Sharp, uno de los tres fabricantes de pantallas para la nueva generación de iPhones – que previsiblemente se presentarán el día 12 del mes que viene -, aún no ha empezado aún la producción en masa de los paneles LCD in-cell que se necesitan para ensamblar el próximo terminal estrella de Cupertino.
Los otros dos fabricantes, Japan Display Inc. y, los sur-coreanos LG Display, llevan ya entregando pantallas a la compañía de la manzana desde la semana pasada, cuando sendos CEOs reportaron haber iniciado la producción de estos tipos de paneles en masa, por lo que se desconoce si el stock de lanzamiento del nuevo teléfono se verá muy afectado.
En julio, fuentes cercanas a Apple confirmaron que el siguiente iPhone incorporaría una nueva tecnología de paneles LCD llamada “in-cell”, que permite que la pantalla del smartphone sea más fina integrando los sensores táctiles en el LCD, y por lo tanto, eliminando la necesidad de una capa separada para este menester. Así mismo, estas mismas fuentes informaron que este tipo de pantallas son más difíciles de producir en masa que los paneles LCD convencionales.
El retraso de Sharp llega en un mal momento para el fabricante nipón, que se encuentra en serios problemas financieros y a duras penas podrá pagar las deudas contraídas antes del fin del plazo, debiendo más de 15.000 millones a sus acreedores, puesto que ha anunciado pérdidas por 250.000 millones de yenes (unos 2.500 millones de euros) hasta marzo de este año fiscal, puesto que sus negocios principales – entre los que se encuentran la fabricación de televisiones y paneles solares – no les están reportando beneficios actualmente.
Vía | Reuters