¿Quién hubiera dicho que era posible meter un GPS dentro de una tarjeta SIM? Pues es lo que ha conseguido la empresa BlueSky Positioning, que en el pequeño tamaño de una SIM ha metido un receptor que utiliza el propio teléfono como antena, además de disponer de asistencia por A-GPS, es decir, que las torres de telefonía ayudan a calcular la posición.
Esto permite ahorrar que la aplicación funcione a pesar de la poca batería que puede usar una SIM (seis miliamperios). Otro problema que tiene la SIM es que por ahora no pasa las pruebas de resistencia y flexibilidad, es decir, que es bastante frágil, aunque es algo que se espera que mejoren para cuando se pongan a la venta.
¿Os imaginais disponer de GPS en el móvil solo cambiando la tarjeta SIM?
Vía | Ubergizmo » The Register.