwatch, lo cierto es que una cosa no quita la otra. Idealmente a Samsung (y a Amazfit) le gustaría que te compres ambos, pero la decisión final es tuya. Esperamos que la siguiente tabla te ayude a decidirte:

El Galaxy Ring es la primera generación y, si la cosa va bien, podemos esperar que vaya mejorando sucesivamente, por lo que la línea tecnológica que separa ambos dispositivos seguramente se vaya difuminando con el tiempo. Ahora bien, un anillo siempre será un anillo y un reloj un reloj, así que las diferencias se mantendrán en tanto a que estamos comparando un dispositivo con pantalla y otro sin ella.

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