Samsung Galaxy Note 9 en seis claves: la línea Note alcanza el medio 'tera' con un nuevo S Pen Bluetooth

Tras toneladas de rumores, filtraciones y mucha espera, el Samsung Galaxy Note 9 ya es un teléfono oficial. El fabricante coreano ha reunido a los medios de comunicación en Nueva York y ha presentado su gran apuesta para la segunda mitad de este año 2018, y al nuevo líder de su línea Note. Dos en uno. Un teléfono que tiene la misión de remontar los beneficios tras unas discretas ventas del Samsung Galaxy S9 y su hermano mayor, el S9 Plus.

Con el Galaxy Note 9, el fabricante coreano mantiene una línea continuista en cuando a diseño frente a ediciones anteriores. En ese sentido parecemos estar ante una fotocopia de la estrategia seguida con los S8 y S9, pero hay tela que cortar. El nuevo Note 9 introduce mejoras, sube el nivel en casi todas las líneas y añade extras, como el S Pen mejorado. Pero será mejor despiezar este Note con calma. Empecemos por su potencia.

Estamos en 2018, es tiempo de Exynos 9810

Y claro, también del Snapdragon 845, aunque la versión que más se distribuirá en Occidente será la equipada con el chip Exynos marca de la casa. Así que al igual que ocurrió con los Samsung Galaxy S9 y S9 Plus, el Note 9 aterriza con el Exynos 9810 a bordo. Y eso supone que tenemos un chip que llega a los 2,7GHz, construído en 10 nanómetros y ofrece, entre otras cosas, navegación 4G a 1,2Gbps (en las redes que lo soporte, claro está).

Hablando de la memoria RAM, no hay cambios con respecto al año pasado. De nuevo partimos de 6GB como base, suficiente para ofrecer un sistema fluido, sobre todo cuando hablamos de teléfonos que soportan una capa sobre Android, el caso del Samsung Experience que tenemos aquí. Pero sí hay cambios en lo que a memoria interna se refiere. El Note 9 da un paso adelante y desaparecen los 64GB de la pasada temporada: este año la carrera empieza con 128GB.

Por supuesto, hay ediciones superiores. Concretamente una que sitúa al Note 9 con 8GB de RAM y que lleva la memoria interna hasta los 512GB. Medio 'tera' para el nuevo teléfono de los coreanos, que seguirá pudiendo aumentarse gracias a una microSD con otros 512GB adicionales como máximo. Sin duda un peso pesado diseñado para trabajar con fotografía y vídeo, y para poder llevarlo todo encima en todo momento. Ya habrá tiempo de saber qué regiones reciben a cada versión.

Una cámara angular, otra cámara con telefoto

Así es la espalda del nuevo Samsung Galaxy Note 9. Los coreanos han apostado por una combinación de dos sensores, con 12 megapíxeles cada uno y construcción Dual Pixel, y con lentes diferentes. Podría decirse que ninguna de ellas es 'corriente' pues tenemos una principal gran angular y otra secundaria que aporta zoom óptico gracias a la diferente distancia focal. Con ello no sólo ganamos este pretendido zoom que ahora centra los esfuerzos de casi todos los fabricantes, sino también el tan extendido bokeh. Desenfoque para todos.

Estas cámaras principales aportan además otra serie de ventajas, como la apertura variable de la primera lente, con una apertura f/1.5-2.4 que empieza a ser característica de Samsung, o como la estabilización óptica. Además, en vídeo tendremos vídeo en súper cámara lenta a 960 fotogramas por segundo. Reduciendo la resolución a 720 píxeles o HD, claro está. En cuanto a la segunda lente, también tendrá estabilización óptica y su apertura será f/2.4, además de contar con autofocus.

No nos olvidamos de la cámara frontal, situada sobre la pantalla infinita de la que hablaremos en breve. El sensor elegido por Samsung para selfies y videollamadas es de 8 megapíxeles, tiene una apertura f/1.7 bastante amplia y tiene autofocus. Así que podremos seleccionar dónde queremos que se centre, y obtener así un poco de bokeh natural. Como vemos, el equipo fotográfico de este Note 9 mantiene el nivel de otros teléfonos de gama alta del fabricante oriental. Confiemos en que esto sea así por muchos años.

