La carrera del OLED es de fondo, poco a poco se suman más corredores pero uno de ellos lleva varios años de ventaja y pretende seguir a la cabeza a toda costa. Hablamos de Samsung, que instala su tecnología Super AMOLED en sus dispositivos desde hace bastantes años, concretamente desde que debutó en 2010 el Samsung Wave de 3,3 pulgadas y resolución WVGA.
Ahora Samsung se enfrenta al mayor reto de su carrera de como fabricante de pantallas al haberse convertido en el proveedor del futuro iPhone 8, y si quiere ser capaz de dar respuesta a las varias decenas de millones de unidades que Apple quiere poner en el mercado no tiene más remedio que reforzarse. Su siguiente movimiento supondrá un desembolso de 21.000 millones de dólares.
Nueva planta A5 para satisfacer la demanda de Apple
Con LG pretendiendo incorporarse al mercado del OLED móvil con su LG V30 y con otros constructores como Sharp, Japan Display o Foxconn buscando financiación y moviendo sus piezas, Samsung quiere mantener el primer puesto del mercado. Algo que no le resultará nada difícil en estos momentos dado que tiene en su poder el 97% del mismo. Sólo 3 de cada 100 pantallas OLED para móviles sale de fábricas distintas a las de Samsung.
Con todo, los coreanos no quieren dormirse en los laureles y ser capaces de llegar a las cifras de producción que Apple exige, teniendo en cuenta que también han de abastecerse tanto a ellos mismos como al resto del mercado. Si no quiere que LG comience a ganar contratos a finales de este mismo año, Samsung ha de moverse rápido y para ello montará una nueva fábrica.
Hace no demasiado tiempo ya reforzó algunas de sus fábricas existentes e hizo algunas reconversiones. Líneas que antes producían paneles LCD ahora se dedican enteramente al OLED y pronto tendrán un refuerzo exterior. La fábrica conocida como A5 debe estar en funcionamiento este mismo año pues parte de su producción se dedicará exclusivamente al futuro iPhone 8.
Por el camino, Samsung también tiene en marcha tecnologías propias que convergen indefectiblemente con sus pantallas, como el lector de huellas tras el panel OLED que por ahora parece descartado por motivos técnicos y de seguridad, aunque Qualcomm ha demostrado que su funcionamiento es viable con la ayuda de Vivo. Veremos cómo se desenvuelve el mercado del OLED en los próximos años, la competencia siempre es buena y Samsung no podrá mantener su dominio aplastante durante mucho más tiempo. Aunque todo dependerá de la calidad de los paneles de la competencia.
Vía | AppleInsider
En Xataka Móvil | LG quiere un tercio del mercado OLED para 2019 y competir de tú a tú con Samsung
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