Samsung Galaxy A53 vs Galaxy A52 vs Galaxy A51: así ha evolucionado el rey de la gama media de Samsung

Hoy es un día grande de Samsung, ya que la compañía surcoreana ha presentado oficialmente los nuevos Samsung Galaxy A53 y el Samsung Galaxy A33. Sus nuevos teléfonos con los que arrasar en la gama media, haciendo uso de tecnologías punteras de la gama más alta, aunque con especificaciones algo más ajustadas y con un precio más económico.

Y aunque la comparativa con dispositivos como los Samsung Galaxy S22 son cuanto menos tentadoras, lo justo es compararlos con teléfonos de la misma gama. ¿Y qué hay mejor que ponerlos frente a sus antecesores? En este post repasamos las diferencias (y similitudes) del nuevo Samsung Galaxy A53 con respecto a los Galaxy A52 y Galaxy A51, sus antecesores de 2021 y 2020 respectivamente. Todo ello en sus versiones 5G.

Un diseño frontal ya clásico, con traseras cambiantes

Dictaminar cuál de estos tres smartphones tiene un mejor diseño es algo muy subjetivo, por lo que dejamos esa conclusión a cada uno. Lo que sí podemos decir es que los tres son prácticamente idénticos vistos de frente, con protagonismo absoluto de sus pantallas de 6,5 pulgadas gracias a tener unos bíseles muy reducidos. Tan solo la cámara en formato hole-punch interrumpe esta línea, estando plenamente centrada y con idéntico tamaño en los tres.

En la trasera nos encontramos también un factor forma similar, con diferencia en el módulo de cámaras. El A51 se caracteriza por incluir su juego de lentes en un módulo en color negro que no varía en ninguno de los colores en los que está disponible el terminal. Los A52 y A53 por su parte incorporan un módulo de igual tamaño y con el mismo número de lentes, pero sin ese revestimiento en color negro, adaptándose al color propio que tenga cada dispositivo.

En cuanto a materiales, es cierto que no nos encontramos con cristales de alta resistencia como en la gama alta, pero los acabados de policarbonato de los tres modelos les sientan muy bien a nivel de ergonomía. Incluso da una cierta sensación de estar emulando a esos materiales de cristal, pero más en fotos que en la vida real teniéndolos en mano.

Sus dimensiones, aunque diferentes como veremos en la tabla final, no muestran demasiados cambios. Los 17 gramos de más que tienen los A53 y A52 respecto al A51 no se hacen especialmente perceptibles. Por tanto, la ergonomía de estos teléfonos no cambia en exceso. Eso sí, estamos ante teléfonos robustos y no aptos para fans de los móviles pequeños. No obstante, viendo el mercado podemos decir que se ven incluso pequeños en comparación con otros "gigantes".

Por cierto, un dato importante que en cierto modo va en relación al diseño es la resistencia al agua y al polvo. En este apartado destaca negativamente el Samsung Galaxy A51 al no tener ningún tipo de certificación frente a estos elementos. El A52 y el flamante A53 sí que incorporan una certificación IP67, lo que quiere decir es que tiene el mayor grado de protección frente al polvo y que puede sumergirse en el agua hasta 1 metro de profundidad durante 30 minutos. Aunque, si aceptas un consejo, no quieras ponerlos a prueba.

Ligeros cambios en una pantalla que ya era muy buena

Samsung hace buena gala de ser una de las empresas punteras en paneles móviles en sus propios smartphone. En la gama más alta nos encontramos con pantallas de la mejor calidad, pero en la gama media como en la de la serie A no se quedan cortos precisamente.

Los tres montan paneles AMOLED de 6,5 pulgadas de diagonal, aunque el Galaxy A51 es el único de los tres que monta un panel de 60 Hz. Son sus sucesores, los A52 y A53 los que tienen una tasa de refresco de 120 Hz. Esta es una tecnología por la que Samsung apostó fuerte en su día y que, afortunadamente, ha ido democratizando a la gama media.

