Mis trucos para no olvidar nunca una contraseña y que mis cuentas estén protegidas ante robos

Si nos dejamos guiar por las contraseñas más utilizadas en España, caeremos en un grave error. Y es que establecer una contraseña realmente segura, conlleva utilizar claves difíciles de recordar, pues los expertos concuerdan en un denominador común: utilizar mayúsculas, minúsculas, mezclar números y letras, e incluso símbolos. Ni que hablar de usar emojis como método de seguridad.

Es por ello que desde que empecé mi vida digital en Internet, no he olvidado unos trucos que siempre tengo presentes. Así, nunca han conseguido hackear mis cuentas personales, pese que lo intentan constantemente. Mi móvil es un fiel aliado para esta tarea, que te cuento en detalle a continuación.

Pagar por un gestor de contraseñas seguro, para mí es casi imprescindible

Para empezar, utilizar en mi móvil un gestor de contraseñas es un requisito indispensable, e inalterable: mis contraseñas dependen de él, por eso necesito que sea completo y seguro. En mi caso, opté por LastPass como servicio, y con el tiempo acabé pagando la versión Premium.

Así, puedo usarlo tanto en mi teléfono móvil como en el PC, y con todas las claves sincronizadas. Es decir, en el momento que guardo una en LastPass, la tengo disponible en mis otros dispositivos. No sólo eso sino que es la base de mis contraseñas: dejo que me las genere automáticamente, dando como resultado contraseñas muy complicadas de obtener mediante fuerza bruta.

Además, tiene en cuenta las típicas recomendaciones al crearlas, y una vez accedo, no necesito acordarme de las claves de cada uno de los servicios online que utilizo en mi día a día (viva el autocompletado). Mediante su clave maestra (esa sí la hago personal), cifro mis cuentas, cambiando esta primera cada tres meses aproximadamente, para mantener un alto nivel de seguridad.

A partir de aquí, todo se hace cuesta abajo, y es que realizar estas tareas de manera manual dificultará la empresa, y sobre todo, hará que nos agotemos de generar claves sólidas. Esta es mi principal recomendación. Ahora, pasemos a otros consejos que aplico sin falta.

Cambiar las contraseñas cada poco es la mejor decisión que pude tomar

Cuando los expertos nos recomiendan cambiar nuestras contraseñas cada poco tiempo, no es algo baladí o que no surta efecto, todo lo contrario: es lo más recomendable, y evitaríamos que si nuestros datos han sido expuestos, puedan seguir accediendo.

Por tanto, mi consejo es establecer un recordatorio recurrente en el calendario del móvil, para así no olvidar cuándo debo cambiar mis contraseñas. En cuanto llega la notificación, normalmente cada cuatro meses, procedo a hacerlo y aunque es algo tedioso, lo agradeceremos en el largo plazo.

De hecho, usando un gestor de contraseñas, la dificultad y el tiempo, se minimizan sobremanera, por lo que al final no tardo más de 5 o 10 minutos en dejar las contraseñas renovadas. Por el momento, no he optado por el truco de usar los emojis, pero quizá ese momento haya llegado.

Para terminar, mi tercera recomendación pasa por usar aplicaciones de autenticación en dos factores, comúnmente conocidas por las siglas 2FA.

Usar una app de autenticación de dos pasos desde el móvil: di adiós a los SMS y correos de validación

Si todavía validas tus inicios de sesión en sitios como Telegram o Facebook usando el código que envían por SMS o correo electrónico, siento decirte que en cierto modo estás perdiendo el tiempo. Llevar en el móvil una app de autenticación en dos factores, como Google Authenticator, o la propia LastPass en mi caso, se hace diferencial.

Estas aplicaciones, permiten generar códigos seguros, que se renuevan constantemente, para así evitar la intrusión de terceros no deseados en nuestras cuentas personales. Casi cualquier servicio de los más utilizados hoy en día lo incorpora, pero generalmente la opción por defecto nos hace pasar por los citados SMS o como alternativa el email.

Además de más cómodo, es mucho más seguro: te invito a probar una de estas apps, con alternativas totalmente gratuitas. Así, tus cuentas estarán protegidas, y por si fuera poco, aunque cambies de móvil, podrás volver a utilizarlas tras iniciar sesión.

Así es cómo utilizo mi móvil para no olvidar mis contraseñas, a pesar de que sean combinaciones imposibles de memorizar. La clave está en incorporar todas las capas de seguridad que podamos, como las mencionadas aplicaciones, y de paso, establecer contraseñas difíciles de adivinar. De aquí en adelante será más complicado que usuarios con malas intenciones puedan acceder, y por tanto, pondremos nuestra información y datos personales a buen recaudo.

Imagen de portada | Image Creator de Microsoft Designer (con edición)

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