Es inevitable, la mayor fuente de filtraciones y rumores ahora mismo es el nuevo Galaxy S de Samsung. Os hemos hablado sobre radiaciones, sobre nuevo hardware interno, y ahora le toca el turno a las pantallas.
Lo que nos cuentan desde Bloomberg es que el próximo buque insignia de Samsung, llegará en dos variantes, como ocurrió con el Note 4 y Edge. Una más convencional, y otra que apuesta por tecnologías de pantalla más modernas, tanto que estrenaría doble curvatura. Podemos entender que la curva que posee el modelo Edge, iría a parar a ambos lados de la pantalla principal.
También apuesta por que los dos teléfonos cuenten con un cuerpo confeccionado en metal, para dar cobijo a una pantalla que no será más grande que 5,1 pulgadas, para mantenerse en el mismo espacio, y no meterse en terreno de Notes.
Las pantallas es un campo donde Samsung va a echar el resto, pensando en que puede marcar diferencias, y también considerando convertirse en un suministrador de componentes para terceros, que ni confeccionan OLED, ni se atreven con pantallas curvas.
Samsung va a mostrar a su próximo Galaxy S en el Mobile World Congress de Barcelona, el 1 de marzo, así que no habrá que esperar demasiado para conocerlo. En el camino podemos esperar montones de informaciones como la que compartimos, esperamos no marear demasiado al respecto.
Vía | Bloomberg
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