Otro aspecto relevante es que los tres incorporan lector de huellas bajo el panel. Un lector del tipo óptico y que pese a no ser de los más rápidos, sirve de igual forma para acceder en pocos segundos al teléfono. Siendo honestos, y pese a vivir en la época de las prisas y querer todo en milésimas de segundo, no es este tampoco un punto débil en ninguno de estos teléfonos.

Procesadores con los que no quedarse tirados

Nuevamente volvemos a referenciar la categoría de producto en la que se encuentran estos tres terminales y es que precisamente el procesador es lo que marca en buena parte que sean gama media. No disponen de procesadores de alta gama con los que obtener un rendimiento sin igual, pero no es que se queden cortos precisamente, teniendo chips más que aptos para tareas cotidianas o algo más de exigencia en videojuegos.

El Galaxy A51 monta un Exynos 980 a 2,2 GHz, un chip propio de Samsung que se sustituyó por un Snapdragon 750G a 2,2GHz de Qualcomm para el A52. En el más reciente A53 nos encontramos un Octa-core (2.4GHz, 2GHz) que apunta a ser el Exynos 1.200 de la propia Samsung.

Batería y la cuenta pendiente de Samsung con la carga rápida

4.000, 4.500 y 5.000 mAh son las capacidades de las baterías de estos tres smartphones (ordenadas del más antiguo al más reciente). Son capacidades que con un uso normal no deberían ser problemáticas, pudiendo aguantar sobradamente una jornada de uso.

Sin embargo, el gran problema lo encontramos en lo que a la carga rápida se refiere. Y este no es un asunto que tratemos de forma especial en estos equipos por ser de gama intermedia, ya que incluso en la gama más alta de Samsung podemos ver que es uno de los puntos más polémicos. Por desgracia, el A53 no mejora este punto respecto a su antecesor.

El A51 admitía una carga rápida de 15 W, algo que mejoró ya el A52 con los 25 W (aunque en su caja incluye un adaptador de 15 W). El A53 sigue esta misma estela ofreciendo los 25 W, aunque al momento de redactarse estas líneas no sabemos si en la caja se incluye un adaptador acorde o siguen con el de 15 W.

Sea como fuere, está claro que la carga rápida de los dos modelos más recientes no se pueden equiparar a los 45 W que admite el Samsung Galaxy S22 Ultra, pero al menos ofrecen algo mejor que antaño. De igual forma, nos ceñimos a lo ya comentado previamente en relación a la buena autonomía que ya de por sí ofrecen estos dispositivos.

Un buen juego de cámaras

Atrás quedan los años en los que solo los móviles de más alta gama podían presumir de tener más de una lente. Obviamente esto no les hace mejores que los de una sola y tampoco quiere decir que se equiparen a los topes de gama, pero dan una mayor versatilidad a la hora de tomar fotografías y vídeos desde diferentes perspectivas.

En la trasera no parece haber demasiadas diferencias entre el A52 y el A53 en este apartado. Ambos ofrecen una lente gran angular para fotos en las que abarcar un amplio campo de visión, una principal, una macro para elementos pequeños desde una posición muy cercana y una de profundidad para mejorar las fotografías en modo retrato. Además, incluyen ambos terminales sensores de idéntica resolución.

También el A51 incluye esas cuatro lentes traseras, aunque en su caso si que vemos una diferencia apreciable en la lente principal. Mientras que los dos modelos anteriores montan un sensor de 64 Megapíxeles, este otro lleva incorporado uno de 48. La cámara frontal comparte resolución en los tres modelos con una lente de 32 Megapíxeles que, por cierto, incorpora reconocimiento facial.

Nos faltan ver resultados con las cámaras del A53 para ver una comparativa mucho más justa y precisa en este campo. No obstante, no deberíamos esperar grandes cambios de una generación a otra. Tal vez del A51 al A53 sí se note algo más, pero al fin y al cabo estamos hablando de la gama media, donde no encontramos las mejores cámaras, pero sí resultados más que dignos para aquellos que les guste retratar todo lo que tienen alrededor con la versatilidad que da tener diferentes estilos de lentes.

Ficha técnica de los Samsung Galaxy A53, A52 y A51