Tendemos a no darnos cuenta del peligro que puede acarrearnos cada dato que compartimos con los demás, y todo se multiplica cuando hablamos de compartir ese dato a través de Internet. De esos datos viven muchos defraudadores y maleantes que los emplean para robarnos, o para robar a otros. De ahí que exista el phishing bancario, por ejemplo, o el SIM Swapping cuando hablamos de operadores móviles.
Recientemente, la Agencia Española de Protección de Datos, conocida habitualmente por sus siglas AEPD, ha decidido multar a los cuatro gigantes de nuestro país. Movistar, Vodafone, Orange y MásMóvil ha recibido sendas multas por permitir el SIM Swapping que mencionábamos antes, así que éste es buen momento para que te contemos en qué consiste, y qué precauciones debes tomar para no sufrirlo.
Oh, no, se me ha estropeado la SIM, qué puedo hacer ahora
Hasta que las eSIMs y las iSIMs no nos saquen de este círculo infinito, las tarjetas SIM físicas se estropean y se pierden. Bien porque arañemos el chip, porque las extraviemos al cambiar de teléfono o porque perdamos el teléfono en sí, lo cierto es que podemos acabar con una tarjeta desaparecida o inutilizada, y nos toca pedir un duplicado. Algo que, en algún momento u otro, habremos tenido que hacer todos.
En ese caso, nuestro operador nos pide que nos identifiquemos, ya sea a través de un formulario online, por teléfono o de forma presencial en alguna de sus tiendas físicas, para proceder a formatear una tarjeta SIM nueva para que funcione con nuestro número de teléfono. Pero ¿qué ocurre cuando no somos nosotros los que hemos ido a pedir el duplicado y el operador emite igualmente dicha tarjeta SIM? Ahí es cuando hablamos de SIM Swapping.
En este formato de fraude, el SIM Swapping, los criminales han debido hacerse previamente con nuestros datos personales o nuestra documentación. Una vez lo han obtenido todo, se personan en una tienda física de nuestro operador y logran obtener de forma fraudulenta nuestra tarjeta SIM duplicada. Una vez la tienen en su poder pueden acceder, por ejemplo, a los SMS de validación que envía el banco para aprobar determinadas operaciones, pudiendo robar dinero de nuestra cuenta. E incluso hacer bizums en nuestro nombre.
El SIM Swapping no llega de forma directa porque, como hemos dicho, antes los criminales deben tener nuestros datos. En ocasiones, dichos datos provienen de haber crackeado alguna base de datos que los contenía, pero en muchas otras ocasiones los hemos facilitado voluntariamente al caer en engaños o estafas como el phishing, cuando se hacen pasar por nuestro banco para pedirnos información y se la facilitamos.
Es conveniente, por tanto, ser precavidos a la hora de enviar información a través de Internet, ya sea a través de apps o a través del correo electrónico. Debemos desconfiar de los mensajes SMS que nos avisan de que tal o cual paquete nos está esperando en una oficina de mensajería, de que "nuestra compañía de teléfono" nos reclama más información o de que hemos de mandar datos para conseguir ese iPhone 13 que nos ha tocado a través de Instagram. La norma aquí es desconfiar siempre, y enviar nuestros datos únicamente cuando sea absolutamente imprescindible. Y en dicho caso, intentar entregarlos de forma física. No siempre es posible, pero debemos intentarlo.
Debido a este tipo de fraudes, y a que los operadores no verifican de forma suficientemente confiable que somos nosotros los que estamos pidiendo el duplicado y no un estafador, la AEPD ha multado a las grandes operadoras. Movistar (900.000 euros), Orange (700.000 euros), MásMóvil (200.000 euros) y una gran multa de 3.940.000 euros para Vodafone. Así se ha saldado esta sanción por permitir SIM Swapping a los grandes operadores.
Vía | Banda Ancha
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