Los chicos de GizmoSlip, un blog conocido básicamente por el éxito que cosecha su canal de YouTube – en el que suben vídeos realizando test de caída de diversos gadgets y, si éstos no sobreviven, intentan directamente destruir estos aparatos de la forma más vistosa y espectacular posible – han realizado tres pruebas de caída para el terminal estrella de Samsung, el Galaxy S III.
Como suele ocurrir en los vídeos realizados por estos bloggers, se han realizado tres test de caída desde una altura de 1,21 metros (un poco por encima de la cintura, donde suelen producirse la mayoría de incidentes de este tipo en la vida real), el primero para ver las consecuencias de un impacto contra el suelo de la parte trasera del terminal, el segundo con una de las esquinas del teléfono y el último aterrizando directamente con la pantalla en el asfalto. Si queréis ver el vídeo, lo podéis hacer tras el salto (lo bueno empieza a partir del segundo 18).
Como podemos apreciar a cámara súper lenta en el primer test, el Galaxy S III aterriza con la parte posterior, golpeando el suelo primero con la zona inferior del terminal, rebotando hacia la parte superior, que absorbe la mayor parte de la fuerza del impacto, llegando a romper el cristal que protege la cámara, puesto que sobresale un poco.
La segunda prueba, donde el teléfono es lanzado de tal forma para que el impacto recibido sea en una esquina es el que realmente causa mayor daño al buque insígnia de Samsung, pudiendo ver cómo tras el impacto, cientos de pequeños cristales salen disparados después de haberse resquebrajado la pantalla en diagonal.
Para la última, con el teléfono ya bastante dañado pero aún funcionando, volvieron a dejarlo caer desde más de un metro de altura con la pantalla por delante. Los daños fueron esta vez simplemente cosméticos en una de las esquinas del frontal.
De postre, para los amantes de los vídeos de destrucción de gadgets (podéis saltar hasta el minuto 3:31), como el Galaxy S III no sobrevivió a los test, han decidido despedirlo por todo lo alto, haciéndolo literalmente, explotar.
Si bien es cierto que pocos terminales modernos (con pantalla grande, táctil y de cristal) se salvan en caso de sufrir este tipo de accidente tan aparatoso, los materiales de construcción siempre ayudan a proteger mínimamente las partes más débiles y, en el caso del Galaxy S III, aunque me parezca un buen teléfono a nivel de hardware, debo decir que los materiales de construcción dejan bastante que desear para ser un terminal de alta gama.
Vía | GizmoSlip
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