Esto es Samsung, y las pantallas son infinitas

Si hay algo que demuestra Samsung en los tiempos que corren es personalidad. El fabricante coreano ha huido con éxito, hasta ahora, de la moda de incorporar cejas o 'notches' a sus paneles, y lo ha hecho sacrificando un poco el alto de sus teléfonos. Para Samsung, mejor hacer un teléfono algo más alto y poder colocar una pantalla rectangular sin ningún tipo de recorte. En el nuevo Galaxy Note 9 la tendencia continúa, y repetimos con una pantalla Infinity Display como la que ya estrenó el Samsung Galaxy S8 en 2017.

Así, nos topamos con un panel de 6,4 pulgadas y aspecto 18,5:9 que crece ligeramente frente a la anterior generación. Disponemos de resolución QHD+, que nuevamente lleva los guarismos hasta los 2.960 x 1.440 píxeles. Esta cifra nos ofrece 516 píxeles por pulgada en cuanto a densidad, y el tamaño de la pantalla estira el teléfono hasta los 161,9 milímetros de alto, con únicamente 76,4 milímetros de ancho. Samsung sabe jugar con las medidas gracias a sus paneles curvos y, desde hace algún tiempo, alargados.

Al frente de la protección de esta pantalla volvemos a tener a Gorilla Glass, en esta ocasión con su quinta generación de cristales anti-rayado y antigolpes. Gorilla Glass 5.0 será el encargado de mantener a salvo un panel que es además compatible con contenidos HDR10 y que, merced a su tecnología Super AMOLED, también ofrece Always-on. La pantalla de Samsung, manteniendo el nivel de sus gamas altas, veremos si en esta ocasión también logran auparse a los primeros puestos en cuanto a análisis y valoración de la misma.

La siempre delicada batería crece de forma notable

Queremos que los teléfonos estén encendidos todo el tiempo posible, pero también es cierto que, da igual cuándo leas esto, los usamos más que nunca. Son ordenadores de bolsillo, ventanas a Internet, cámaras fotográficas, consolas portátiles y hasta monitores de nuestro deporte. Para alimentar todo esto hacen falta baterías con buena capacidad, pero nunca parecen suficientemente grandes. De ahí que el aumento de tamaño de la pila interna en este Note 9, con respecto a la pasada generación, sea relevante.

El Note 9 alcanza los 4.000 mAh, a los que hay que añadir virtudes como la carga rápida o la carga inalámbrica, y es posiblemente la culpable de que el teléfono llegue a los 200 gramos de peso. Por supuesto, recubrirlo enteramente de cristal tampoco ayuda, y a todo ello hay que sumarle las dimensiones. 8,8 milímetros de grosor, por cierto. Así que saltamos de los 3.300 mAh de 2017 a 4.000 mAh en 2018. Un punto polémico, volvemos a recalcar, dado que los 3.500 mAh del Note 7 fueron los culpables de que el teléfono fuese retirado del mercado tras múltiples problemas. Confiemos en que el Note 9 contribuya a dejar la polémica enterrada en el pasado. ¿Autonomía? Ya habrá tiempo de analizarlo en profundidad.

La renovación del S Pen es un S Pen con Bluetooth

Si el primer Note llegó al mercado para poner de moda las pantallas 'gigantes', el S Pen que trajo consigo se convirtió en su auténtica seña de identidad. Un stylus expresamente diseñado para su pantalla, y con aditivos en la capa para mejorar la productividad y llevar a cabo todo tipo de tareas. Ahora, varias generaciones después, Samsung pone al día su delgado lápiz y le añade algunas mejoras, como el hecho de que alcanza hasta 4.000 niveles de presión.

Pero la principal, sin duda alguna, la adición de conectividad Bluetooth. Algo que provoca, entre otras cosas, que el nuevo S Pen pueda emplearse como control remoto para distintos usos, aunque nos obligará a cargarlo de vez en cuando. ¿Cómo? Introduciéndolo en el Note 9, como hacíamos antes, con la salvedad de que ahora robará un poco de su preciada energía para llevarla al lápiz. En teoría, o eso afirma Samsung, tendremos para unos 30 minutos de uso, o 200 clicks, con sólo 40 segundos de carga. Habrá que ponerlo a prueba.

El S Pen también tendrá relevancia cuando usemos el Note 9 en modo de escritorio, ahora que ya no necesitaremos el dock DeX y servirá con un cable HDMI al que conectar una pantalla externa. El S Pen servirá entonces para pasar diapositivas, controlar la reproducción de música, vídeo, etc. Por cierto, con el Note 9 en modo DeX, el teléfono sirve como touchpad. La convergencia entre móviles y ordenadores se estrecha gracias a estas mejoras de Samsung.

Samsung Galaxy Note 9, las especificaciones técnicas

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